Las divisiones se han acentuado en el mundo democrático de manera alarmante. Hay divisiones en Estados Unidos, en Gran Bretaña con el Brexit, en Francia, Italia, España, Austria, Holanda. Los quince días de la presidencia de Trump son la consecuencia de un estado general de cosas en el mundo democrático. Se detecta una electrificación del ambiente en todas partes.
Trump levanta muros, prohibe la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, destituye a la fiscal general en funciones acusándola de traidora. No pierde el tiempo. Tiene prisa. Las divisiones afectan a las relaciones entre la prensa y las instituciones. Se ha pasado de las charlas tranquilas desde la chimenea de la Casa Blanca de Franklin Delano Roosevelt a los precipitados tuits de Trump. Todo va muy rápido. Cese fulminante de la fiscal general del Estado en funciones.
Brexit es otro signo de división en el seno de la Unión Europea. Italia ha echado al primer ministro, en Austria la derecha extrema no alcanzó la presidencia por poco. En Francia no sabemos quien gobernará a partir de las presidenciales de primavera. La policía judicial ha pasado varias horas en la Asamblea Nacional para recabar datos que pueden esclarecer la posición del candidato Fillon y las posibles irregularidades respecto a su señora. Fillon ha pasado de ser el posible presidente a caer estrepitosamente en las encuestas.
La posibilidad de que Marine Le Pen gane en la segunda vuelta no hay que descartarla, aunque los expertos lo creen imposible. David Cameron era un primer ministro seguro hace unos meses y ahora su despacho es ocupado por Theresa May, su ministra del Interior, que defiende con entusiasmo la salida de Gran Bretaña de Europa a pesar de que hizo campaña a favor de la permanencia. País dividido también. La proyección de esta división interna británica llega a la Unión Europea.
La UE tiene que curar las heridas del Brexit y, a su vez, preservar la cohesión interna con tantos partidos euroescépticos que van avanzando cada vez que se abren las elecciones.
La separación entre las elites políticas y el electorado se ha ampliado hasta el punto que la corriente que impera es echar a los que mandan. La mentira circula impunemente por las redes sociales fomentando el odio al otro, la propaganda y la descalificación del adversario. Se ha debilitado el valor jurídico de los actos políticos.
Hace unos días Mijail Gorbachev dijo que “parece que el mundo se está preparando para una nueva guerra”. El Papa Francisco habla de una tercera guerra mundial que se libra por partes. Lo comentó después de los atentados de París.
El fin del mundo no está cerca como se pudiera pensar. Lo que ocurre es que estamos ante un mundo diferente, distinto, con nuevas realidades que hasta ahora eran impensables.
La pregunta que cabe formularse es si Estados Unidos están renunciando al liderazgo que han ejercido en el mundo occidental desde hace más de un siglo. Es el país que ha sido el motor del libre comercio mundial, que ha defendido los valores de la libertad y el intercambio de conocimientos, de cultura y de bienes. Parece que ha iniciado un movimiento hacia el proteccionismo que tendría graves consecuencias económicas y políticas en todo el mundo.
El orden global basado en las alianzas, las instituciones bilaterales, las garantías de seguridad y los valores compartidos parece que se pone en cuestión. El problema, como señala Joscka Fischer, ex ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, es que no hay un marco alternativo y todo indica que si se rompe el orden mundial establecido entraremos en un periodo de turbulencias globales y de caos en un futuro próximo. Merkel resaltó que el terror no justifica la discriminación religiosa.
Alemania, es el país más poderoso de Europa, y también el más inseguro. Necesita la seguridad colectiva porque la sola idea de una Alemania rearmada despertaría los fantasmas de la historia europea. Helmut Schmidt sostenía que Estados Unidos eran el aliado más poderoso de Alemania pero Francia era el aliado más cercano. Europa necesita urgentemente recomponer el actual desconcierto sin caer en un anti americanismo barato porque Trump es sólo el presidente de Estados Unidos y no representa a todos los americanos.
Alemania y Japón fueron los vencidos y humillados en 1945. Alemania pidió perdón y Japón se limitó a aceptar la derrota. En los dos casos han sido los norteamericanos quienes más han contribuido a su recuperación económica y al restablecimiento de las libertades democráticas. Estados Unidos puede cometer errores, como cualquier otro país occidental. Pero tiene un sistema de pesos y contrapesos que han hecho posible que en más de 200 años no hayan conocido ningún golpe de Estado. Han contribuido a salvar a Europa en tres ocasiones el siglo pasado. Las dos guerras mundiales y la guerra fría. Creo que fue George Bush quien dijo que el único territorio conquistado en Europa son los cementerios de Normandía.
Lo que ocurra en Estados Unidos revierte inmediatamente en Europa. El papel de Rusia ha sido determinante en la historia occidental desde la derrota de Napoleón en 1812. A lo largo del siglo XIX, la Revolución de octubre en plena Gran Guerra, la Segunda Guerra Mundial, Yalta y la división de Europa en dos zonas de influencia política, económica y militar. La OTAN y el Pacto de Varsovia. Si alguna potencia sale fortalecida de esta situación es la Rusia de Putin. Perdió 14 repúblicas pero intenta recuperar el imperio soviético y de los zares. Crimea y Ucrania forman parte de una misma política.
Un aspecto positivo dentro de la inseguridad que se vislumbra. Si Moscú y Washington establecieran una alianza a espaldas de Europa, los países europeos podrían acercarse a China aunque fuera por motivos comerciales y económicos. Si fallan las presentes alianzas se crearán otras. Europa es más completa con Gran Bretaña. Pero puede pasar sin ella. El problema estaría en las fronteras orientales.
Respecto a Rusia, Polonia sabe de qué va, y respecto a Oriente Medio, Turquía en particular, sobre cómo detener el flujo de refugiados y inmigrantes económicos. El terrorismo puede venir entre los cientos de miles de personas que llaman a la puerta de Europa.
Un punto en común con la crisis de Estados Unidos y Europa tiene que ver con los refugiados, con los que llegan con o sin permiso. Empujados por la persecución, la guerra, la miseria y el miedo. Pensemos que la caída de Roma tuvo también como telón de fondo la imposibilidad de gestionar la presión de los que ahora llamamos bárbaros que venían del norte y del Este.
Llegamos a España. Las convulsiones de los últimos tiempos, con casi un año sin gobierno, serían propias de cualquier país democrático. No hay sistema libre sin problemas, sin crisis y sin enfrentamientos ideológicos y de intereses.
España pasó por la desgracia de más de ochocientos asesinatos de ETA y superó la situación. Hoy, Euskadi es la comunidad más próspera y más segura de su futuro. Han transcurrido 40 años. La nueva realidad vasca tiene en cuenta lo que el primer ministro MacMillan decía que era imprescindible en política: el “timing” es la esencia de la política. Los tiempos, el calendario, el hacer las cosas cuando son posibles.
El problema más importante de la política española es Cataluña. Lo admite el gobierno Rajoy y lo piensan la gran mayoría de políticos en Madrid. Ya lo era durante la República, junto con la reforma agraria y la cuestión religiosa. El problema catalán no está resuelto. Se conlleva. Un historiador inglés decía que España es un país inacabado por muy antiguo que sea su estado.
Pero los hechos de los últimos años han complicado la situación hasta el punto que para el govern de Catalunya actual la conllevancia ya no sirve. Un sector nada despreciable de catalanes optan por la independencia como sea. Van con prisas porque piensan que pueden internacionalizar el proceso de secesión en momentos en los que el mundo anda revuelto. Legalidad y legitimidad.
Resumen de la situación: El gobierno Rajoy actúa como si sólo existiera la ley y el govern de Catalunya actúa como si la ley no existiera.
Esta situación no lleva a ninguna parte. Hay que encontrar una solución política. La operación diálogo no es sincera. Por ninguna de las dos partes. Dialogar significa acudir a una mesa de negociaciones con disposiciones para ceder posiciones y alcanzar puntos de encuentro y acuerdos de futuro. Por ambas partes.
El referéndum es un instrumento. No es un fin. Se confunde el instrumento con la solución. Todo indica que los resultados reflejarían una Catalunya empatada consigo misma. Qué se hace después. Se habla de avanzar el referéndum porque así lo exige la CUP que es la que tiene condicionado al govern.
Garantías de debate, de junta electoral, de reconocimiento internacional. Escribí al comienzo de este periodo que la independencia de Catalunya no sería yendo contra España ni tampoco sin la Unión Europea o la comunidad internacional. La España de Rajoy espera a la gallega manera. Se inclinará por la ley de la gravedad, tanto en las relaciones con Estados Unidos como con la cuestión catalana. Puede jugar con el tiempo pero no para siempre. Tenemos un problema.
Las siete cuestiones que podrían alterar Europa en 2017: Brexit, Turquía, Grecia, Italia y sus bancos, la secesión de Catalunya, las relaciones entre Europa y Estados Unidos y si triunfarán los nacionalismos en todas partes. Se presenta un año convulso.
Sr. Foix: Pienso que el problema que tiene España con Cataluña y viceversa, es básicamente relacionado con los impuestos exagerados por desproporcionados que impone tanto el gobierno central como de los que impone el gobierno autonomo de la Generalitat de Cataluñado y sus ayuntamientos, todos sumados y algunos incluso repetidos. Tampoco olvidemos la importante falta de respeto a la dignidad de un pueblo para con su lengua propia.
Sr.Foix: Continuo pensando, que el cerebro y la mente de cada nuevo ser humano nace virgen de ideas del bien y del mal. Lo va aprendiendo todo a partir de cero, poco a poco y a traves de los años, mientras aún se va formando el cerebro.
En nuestras células está también presente y amalgamado, el código genético heredado y presente de nuestros antepasados. Que son 2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos, 16 tatarabuelos, ect.
Por ello podemos deducir que nuestro comportamiento actual, para inclinarnos para el bién ó para el mal, para la inteligencia, el talento y la interpretación de las cosas, de las palabras, de los hechos, ect, dependerá provablemente de la cantidad de genes heredados y sumados de cada uno de los anteriores antepasados nuestros.
Aunque observo que en cada tercera nueva generación se reproduce con más intensidad si cabe, el instinto primitivo y básico de la ludopatia de la adquisición del poder y de la riqueza sin limites y sin sentimienos humanos.
Y ahora es uno de estos momentos de la humanidad, pero que tiene solución si los que heredan los genes para contribuir al bién con inteligenica, talento y sentimientos humanos, no duermen la siesta del panzacontento, la frescura, la indolencia y el dejar hacer sin mover un dedo. Que también ahilos.
La solución de lo que ocurre, siempre existe desde luego, pero tenemos que sudarla y esforzarnos en inventarla y hallarla… para el bién común de todos.
P.D. Correción de error. En el antepenultimo parrafo, donde dice… » inteligenica » … debe de decir… » inteligéncia…»
Sr.Foix: el siglo XXI ha empezado tal y como empezó el siglo XX…la historia se repite siempre…
Georges Brassens…»Mourir pour des idées»
Leyendo el panorama hay que intentar no convertirse en un cinico amargado de vuelta de todo. Es un peligro que se corre si la actualidad es la única realidad que se asume.
Se vive el momento Francis como si fuera algo eterno…
«En Francia no sabemos quien gobernará a partir de las presidenciales de primavera.»
La presidencial (singular), las legislativas (plural).
Al final del 2017 podremos decir que hemos vivido un año interesante, y será otra prueba superada, con ganadores y perdedores como siempre, solo es deseable que pierdan quien tomaron un mal camino, sabiendo que engañaba guiándonos por el, por ejemp.con el proteccionismo o con…….
Ramon, interpreto : » o con ……. = utopías mágicas imposibles e irrealizables de llevar a cabo, porque la realidad va por otro camino.
Al buen entendedor…
La mejor de las utopías Albert es una buena lectura…un buen libro…
Ramón, creo que los perdedores serán los de siempre…
Si Bartolome, aun no estamos preparados con las instituciones orientadas al bien comun, para que los perdedores non sean lo de siempre