Las revoluciones triunfan no por la fuerza de sus ideas, sino cuando logran constituir una clase dirigente mejor que la anterior. En su historia de Roma, Indro Montanelli, dice que el cristianismo logró precisamente esta empresa. Claro que después fueron los bárbaros los que se impusieron a los romanos decadentes y corruptos.
Para que se produzca un cambio revolucionario tienen que darse muchas circunstancias que prácticamente lo empujen sin que haya que hacer nada más. A veces, basta que la policía o el ejército se inclinen por los revolucionarios como ocurrió en Irán en 1979 y en Petrogrado en 1917. Cuando las fuerzas armadas no obedecen las órdenes de los gobiernos el cambio está muy próximo.
La historia de las revoluciones y golpes de Estado es de alguna manera la de los dirigentes de todos los tiempos que pensaron que no pasaba nada y se acostaron a las diez de la noche. A veces es también consecuencia de la confianza de los legisladores en que se puede hacer todo desde un parlamento. Alexis de Tocqueville observaba que la víspera de la revolución de 1848 la Asamblea Nacional de Francia era el único lugar en París en el cual, desde muy de mañana, no se discutió ni habló de lo que estaba en boca de todos los franceses.
Es cierto que ninguna de las revoluciones de 1848 que afectaron a todas las capitales europeas llegó a triunfar. Pero los historiadores dicen que fue la gran revolución del siglo XIX, porque puso las semillas de los grandes conflictos que se perpetraron en el siglo siguiente. Fue el año, además, en que Carlos Marx escribió el Manifiesto Comunista.
Las revoluciones modernas pueden promoverse a través de las redes sociales. Pero no basta. Hasta ahora, por lo menos. Ni siquiera basta un grupo de ideólogos que han pensado muy bien lo que quieren hacer como ha ocurrido en el núcleo duro de Podemos que se incubó en la Complutense de Madrid. Bellos discursos, grandes promesas, denuncias de corrupción y mal gobierno. En muchos casos tenían razón. Pero no eran más que palabras y no tenían un equipo preparado, lo que se llama un plan B, para asaltar el poder en el caso de que ganaran en las urnas.
El problema es que un cambio revolucionario en los tiempos modernos tiene que contar con la aprobación de una cierta mayoría silenciosa que acepte la transformación de la sociedad. No basta con destruir el orden viejo. Hay que presentar un nuevo orden, aunque sea utópico. Tiene que ser creíble y estar dotado de un cuerpo de pensamiento mucho más elaborado que la retórica de unos cuantos jóvenes profesores de universidad. Su hora puede llegar pero no con estos discursos y estos personajes que quieren sustituir a las clases dirigentes sin estar preparados.
No creo en cambios revolucionarios, que suelen cambiar a una parte beneficiada por otra,quedándose otra vez en dos bloques.Creo en las transiciones, pero para ello es necesario, coordinación, colaboración y no frentismo
Los revolucionarios Ramón, una vez implantada su revolución, se transforman en casta pura y dura…
Sr. Foix: Despues de leer su excelente artículo y meditar sobre el, vuelvo otra vez a la teoría de que cada tercera generación ó sean los nietos vuelven a revolucionarse, con toda la razón, frente alabuso de poder, la corrupción generalizada, presuntamente, institucional, el despilfarro y el desequilibrio económico, el desamparo porelparo, ect. ect….quieren cambiarlo todo desde la raiz, pero sin ninguna experiencia vivida de lo que ocurre, cuando se ponen en práctica todas las teorías revolucionarias, que ellos tienen en mente.
Y vuelta a empezar, pues es peor el remedio que la enfermedad.
Supongo que al que hay que cambiar es al propio ser humano, su comportamiento humano hacia sus semejantes e interpretación de la realidad.
Lo demás, supongo, que es » Mucha retórica de unos jovenes profesores » …y en la realidad…pocas nueces.
Mientras el desamparo por el paro, sigue y sigue… mientras nos van colonizando económicamente y realmente la China, Paquistan, ect. y España está durmiendo la …spanish siesta… Inconsciente de la realidad.
No creo que exista una posibilidad de un nuevo orden y menos a niveles nación/ estado. ¿Si un estado es una linea de crédito que nuevo orden se puede montar ? te cortan el crédito y listos. Hay que pensar a nivel más general y más personal.
A mi me gusta el texto de Fellini :
” Un análisis es difícil. Nos han dado una educación orientada hacia los fines, proyectada hacia el mañana. El mañana como posesión, como propiedad.Nunca tuvimos un contacto inmediato con la vida. No tenemos sentido social. La mayor unidad social del país es la familia, o dos familias, la legítima y la otra. Nunca nos hemos esforzado por cultivar nuestra vida íntima, nuestra vida moral. Siempre son los otros los que deben ser honestos, responsables, altruistas, no cada uno de nosotros. Y, así, vivimos en una sociedad de injusticias terroríficas, de egoísmos tan estratificados que se han vuelto inconscientes, de deformaciones de todo tipo. Nos esperan transformaciones sociales fatales. Pero yo no puedo proponer ningún remedio, más el llevar a cabo una última , extrema reflexión. Reflexión que debería tener lugar dentro de cada uno de nosotros, en la esfera individual. ”
Federico Fellini.
Després de llegir aquest article, només puc dir una cosa: BRAVO, Sr. Foix!!
Sr. Foix: No solamente redes sociales también apoyos no confesados Como se entiende los fallos estrepitosos de las encuestas o los montajes en algunas TV Estamos en unas democracias dirigidas por alguien que no conocemos Se atreven a decirnos al día siguiente de las elecciones las motivaciones que hemos tenido Yo creía que cada uno tenía la suya
Espléndido análisis, Sr. Foix.
Nuevos saludos
J. M. Caparrós Lera
Catedràtico emèrito de Historia Contemporànea
Universitat de Barcelona
Sr.Foix: existe una cierta coincidencia entre este movimiento de profesores y el que hubo en los primeros años de la transición… la Complutense madrileña vive hoy lo mismo que vivió entonces, una eclosión de estudiantes descontentos con su presente y un profesorado que les prometia un nuevo futuro…nada nuevo bajo el sol…salvo el uso de redes sociales…