Cien años de Galípoli y del genocidio de los armenios

Escenas de la cruenta batalla de Galípoli, una de las más sangrientas de la Gran Guerra

Escenas de la cruenta batalla de Galípoli, una de las más sangrientas de la Gran Guerra

Fue la batalla más sangrienta de la Gran Guerra. Winston Churchill, primer lord del Almirantazgo, convenció al primer ministro Balfour de despachar una flota de buques de guerra que destruirían las posiciones otomanas que bordeaban el estrecho de los Dardanelos.
En la defensa otomana se encontraba Kemal Atatürk que sería el padre de la Turquía moderna después de la destrucción del imperio otomano. La batalla duró muchas semanas y causó más de 120.000 muertos. Los aliados, franceses y británicos, perdieron más de 50.000 soldados.
Churchill perdió el cargo y el prestigio. Quiso reparar los daños causados y se unió a los frentes continentales para continuar la guerra contra los imperios centrales, el Otomano, Alemania y Austria Hungría. Los Dardanelos guardan los secretos de las guerras de todos los tiempos. Desde Troya hasta Galípoli. El Nobel Pamuk cuenta desde su casa de Estambul cómo ese paso ha sido cementerio de flotas de todos los tiempos.
Se pretendía abrir el paso marítimo a Rusia que participaba con los aliados en la guerra contra los imperios centrales. Se arrojaron toneladas de bombas y obuses. Las fortalezas no cayeron. El 25 de abril de 1915 decidieron desembarcar y tomar la península de Galípoli, un paso previo para dominar Constantinopla. Siempre Constantinopla. La ofensiva fue un fiasco. Unos meses después, la expedición franco-británica, con el apoyo de miles de soldados australianos y neozelandeses y otros dominios de la Commonwealth, se retiraron derrotados. La guerra seguiría.
Hoy se han dado cita en un cementerio en la península de Gallípoli representantes de Gran Bretaña y países de la Commonwealth. El Príncipe Carlos representa a Gran Bretaña. También asistió el presidente turco Erdogan. Vencedores y vencidos de una batalla equivocada. Murieron más otomanos que aliados. Pero fueron los aliados los derrotados.
La guerra duraría tres años más. Cayeron cuatro imperios. Rusia aprovechó para poner en marcha la revolución de Octubre. Lenin se desentendió de la guerra y se dedicó a tomar el poder en Petrogrado y luego en Moscú.
Coincidiendo en el tiempo, mes y días, se perpetraba en Armenia el genocidio que acabó con la muerte de más de un millón y medio de armenios. Turquía no ha aceptado que se tratara de un genocidio. Pero la mayoría de historiadores, países y la opinión pública internacional sí que considera que se perpetró un genocidio contra un pueblo antiguo y con una cultura, lengua y religión distintas a las del Imperio Otomano. La Turquía de hoy pretende eliminar la verdad. No importa el nombre. Murieron tantas personas porque eran armenias y estorbaban a los planes del Imperio Otomano.
Fue el desencadenante de las grandes catástrofes humanas que se perpetraron en el siglo pasado. Dentro de unos días se recordará el final de la II Guerra Mundial. Toda guerra es un fracaso de la humanidad, de la capacidad de negociar, de odio al otro, de desprecio a los que son distintos.
Hoy es un día triste al rememorar lo más perverso de la condición humana. La Gran Guerra iba a ser la guerra que acabaría con todas las guerras para siempre. No ha sido así. Y si damos rienda suelta a los instintos y despreciamos la razón y el respeto al otro podemos volver a las andadas.

 

  12 comentarios por “Cien años de Galípoli y del genocidio de los armenios

  1. Hay una interpretación que establece que la Gran Guerra fue la contestación a la guerra franco prusiana, que culminó la unificación alemana, y ésta a las guerras napoleónicas, que traían «la modernidad» frente al absolutismo de las dinastías europeas. Así tenemos que Alsacia y Lorena pasaron de un lado a otro varias veces. También se ha querido ver una guerra de las democracias contra las dictaduras centro europeas pero se olvida que la ascensión de los ciudadanos a sus derechos políticos fue progresivo en todas partes. En cualquier modo yo querría aportar otras argumentaciones.

    Podemos ofrecer una visión periférica de la Gran Guerra en la que la competencia de los estados europeos en ultramar para conquistar nuevos territorios les hace finalmente enfrentarse militarmente en todos los continentes. Entonces tenemos que ese nacionalismo europeo que ha cambiado el sujeto político de la monarquía por el de la nación en el momento en que subyuga a otros pueblos con el colonialismo se convierte en imperialismo. Por eso el magnicidio del archiduque de Francisco Fernando de Austria en Sarajevo perpetrado por un joven teledirigido por los servicios secretos serbios es el detonante de la Gran Guerra pero las razones profundas de la confrontación ya hacía mucho tiempo que estaban en marcha. Podría haberse neutralizado la escalada bélica que en pocas semanas enfrentó a casi todos los estados europeos pero probablemente solo se habría aplazado la guerra unos cuantos años más.

    En cuanto al genocidio de los armenios me temo que obedeció a la política de homogenización étnica y cultural del Imperio otomano que llevaron a cabo los Jóvenes Turcos en un contexto de guerra bajo unos presupuestos que emanan del nacionalismo excluyente. Algo quimérico si mantenemos que el Imperio otomano estaba compuesto por múltiples pueblos: lo mismo sucedía en el Imperio Austro Húngaro, y en cierto forma en el Imperio alemán, los otros dos imperios que desaparecieron tras su derrota en la Gran Guerra. Tras el armisticio y los Tratados que saldaron las cuentas tras guerra -del cual el Tratado de Versalles fue el más importante- fue posible en función de los Catorce puntos del presidente Wilson la ascensión de las naciones hacia los estados de los países del centro y este europeo, algo que no sucedió con las colonias de franceses y británicos en África y Oriente Medio: de hecho ni siquiera las colonias alemanas y los pueblos que integraban el Imperio otomano obtuvieron su soberanía si no que se incorporaron al imperio de vencedores.

    Sabemos que Alemania décadas después llevaría de nuevo al desastre al continente y probablemente muchos piensen que eso sucedió porque no se subyugo del todo al pueblo alemán. Sin embargo considero que fue precisamente la culpabilización de Alemania y las cargas económicas que le impusieron a esta nación en el Tratado de Versalles lo que sirvió de argumento a los nazis para su ascensión en un contexto de crisis económica después del crack financiero de 1929. Así de nuevo el continente se vio envuelto en una nueva guerra total que en nuestros tiempos en principio queda neutralizada por vinculación de los europeos en una estructura compartida. Esto sin embargo no debería de hacernos pensar que la guerra en Europa queda expulsada para siempre: menos si nuevamente las naciones europeas quieren imponerse nuevamente unas a otras.

  2. Sr. Foix: Gràcies per el seu article. Es un sa ejercici de contrició el fet de que un país, un impreri, reconeix i els seus crims imperials, -l’ imperi espanyol també sins hi tot la Corona d’Aragó, en el seu moment,… Es molt bo per al ànima..tots hens hem espantat amb aquests:-()

  3. La violencia siempre está presente, aunque solo sea como última instancia, en cualquier negociación hay uno que sabe que es más fuerte y pone las condiciones. El día que la violencia no forme parte de las posibilidades el mundo dará un paso enorme hacia la civilización, pero no creo que llegue nunca.

  4. La condició humana és així ….pot anar de la brutalitat a la santedat, del blanc al negre , abraçant entremig, totes les tonalitats de grisos.

    Avancem molt en tecnologia. Ens hem oblidat d’avançar en els valors. Hem primat el «tenir» per sobre del «ser»…i així anem….topant sempre amb la mateixa pedra i sense aprendre’n res.

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