Una jornada gris en pleno invierno de meteorología insólita. Los tres aspirantes al campeonato de Liga se contentaron con la victoria. Luis Enrique, Zinedine Zidane y Cholo Simeone reconocieron las dificultades para vencer a tres equipos de ambiciones menores. Fueron resultadistas. Hoy me quedo con la victoria, dijo Zidane, que sólo deslumbra en el Bernabéu y pasa muchos apuros fuera de Madrid.
Un día mediocre lo puede tener cualquier jugador o cualquier equipo. Siempre y cuando los aspirantes al título pasen por el mismo trance. La Liga le sonríe al Barça. Pero llega el tiempo de la verdad y un par de fallos pueden trastocar la cabecera. La oportunidad de Luis Suárez, Neymar o Messi va a ser decisiva en los encuentros cruzados con los otros dos aspirantes al título. Otra cosa será la Champions. Palabras mayores.
Pep Guardiola quiere llevarse tres Ligas y el gran título europeo antes de incorporarse al Manchester City. Desplazó a Heynckes del Bayern con control remoto, tras ganar Copa, Liga y Champions, de la misma forma que avisa con anterioridad que sustituirá a Manuel Pellegrini en el Manchester City. La final en San Siro será, como siempre, el tablero para decidir la hegemonía europea en este 2016. Florentino suspira por ello para tapar la boca de una vez a un Barça hegemónico.
Es pronto para hacer predicciones. La pugna para conseguir títulos pasa por jornadas aburridas como la de este fin de semana. Pero no se puede tentar la suerte o dormirse en laureles de una cierta prepotencia. Un resbalón contra un equipo menor puede convertirse en un efecto mariposa. Los tres puntos contra el Gijón del próximo 17 de febrero serán decisivos. Luis Enrique puede repetir el triplete y hacer historia con mayúsculas. Todo depende de los pequeños pasos de aquí a finales de mayo. Y también de la ilusión colectiva impulsada por el tridente y los Piqué, Iniesta, Busquets…
Publicado en Mundo Deportivo el 9 de febrero de 2016
Sr.Foix: no hay que descuidarse, pero los nervios siempre los tienen los que van detrás…