El deporte en general y el fútbol en particular se convierte en punto de fraternidad y entendimiento ante grandes tragedias. El encuentro Francia-Alemania no se detuvo cuando se sabía que las detonaciones fuera del estadio eran explosiones de terroristas suicidas que querían perpetrar una gran matanza. El presidente Hollande era evacuado en helicóptero pero el partido siguió. La pasión del fútbol se transforma en compasión ante una catástrofe. En muchas competiciones europeas de este fin de semana se han guardado los minutos de silencio habituales y la bandera tricolor francesa ha ondeado en muchos estadios.
En el encuentro Inglaterra-Francia el público inglés intentará cantar la Marsellesa mientras los jugadores se mezclarán cuando suenen los dos himnos. En la tregua de la Navidad de la Gran Guerra de 1914 se jugó un partido de fútbol entre Alemania y una selección de fuerzas enemigas. En el centenario de aquella célebre tregua que daría paso a la muerte de millones de personas, la UEFA organizó un acto en Ypres, Bélgica, para recordar aquel punto de cordura que se expresó en un partido de fútbol.
Cuenta George Orwell en Homenaje a Catalunya cómo en el frente de Aragón las tropas de los dos bandos se intercambiaban cigarrillos y jugaban a fútbol. El deporte puede ser utilizado por regímenes autoritarios y por la propaganda de los Estados en todos los tiempos. Pero en casos como el que ha golpeado criminalmente París el fin de semana, el deporte y el fútbol han vehiculado la compasión y la simpatía de las competiciones en todos los rincones de Europa. El fútbol recupera pronto la rivalidad, la pasión y la lucha por la victoria. Pero las causas más nobles tienen cabida en el fútbol.
Publicado en Mundo Deportivo el 17 de noviembre de 2015
El partido entre Bélgica y España se suspendió anoche hacia las 00:15 de hoy. En este caso, la prudencia se ha impuesto a seguir con la vida «normal». Parece inquietante esta suspensión por lo que supone de la fuerza del terrorismo que en raras ocasiones ha llegado a este punto.
Sr.Foix: el fútbol es un deporte, pero en él concurren circunstancias e intereses ajenos al espíritu deportívo…eso provoca que determinados equipos reciban financiaciones que no tienen nada que ver con el deporte del fútbol en si, o que grupos terroristas decidan que un partido de fútbol es el mejor escenario para sus acciones criminales…