El discurso oficial y entusiasta no contempla una temporada aciaga. El Barça tiene el mejor jugador del mundo, Leo Messi, y un tridente tan potente que no presagia un final triste. Pero llevamos casi un tercio de temporada y cunde un cierto desánimo. En los seis encuentros de Liga en el Camp Nou se han entregado siete puntos. Los títulos se ganan en el tramo final pero también al comienzo. En dos semanas todo puede ser diferente si se gana en Glasgow, en Anoeta y se vence al Madrid en el primer clásico en el Camp Nou.
El culé está perplejo porque ve cómo el Alavés, el Atlético y el Málaga se han llevado siete puntos ante sus narices dejando una percepción incrédula. No es sólo la ausencia de Messi ni la baja de Suárez. Neymar no es el director con visión total. La voluntariedad de Piqué no resuelve situaciones críticas. Puede ser el presidente del futuro y tener el privilegio de una gran visión empresarial. Pero lo que le toca ahora es ser un buen central, quizás el mejor, pero no el hombre del gol-milagro.
Alcácer empieza a agotar la paciencia si no marca ni se le ve el instinto de gol. Nadie echa de menos a Iniesta. ¿No será la ausencia de don Andrés una de las causas principales de este accidentado comienzo de temporada? El Barça mejor de la historia no es sólo el prodigioso Messi. Fue también aquella fórmula irrepetible de Iniesta, Xavi y Busquets la que integró las esencias de un estilo que ahora ha levantado el pie del acelerador.
Que vuelva pronto Iniesta y que Luis Enrique se esmere más en el control del medio del campo para no abandonar la esperanza de, por lo menos, dos grandes títulos esta temporada. Los árbitros pueden haber influido en jugadas que han cambiado el rumbo de los partidos. Pero no es excusa para un equipo que aspira a ganarlo todo. Los gurús mediáticos blancos ya han asignado el Balón de Oro a Ronaldo que sigue comportándose con la descortesía habitual y más altanería que nunca cuando marca goles. Tebas debe estar satisfecho. No es hora para veredictos precipitados. Hay que ganar los tres próximos encuentros para no entrar en depresión.
Publicado en Mundo Deportivo el 22 de noviembre de 2016
Sr. Foix: Estoy de acuerdo. En realidad falla el cerebro principal que interpreta el juego del equipo en su conjunto e influye decisivamente en su desarrollo y ejecución satisfactoria y ganadora.
Por muy bueno y único que sea …Messi, está demostrado que sin el cerebro interpretativo de Iniesta y desde luego con la colaboración de todo el resto del equipo, el Barça no ganaría demasiados partidos a pesar de la millonada de euros que ganan los jugadores.
Sr.Foix: el tema Iniesta ya lo hemos tratado en numerosas ocasiones, su aportación es básica, su trabajo silencioso y no siempre reconocido…