El objetivo principal de cualquier gobierno es la estabilidad para aplicar los programas de los partidos que conforman las mayorías en el Parlamento. La estabilidad se percibe frágil en el Govern de Carles Puigdemont y posiblemente lo será en el gobierno que se apruebe eventualmente en el Congreso de los Diputados.
Es sintomático que en la primera votación en el Parlament de Catalunya se lograra salvar la paga extra del 2012 a los funcionarios que exigía la CUP. Puede considerarse una cuestión menor políticamente, pero implica el pago de 434 millones que se abonarán gradualmente hasta el 2018. Es una cuestión menor que indica que los dieciocho meses de legislatura estarán controlados de cerca y a distancia por la CUP. Puigdemont tendió la mano a otras fuerzas de la oposición para no depender exclusivamente de los cuperos. Pero el apoyo de las fuerzas no independentistas dependerá precisamente de la declaración del nuevo Ejecutivo de situar a Catalunya a las puertas de la independencia en un año y medio.
Puigdemont no quiere ser esclavo del calendario. Quien dice 18 meses puede indicar 24 o 36, ha venido a decir. Pero la CUP le ha recordado que la independencia, el proceso constituyente y el rescate social son las prioridades de la formación anticapitalista de la que depende la continuidad del Govern. El margen de maniobra de Puigdemont es estrecho a pesar de proclamar las ambiciones de su Ejecutivo, que tienen que ser también realistas. No se pueden dar saltos al vacío, manifestó el president en el pleno de ayer. El dilema está servido. No está claro cómo se puede respetar la legalidad democrática sin que se produzca el descarrilamiento institucional debido a un anuncio de declaración de ruptura con España.
Otra cuestión no menor para Carles Puigdemont y Oriol Junqueras es cómo se van a financiar los costes de las promesas hechas por el nuevo Govern. ¿Quién pagará los intereses de la deuda, el gasto corriente y todo lo que se derive del proceso de desconexión con España? Catalunya no tiene solvencia financiera y para satisfacer los gastos más perentorios tendrá que acudir al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), la línea de crédito establecida por Cristóbal Montoro en el 2012 para ayudar a las comunidades autónomas que no puedan financiar su deuda en los mercados internacionales.
La inestabilidad política que se visualiza en el horizonte catalán es igualmente incierta en el panorama español. Es muy probable que se forme un gobierno en las próximas semanas. Pero será inestable, independientemente de quien lo presida, porque el PP, hoy por hoy, es incapaz de encontrar aliados de tanto ignorarlos en los últimos cuatro años. Si la estabilidad no se consigue en Madrid y Barcelona, habrá que volver pronto a las urnas.
Publicado en La Vanguardia el 21 de enero de 2016
Y asi pasito a pasito nos han colocado frente al abismo y ahora quieren que demos un paso al frente. Incluso estan dispuestos a darnos el empujoncito de gracia.
Pues esto de gracia ya no hace ninguna y las penultimas verguenzas exhibidas ya son de vomito.
Necesitamos gobiernos fuertes y dirigentes solventes y, disculpen, con este sistema que siguen enunciandonos como democracia pero que ya no lo es ni por el forro, no i ja res a fer. Ni en el Principat ni en las españas.
Sr.Foix: por desgracia no serán unos meses, sino unos años más de inestabilidad…el tema económico está cogido con pinzas y la cosa se sostiene a duras penas…ya no se puede apretar más al contribuyente sin crear un colapso impositivo y no veo ningun planteamiento real de reactivación económica que no sea demagógico e ilusorio…la política social se basa en ayudas y subvenciones que son pan para hoy y hambre para siempre, una política social basada en sacar y fidelizar votos y no en sacar y eliminar el paro estructural que padecemos…quienes ven en la actividad política una forma de colocarse o una solución a su situación de paro, no creo que estén muy capacitados para desarrollar medidas laborales o económicas tendentes a solucionar dicho problema…disculpe una vez más mi escepticismo…
bartoloméc, imposible expresarlo mejor en tan pocas palabras!
Todos quieren ordeñar la vaca David G, pero no veo que se preocupen gran cosa en cuidarla…
cuando el sr. foix ha preguntado en su artículo:
«¿Quién pagará los intereses de la deuda, el gasto corriente y todo lo que se derive del proceso de desconexión con España?»
lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido… ¡los de siempre!
Practicamente se nos quedan la alfalfa para alimentar a la vaca lechera, pero los muy insensatos continuan soberbiamente, con su mando y ordeño por la ley basada en la doctrina Rajoy…Y asi con tanta doctrina…la vaca ya no da …más de lo mismo.