La Liga se presenta más disputada que otros años. Más inglesa, diría. No será el monótono y alternativo reparto entre Barça y Madrid. El Atlético de Simeone va líder en la séptima jornada y el Sevilla es tercero después del Real y delante del Barcelona. La tendencia es una mayor competitividad. El Barça de Luis Enrique hizo una muy buena segunda parte en Balaídos el domingo. Pero se llevó cuatro goles y no sirvieron de nada las reacciones épicas de Piqué ni la tardía aparición de Iniesta para ni siquiera igualar el marcador.
Ter Stegen tiene un gran futuro en el Barça. Pero siempre que tenga en cuenta que un portero tiene que jugar con las manos y con la inteligencia. Su mérito no está en el dominio de sus pies. Se veía venir. Tantos toques hacia atrás, tantas exhibiciones de salón con los pies de Ter Stegen, tantos pases hacia y desde el portero le costaron al Barça la posibilidad de remontar cuando estaba a un gol del Celta. Pasar el balón estrellándolo en la cara de Pablo Hernández supuso el desplome del entusiasmo liderado por Piqué. La remontada era imposible y terminar el domingo como líder era una quimera a pesar del empate del Madrid ante el Eibar. Pero Busquets tampoco fue el motor central. Luis Suárez no se encontró a si mismo y Neymar no demostró esta vez que puede ser el cerebro de recambio en ausencia del genial Leo Messi.
Luis Enrique perdió nuevamente en Vigo pero salvó, por lo menos, la dignidad en la segunda parte. Pero con dignidades a destiempo no se ganan títulos. El drama del Barça del domingo fue que en el minuto 31 de la primera parte perdía ya por tres goles. Cabía la épica pero el equipo no está acostumbrado a gestos heroicos sino al tejido de complicidades que van desde el portero hasta el resto de jugadores. Luis Enrique tiene que sacar las consecuencias de las dos derrotas inesperadas, seis puntos esfumados, con el Alavés en el Camp Nou y con el Celta en Balaídos. Los títulos se pierden y se ganan en el sprint final pero también al principio.
Publicado en Mundo Deportivo el 4 de octubre de 2016
Sr.Foix: ya lleva unas cuantas Ter Stegen…y alguien debería decirselo…
Es joven y va sobrado, el otro día tenía mejor opción de pase hacia Piqué. Al equipo le va bien su forma de jugar , permite que tengamos más gente en medio campo, ha de vigilar tonterías y ya está. Higuita perdió un balón muy importante por creerse Maradona.
La idea es buena, no te lo niego, per el invento del portero-delantero Francis, ya existia en mi niñez, el problema es que siempre hacia de portero el que estaba menos dotado para jugar con los pies…