Portada de la revista El Ciervo en la que trata del atentado de Barcelona del 17 de agosto de 2017
Contemplar casi en directo el atropello de decenas de personas en una calle familiar, entrañable, transitada a todas horas del día y de la noche, siempre, te produce estupor e incredulidad. Un accidente con víctimas te causa dolor y pena. Una acción terrorista te produce rabia porque el autor o los autores utilizan la fuerza para imponer sus ideas sobre los demás.
En los países libres es un desafío violento al orden democrático. Los atentados son demasiado frecuentes en ciudades emblemáticas o en lugares concurridos por miles de personas de muy distintas procedencias. Empezaron con la inmolación de jóvenes que mataban muriendo, siguieron con camiones o furgonetas que arrasaban a multitudes con intención de causar cuantas más bajas mejor, utilizaron cuchillos, utensilios domésticos, navajas…
La reivindicación de los atentados es casi inmediata. Procede del Estado Islámico o de alguna de sus franquicias que actúan en solitario o coordinadas por redes codificadas y secretas. Hay más atentados y con muchas más muertes en países musulmanes que en ciudades occidentales. El problema es cómo combatir esta ofensiva global desde posiciones locales. Es prácticamente imposible.
La fuerza es un elemento necesario pero insuficiente porque la cantidad dedicada a los presupuestos de defensa es incapaz de erradicar a los núcleos terroristas cuyas armas son la divulgación del odio con la palabra que incita a la violencia, en un piso de una ciudad o en las prédicas improvisadas en un garaje de un suburbio. Esta ofensiva frontal ha perjudicado la libertad en favor de la seguridad, ha hecho crecer los partidos xenófobos y ha introducido el miedo en la normalidad de las vidas ordinarias.
Publicado en la revista El Ciervo en el número de septiembre-octubre de 2017
Sr.Foix: hay veces que uno se queda sin palabras para expresar lo que siente por dentro…
http://bit.ly/1OVPRjb
Mai he vist un desplegament policial com el que vam veure l’ 1 O, per perseguir terroristes i corruptes. Amb ells es dialoga i es negocia.
Puedo pero no quiero ?….
A la fuerza obligan. Tenempos que coexistir, ya que no convivir, con este terror transeunte que se agiganta cuando nos pilla tan de cerca.
Es cuando pierden sentido algunas batallitas de salon y la Vida retoma su rango cuando de manera gratuita la maltratan.