Se ha dicho que la política es geografía en el sentido de que la conquista y posesión de nuevos territorios ha justificado muchos conflictos de la historia. Pero la política también es demografía que empuja a los pueblos hacia nuevos espacios de bienestar y seguridad.
Siempre se ha sabido dónde estaba el adversario y cómo se le podía combatir. Al enemigo se le plantaba cara con los mismos instrumentos de guerra. Ganaba el que más soldados desplegaba o el que disponía de armas más poderosas y sofisticadas. La novedad de las guerras de este siglo es el factor humano que aparece cuando un grupo de hombres o mujeres fanatizados deciden inmolarse matando a cuantas más personas, que mueren con ellos.
Diecinueve jóvenes pertenecientes a Al Qaeda destruyeron los símbolos más emblemáticos del sistema norteamericano. Todos los atacantes murieron y se llevaron por delante más de tres mil personas que se encontraban en las Torres Gemelas aquel 11 de septiembre del 2001.
Estamos en guerra, ha proclamado el presidente de Francia, después de la terrible matanza del pasado viernes en París. Pero, añadió, “estamos en guerra ante un nuevo tipo de enemigo”.
Desde el 2001 se han perpetrado invasiones y bombardeos sobre Afganistán, Iraq y ahora los territorios ocupados por el Estado Islámico. Se han utilizado drones, servicios sofisticados de inteligencia y calculados ataques como el que acabó con la vida de Osama bin Laden.
Los talibanes de Afganistán eran los enemigos que batir. Vuelven a estar total o parcialmente en el poder. Sadam Husein era el enemigo que había que eliminar con el falso pretexto, la mentira, de que disponía de armas de destrucción masiva. Francia y Gran Bretaña bombardearon Libia y acabaron con la vida y el régimen del coronel Gadafi.
La realidad hoy es que en todos esos países la inestabilidad y el caos son peores que antes de ser atacados por coaliciones o países occidentales por separado. Los muertos por la guerra en Siria se estiman en trescientos mil. Doce millones de desplazados y más de cuatro millones que han huido a Turquía, Líbano, Jordania y ahora intentan llegar a algún país europeo que les acoja para evitar una muerte segura en el país en el que han nacido.
Cabe preguntarse por qué Occidente ha perdido esas guerras en Oriente Medio. Una de las razones es lo que podría calificarse como la guerra cómoda de las potencias occidentales más armadas. Los bombardeos del 2003 sobre Iraq fueron un error. Lo admite incluso el presidente Bush padre al hablar de su hijo presidente. Se han arrojado toneladas de bombas sobre esos objetivos, pero no se han enviado soldados suficientes para ayudar a construir una sociedad capaz de vivir en paz consigo misma. Uno de los resultados ha sido el caos y el nacimiento del Estado Islámico, que ha golpeado brutalmente París pero que hace unas semanas perpetró semejantes matanzas en Turquía, Líbano, Libia y Jordania. El avión ruso que se estrelló en el Sinaí en su trayecto hacia San Petersburgo hace unas semanas es más que probable que fuera abatido por las fuerzas del Estado Islámico.
Europa se enfrenta a una guerra abierta contra un enemigo que convive camuflado en nuestras ciudades y que se ha apoderado ya de amplias zonas de Iraq y Siria y que pretende extender sus dominios por toda la vertiente sur del Mediterráneo atemorizando y destruyendo la civilización occidental. Nuestro enemigo es el Estado Islámico y no vamos sólo a detenerlo sino a destruirlo, dijo Hollande.
Para eliminar esta amenaza sobre todos nosotros no bastará disponer de más aviones y bombardear las posiciones donde se encuentran. Habrá que exigir a los supuestos aliados de países musulmanes, como Arabia Saudí, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, que contribuyan decididamente en este empeño. La fuerza puede mucho. Pero no todo. Hay que saber también que el 80% de las muertes por el terrorismo en el 2013 se perpetraron por este orden en Iraq, Afganistán, Pakistán, Nigeria y Siria. Son los musulmanes quienes más han sufrido las consecuencias de la violencia de los terroristas.
En su libro El autogobierno de la India, escrito por Gandhi en 1924, se decía que “los hindúes, musulmanes, parsis y cristianos que han hecho de India su tierra son compatriotas y tendrán que vivir en hermandad para preservar el interés de todos”. No ocurrió así en la independencia de 1947. Pero la paz social y política en una Europa donde viven 41 millones de musulmanes ha de estar inspirada en estas ideas. Y para librar la guerra contra el Estado
Islámico habrá que hacerlo con la aprobación de la ONU, pero también con el esfuerzo y compromiso de todos. Las guerras no suelen ganarse desde el sofá.
Publicado en La Vanguardia el 18 de noviembre de 2015
Judy Dench exclama una de las estrofas del poema «Ulyses» del poeta británico Alfred Tennyson …
Nuestros enemigos son desconocidos. Ellos no existen en un mapa. No son naciones, son individuos.
Vean alrededor: ¿A quién le temen? En un rostro, en una bandera, no. Nuestro mundo no es más transparente, es más opaco. Están en las sombreas. Ahí debemos pelear.
¿Qué tan seguro se sienten?
«No tenemos ahora, aquella fuerza que en los viejos tiempos movía tierra y cielo.
Somos lo que somos y ya,
Corazones heroicos de parejo temple.
Debilitados por el tiempo y el destino.
Pero más fuertes en voluntad para esforzarse, buscar, encontrar y nunca rendirse». Lord Alfred Tennyson
https://www.youtube.com/watch?v=_s-IHOqa5rE (ayer la volvi a ver por TV)
Dejo mi última aportación: http://bit.ly/1O7DiQX
«»»El terrorismo es un fenómeno poliédrico, en el que no existe una única solución…» Completamente de acuerdo Francesc…como siempre gracias por su aportación…
Gracias por leer Bartolomé
Sr. Foix : Siempre nos ilustra con sus muy talentudos y realistas artículos de la realidad en que vivimos.
Las respuestas de nuestros compañeros de su Foixblog, también son muy interesantes, talentudas y realistas.
Pienso que a simple vista parece que toda la culpa la tiene el llamado Estado Islámico y que los del mundo de la sociedad del bienestar somos santos que irán al cielo.
Y nos olvidamos de que las guerras las provocan y las inventan artificialmnete las grandes corrupciones institucionalizadas, ensoleadas, toleradas y permitidas entre los corruptores y los panzancontentos.
Ya nos hemos olvidado de los varios siglos del inhumano y criminal comercio de esclavos. Practicado por oriente y occidente. Con la bendición de todas las religiones habidas y por haber. ¿ Ó no es verdad ?
También pasamos por alto la fabricación y comercio de armas y armamento de todas clases a los mismos que hacemos ver que ayudamos…al tiempo que cerramos los sentimientos hacia los millones y millones de muertos que provocan los corruptores de allá y los de aquí con sus bombardeos tipo terremoto.
Ordenados desde las poltronas despues de ir de Bar y de Cenas junto con los del Peix al Cove de cualquier nación de nuestro planeta.
Pienso que los seres humanos llevamos en nuestro código genético todo el bién y el mal …y que hay épocas que nos toca vivir el bién y otras nos toca vivir el mal.
En fin…Al buen entendedor…
VERGONYA !!!…VERGONYA!!!…VERGONYA !!!…
Estoy deseando que nos llegue la época de vivir el bien Albert…
Hace unos dias los de Charlie Hebdo hacian unas viñetas que (tambien) hubieran podido ahorrarselas, a proposito del atentado al avion ruso que dejo 226 victimas.
Mejor podrian hacer coñita sobre el coladero terrorista en zonas francofonas. Que es de verguenza.
A todo esto no encuentro el calendario de manifestaciones de musulmanes buenos contra el terrorismo, ni nada parecido.
La Arabia de los Saud y Qatar quedan cada vez mas retratados como financiadores del terrorismo que se lleva esta temporada.
Espero tambien un vivo debate en toda la culerada del mes que un club al respecto de llevar en el pecho el nombre de Qatar.
Lo comodo es anar fen, vender armamento a los paises que auspician el terrorismo, condenarlo, minuto de silencio, cara de poquer. jiji jaja y embolica que fa fort.
No bamos vien.
El debate Dogbert nos dirán lo de siempre…lo verás pero no lo Qatarás…
Muy acertado es el primer párrafo del artículo. Guerra por territorio.
A partir de la política (segundo punto y seguido), y solo por esta, se empiezan a cometer errores cuyas consecuencias ahora sufrimos.
Cuando al final de la primera guerra mundial, se asentó al poder a la dinastía árabe, haciendo vista y oidos sordos a su orientación religiosa, por el control del petróleo, se abrió la caja de pandora con efectos retardados.
Desde el sofá hemos visto la discriminación de la mujer, la carencia absoluta de respeto a las libertades individuales del pueblo árabe, mientras se derribaban gobiernos occidentales en defensa de la libertad de su pueblo. Todo por el petróleo.
Cayó el Sha de Persia y se sustituyó por un Ayatolá que residía en París.
Se armó a quien combatía Rusia en Afganistán sin tener en cuenta su ideología, cuando Rusia pretendía evitar que el islam se instalara en sus repúblicas.
Vemos, desde el sofá, como estos estados pseudoreligiosos, no mueven un dedo para proteger o simplemente dar caridad imprescindible, a sus correligionarios en Palestina, mientras hacen ostentación de lujos que antaño diríamos asiáticos.Dubai, Qatar, etc.Queremos sus dólares hasta en el futbol.
Ahora miramos hacia otro lado, desde el sofá, tratando de tratar de convencernos de que el islam es una religión de paz.
¿Es que nadie ha visitado Topcapi en Estambul?
Nadie había leido los escritos del profeta antes de tomar las ciudades sitiadas. Están junto a su enorme sandalia.
Allí estaban cuando lo visité. Horrorizaban y así llegaron hasta aquí a sangre y fuego.
Ahora, en sus campos de futbol se regordean del minuto de silencio hacia las víctimas de París, silbando.
Esto no está en los libros de texto,pero que nadie se llame a engaño. La falta de ascensor social incrementa la desafección hacia nuestra cultura.
Una cultura progre que, desde el sofá, se culpa al propio estado de vender armas.
Josep, después de la Primera Guerra Mundial Francia y el Reino Unido se repartieron los restos del Imperio Otomano en Oriente Medio, situando a las élites árabes en gobiernos títeres. Algo parecido sucedió más tarde en Arabia Saudita con la familia Saud esta vez de la mano de los americanos. Pero esto que dices que no se tuvo en cuenta su religión no lo comparto en muchos casos pues estas élites políticas lo eran también en el plano religioso. De hecho después de la Segunda Guerra Mundial en todo Oriente Medio se da el fenómeno del panarabismo de los partidos nacionalistas de izquierda que mantienen la arabidad (la historia en común, la lengua y la cultura) por encima de la religión. Y esto fue algo genuino que llevaron a cabo los árabes pero que occidente torpedeó incesantemente hasta el final porque no los podían controlar teniendo sus restos en los regímenes árabes de Egipto y Siria, que ya poco tienen que ver con lo que fueron en su origen. ¿En qué queda el islamismo? En una contestación que desde la religión hace política al fracaso de esos regímenes que han degenerado que cuando tiene la oportunidad se presenta a las elecciones y cuando se les expulsa toma las armas. En cuanto a Iraq y Siria: es el resultado de la destrucción del estado en un caso y de la frustración de una revuelta que ha degenerado en una guerra civil en la que los rebeldes han recibido apoyo de todo tipo de sus compadres árabes y occidentales. Ahora estamos viendo los errores.
Perdona te he leído mal,
Leyendo rápido te entendí que occidente en estos regímenes había prestado poca atención a la religión dejándola de lado -relegándola- y de ahí los problemas de ahora. De ahí lo que te he comentado del panarabismo. Has dicho exactamente lo contrario que se pasó por alto la religión en estos regímenes para asegurarse el petróleo.
Pero un último apunte: no es conveniente generalizar sobre ninguna religión y sus seguidores.
Demasiadas veces los árboles no nos dejan ver el bosque.
Tengo el máximo respeto y consideración a los seguidores de cualquier religión.
Igualmente lo tendría a los cristianos que vivian bajo el miedo de la Santa Inquisición.
Tampoco el cristianismo era una religión de paz, la que por la fuerza y también a sangre y fuego, imponía sus creencias a quien osara pensar por su cuenta en la Edad Media.
¿Era posible que algún cristiano se manifestara contra los Juicios de Fe?
Nada es nuevo bajo el sol que nos calienta a todos
Dices que tienes el máximo respeto y consideración a los seguidores de cualquier religión pero acto seguido recuerdas que el cristianismo no era una religión de paz dando a entender que el islam ahora tampoco lo és.
Justo lo contrario que mantienen la mayoría de musulmanes europeos cuando afirman que el Estado Islámico no tiene nada que ver con el islam.
El islam como cualquier religión tiene su historia, su lado bueno y su lado malo, no es homogéneo, hay diferentes interpretaciones, y se ha usado para lo que ha convenido.
Una de las cosas que busca el Estado Islámico es la separación en nuestras sociedades «entre nosotros y ellos » para ganar cada vez más adeptos. Pero perdemos de vista que esta guerra lo és también dentro del propio islam.
La causa que detiene a Occidente es el resultado desastroso de la guerra en el terreno (Afganistán, Irak…). Las guerras del siglo XX y las de este siglo afectan de modo insidioso a la población civil, causan una gran mortandad por las tácticas que se usan y además porque el vencedor puede aplicar, según su ideología y fines, el terror a las poblaciones conquistadas. Europa depende de los EEUU y de Rusia, y éstos junto con China son los que pueden intentar acabar con estas guerras, siempre y cuando los países de Oriente Medio apoyen la iniciativa y la ONU de su visto bueno, pactando las formas y el alcance. Es una situación muy compleja dada la historia de los últimos cien años en esa zona.
Occidente debería aprender de los errores para no repetirlos, y reflexionar sobre que objetivos quiere obtener con su acción, el beneficio general para todo el mundo y la consecución de una paz duradera. Esto costará dinero, tanto ahora como cuando se llegue a la paz para ayudar a esos países a prosperar. Es evidente que en la Península Arábiga hay mucho dinero pero no parece que se distribuya para el bienestar de la población de todos los países; mientras, Europa ha pactado en función del petróleo y de sus intereses económicos: una política de vuelo corto.
Por de pronto las empresas de armamento son las que están subiendo en bolsa…
Sabes que pasa, que van a hacer santo a Al Asad, y van a cuestionar a los Saud. Todo porque se ha primado siempre el beneficio particular -si quieres de una multinacional o un estado- y no lo que mejor convendría a todos. La alianza entre Putin y Hollande es muy significativa: ahora han descubierto que lo de Ucrania -con el máximo respecto- era un conflicto estupido e innecesario intercambiable.
Sr.Foix: padecemos las secuelas de la generación Gameboy, nos creemos que todo se puede conseguir desde el sofá y co la consola en la mano…pero al final en todas las guerras siempre se acaba militarizandonos a los civiles,aunque escasas veces, por no decir ninguna, se consigue civilizar a los militares…
En los países democráticos los gobiernos deciden ir a la guerra, y los militares, que pueden influir en esa decisión, obedecen ese mandato. Es cierto que una vez iniciada una guerra la sociedad deja de ser la misma, y las razones de la lucha conducen a una militarización que no es civilizada de modo especial en los lugares de conflicto donde la barbarie forma parte de la guerra.
La militarización de los paises árabes, con motivo de su primavera sangrienta, está generando mucha inseguridad en toda el area del mediterraneo, los grupos militarizados se han adueñado del poder y hacen y deshacen a sus antojo, imponiendo la ley del más fuerte y desarrollando sistemas de gobierno basados en la rapiña y la sumisión civil…José A. Todo esto tiene muy mala pinta…no presagia nada bueno…
Estoy de acuerdo, es la ley de la selva: una locura. ¿Quién nos iba a decir que en el siglo XXI estaríamos así?