La ruptura parcial de las reglas de juego europeas ha conducido a las primeras expulsiones masivas de refugiados que llegarán a Turquía sin tener la seguridad de que serán tratados con la dignidad que merecen.
Existe un distanciamiento entre los gobiernos y sus opiniones públicas sobre la gestión de la crisis, la cohesión europea, el Estado de bienestar y la efectividad de las directrices que salen de Bruselas. Las razones de Estado se han puesto a la defensiva y han perdido aquel punto de humanismo que ha caracterizado a Europa en los últimos cincuenta años.
Se cierran fronteras, se levantan vallas y se impide el libre paso de personas, también en aquellos países que habían suscrito el tratado de Schengen. Lo que ocurre en las playas griegas y sus islas estos días tiene un aire de derrota. Cuando en Europa se movilizan miles de personas para detener la entrada de extranjeros o para expulsarlos de madrugada, sin medios y sin garantías, los peores recuerdos vienen a la memoria colectiva.
En 1914, los estados de Europa fueron a una guerra pensando que era imposible, que en cualquier caso sería breve y que no se convertiría en la primera gran carnicería humana del siglo pasado. Los estados europeos seguían la lógica westfaliana y se preparaban para posibles conflictos que no se observaban en los horizontes. Se armaban para defender y expandir sus fronteras.
Los estados mayores militares y los gobiernos de Berlín, París y Londres tenían una percepción distinta de la realidad. Unos querían armarse para ganar futuras guerras, y las sociedades respectivas se subían al carro del progreso y de los avances sociales pensando que el mundo había entrado en la paz perpetua de la prosperidad. Corrieron ríos de sangre en las dos guerras por las tensiones ideológicas y también por el nacionalismo de los estados que todavía dominaban continentes enteros como consecuencia de las colonizaciones. Dominación de tierras y de personas.
Las tensiones internas que se observan en Europa, Rusia, China y Estados Unidos tienen en común la falta de complicidad entre los dirigentes políticos y sus respectivas ciudadanías. La política ha perdido contacto con la realidad y la realidad marcha suelta buscando fórmulas nuevas, en muchos casos con mensajes simplistas y populistas, con promesas que son acogidas con entusiasmo por las masas.
¿Por qué España, por ejemplo, ha recibido sólo a 18 refugiados? Porque la voluntad de acogida de mucha gente ha topado con la inoperancia del Gobierno. Esto sólo es competencia del Estado, decía la vicepresidenta Sáenz de Santamaría con cierto enfado. Pues que lo haga el Estado. Y no lo hace. Por miedo a no sé qué. Se pierde el respeto hacia el otro, crece la xenofobia, nos encerramos en debates de bajo techo y olvidamos que el Estado tiene que velar por todos pero especialmente por los más frágiles.
Publicado en La Vanguardia el 7 de abril de 2016
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Lluís Foix
Probablemente el origen del problema humanitario es el presidente de Siria por negarse a someterse a la voluntad de quienes querían pasar conducciones petrolíferas sin cobrar peaje.
Entonces dejó de ser nuestro dictador para convertirse en un ser abyecto que subyuga a su pueblo. Así que hay que derrocarle, pero… en su país hay bases rusas, quienes prefieren mantener el suministro de petróleo a Europa sin cambios a través de Ucrania.
Ahora tendrá que decidirse entre soportar este crimen humanitario de los desplazados o forzar la paz mediante una guerra costosa en vidas que ponga orden y dé seguridad a los sirios para que puedan regresar y reconstruir su país.
Europa es incapaz de mover un dedo salvo cuando atentados en París o Bruselas remueven sus estómagos. Y la ausencia de solidaridad con Francia y Bélgica, demuestra la inexistencia de una unidad europea.
Solo nos mueve el EURO
La crisis de los refugiados hará saltar la UE,al menos èsta,que nació de los acuerdos de la CECA y que alentaba la voluntad de acabar con el enfrentamiento de Alemania con sus vecinos,principalmente Francia.Nadie pensaba en unos Estados Unidos de Europa.Y las posteriores
anexiones de países que se salían de este marco,incluida España,obedecían a un motivo exclusivamente económico,y estas son las consecuencias.Europa no está preparada ni para la crisis de los inmigrantes,ni para los conflictos de Oriente Medio,en todo caso de adherido a los EEUU,ni menos al reto del estado ruso.Europa como ente político,no existirá en mucho tiempo
El artículo de Foix es excente. Dejo algunas de mis impresiones de estos últimos días sobre el tema: http://bit.ly/1RSDO3k
«»»El bloque occidental tiene su cuota de responsabilidad por acción u omisión en el establecimiento de las nefastas condiciones, destruyendo estados (Iraq y Libia) y armando a los rebeldes (Siria)»»»…Esa es la base del problema…
Todo es muy complicado pero en sus paises de origen la guerra ha de terminar!!!
Mientras tanto… Campos de refugiados dignos y organizados x afinidades étnicas !! Sería prestarles el suelo y una vivienda digna en tanto en cuanto no pueden regresar!
Sr.Foix: El distanciamiento al que Vd alude, entre los gobiernos y sus opiniones públicas sobre la gestión de la crisis, la cohesión europea, el Estado de bienestar y la efectividad de las directrices que salen de Bruselas, es ya una ruptura en toda regla…los ciudadanos hace tiempo que saben que el «papa estado» no es capaz de responder a todos los problemas y mucho menos de solucionar la grave crisis de corrupción que nos envuelve día sí y día también…este sistema basado en la corrupción endémica, ha creado dos únicas clases sociales, los que viven del herario público y quienes contribuyen a mantener un sistema que ha perdido el contacto con la realidad…el humanismo está en retirada sí, pero hay que buscar las verdaderas causas de todo ello entre quienes han corrompido nuestra sociedad…
Totalment d’acord Lluís !