La continuidad son ellos, los jugadores, el tridente Messi-Neymar-Suárez, Busquets, Piqué, Iniesta, Bravo, todos, hasta Ter Stegen, que no sonríe porque está molesto por no jugar unos minutos. El Barça, cosecha 2015, es un Gran Reserva que se guardará en las bodegas del Museo como una pieza de porcelana fina, de la manufactura de Sèvres, lo mejor de lo mejor. La exhibición en Japón fue una operación global que eleva la marca Barça al primer puesto del fútbol mundial. Luis Enrique sonrió como han sonreído los antecesores suyos que abrieron el camino de esta apoteosis del año que acaba. Guardiola, Tito Vilanova y Rijkaard conocieron las mieles de este siglo que tiene color barcelonista hasta el momento presente.
El Madrid goleaba sin piedad a un Rayo que jugó con nueve buena parte del encuentro. Qué proeza. No se atrevió con el Villarreal ni con el Barça que le dejó cuatro goles en su visita al Bernabéu. Cambian los presidentes y los entrenadores en el Barça y el equipo sigue con su obsesión ganadora. El Madrid cambia entrenadores, futbolistas pero el que sigue es Florentino. ¿Cuál es el estilo del Barça de Luis Enrique? El mismo de siempre, pero mejor, más evolucionado, adaptado a las siempre cambiantes leyes no escritas del fútbol. ¿Cuánto tiempo durará esta baraka? Dependerá del tridente y del resto del equipo pero también de la capacidad de renovación a medio plazo de un club que, sobre todo, ha sabido adaptarse sin perder un cierto estilo de juego.
Nada es definitivo y todo cambia. A partir del día 30 habrá que volver a picar piedra con el Betis y con los que se tercien en las tres competiciones abiertas. La asignatura Arsenal se ha superado varias veces. Pero hay que volver a enfrentarse con Wenger y ese club de los ‘gentlemen’ de Londres. Lo más importante es que el Barça dice con orgullo que “hasta aquí llegaron las aguas en el siglo XXI”. Hay que elevar más el listón. Es el momento y sí, se puede.
Publicado en Mundo Deportivo el 22 de diciembre de 2015
Sr.Foix: hay que disfrutar el momento deportivo que vive este Barça que juega de memoria…