Cuantos hemos hecho vaticinios sobre la política española y catalana podíamos haberles ahorrado muchas especulaciones que no se han traducido en realidad. No es fácil descifrar el futuro de la política. Y mucho menos en estos tiempos de interinidad, de cambios, de insatisfacciones y de radicales confrontaciones entre partidos y sus votantes.
Que tengamos que esperar los resultados de las elecciones gallegas y vascas para poder acelerar una investidura o lanzarnos a unas terceras elecciones en un año no es culpa de los analistas sino de los que habiendo podido encontrar una salida a la actual situación de incertidumbre no la han querido encontrar.
La democracia tiene también atascos. No es lo habitual pero no hay que descartarlos. Que se quiera responsabilizar a Pedro Sánchez de que no tengamos gobierno en nueve meses es legítimo pero precipitado. La responsabilidad es también de Mariano Rajoy y del resto de partidos que pueden influir en una investidura que es necesaria para formar gobierno. Todos tienen sus razones. Pero ninguno ha querido priorizar lo que objetivamente conviene a un país que es tener gobierno, oposición, que las instituciones funcionen y que sepamos más o menos hacia dónde vamos.
Tampoco se entiende la falta de realismo de los partidos que saben que unas terceras elecciones en un año les seguirían castigando, si nos atenemos a las encuestas. Pedro Sánchez va perdiendo votos. Rajoy los puede ganar pero qué estrambótico es construir una estrategia a base de dejar transcurrir el tiempo esperando que el adversario se debilite.
Unas nuevas elecciones pueden variar el mapa político. Pero no mucho. Dudo que haya mayoría absoluta de ningún partido. Será necesario el pacto, la transacción, el escuchar al otro, el ceder un poco o un mucho. La gran coalición en Alemania está en vigor desde 2013. Los pactos políticos son habituales e inevitables en toda Europa.
La oposición es imprescindible pero el gobierno es anterior. Si Rajoy y Sánchez, los dos que podrían desbloquear la precaria situación en la que vivimos anclados, no consiguen construir un acuerdo de mínimos, será mejor que dieran un paso al lado, que se fueran a casa, y cada formación tiene reservas suficientes para cubrir los huecos de liderazgos fallidos. Demasiadas posiciones absolutas. Muchos egos intocables.
Sr.Foix: llegar el último a comentar me obliga a hacer un resumen de mis compañeros… estamos hablando de mamíferos egolatras panzacontentos…
Cogne BartolomeC, esto si que es capacidad de sintesis!
Dogbert, me lo habéis puesto como se las ponian a Fernando VII…
Liderazgos? Lideres?
Solo veo mamiferos como diria el poeta acrata Jesus Lizano.
Perdedores, esto es lo que son.
Y los dos individuos de la foto a lo que van es a la busca del bipartidismo casi perdido, nuevas elecciones mediante.
Trifulcas en los partidos, entre los partidos… nadie piensa en el bien general, les importamos entre poco y nada.
Y este domingo los vascos a lo suyo y los gallegos a reforzar su vena masoca.
Callejon soo con una salida, la de emergencia.
Buen fin de semana. Sean buenos y dejense iluminar en Can Cuni por los Tres Tenores, el Sr. Foix ya debe estar aclarando cuerdas vocales.
L’egolatria hauria d’ésser pels polítics un pecat capital.
Sr. Foix: En efecto, como Vd.dice…» muchos egos intocables «.
Y añadiriamos…mucha codicia, mucho afan de poder y riqueza. Y presuntamente muchos corruptores y corruptos, aguardando agazapados a lo topo, para introducirse en el sistema y medrar y enriquecerse millonariamente a costa del mismo.
En resumen: No llegan a un convenio ó acuerdo porque perciben demasiado dinero en millones de euros en remuneración, presuntamente por su cargo político.
En definitiva son panzacontentos inmnes a la sin esperanza y el desamparo por el paro, elhambre, la sed y el sin vivienda.
Pero tranquilos, pues para los panzacontentos, frescales, ect. …» Toda España va bién y Cataluña también »
Entonces » ¿ De que nos quejamos…? «
P. D. Pienso que hay dos clases de personas:
Una es las opulentas y panzacontentas y la otra es las miserables, desamparadas por el paro, el sin comida, el sin agua y el sin vivienda.
Y muchas veces : » la huida de la muerte, por las guerras y los bombardeos tipo terremoto, ect.»