La Liga pasa por el corredor mediterráneo. El Valencia de Marcelino es, a estas alturas, la única amenaza seria para el Barça. Es todavía pronto, cierto, pero los diez puntos que separan a Valverde de los dos equipos de Madrid permiten concentrar las preocupaciones en la vertiente levantina en vez del clase clásico eje entre el centro y la periferia barcelonesa. Leo y escucho que el Barça no es feliz, que aburre, que ganar así no tiene gracia. Se gana pero el personal no se divierte. Qué le vamos a hacer. Las dos almas barcelonistas no se reconciliarán hasta que se gane todo ininterrumpidamente durante años. Y ni aún así. El nuñismo y el cruyfismo no han convertido las espadas en arados. Ni lo van a hacer. Se esperan en la esquina y no cabe la reconciliación.
Es un factor añadido que hace más grande al Barça que, a pesar del matonismo ambiental y mediático desde todos los ángulos, es el equipo europeo, si no me fallan las consultas, que más títulos ha conseguido en este siglo. En todo caso, es uno de los grandes, indiscutibles, que ha repartido cientos de miles de camisetas por el ancho mundo.
El domingo por la noche sabremos si el Valencia es un serio aspirante al título o si el Barça mantiene el ímpetu de campeón que ha exhibido en las primeras doce jornadas de la temporada. Valverde va haciendo pruebas para resistir el zarpazo de Neymar por el PSG. Messi es el primer goleador y Suárez, Alcácer, Deulofeu y Paulinho le van resolviendo con decisivos goles los tediosos partidos. Dembelé está de baja y puede reaparecer antes de Navidad. Ter Stegen ha encajado sólo 4 goles en 12 partidos. Sin su espectacular actuación el Barça habría sido posiblemente batido en algún encuentro. ¿Se imaginan que Valverde estuviera a diez puntos de Zidane? Una hecatombe que lo arrastraría todo río abajo, desde el presidente hasta el último utillero. El resultadismo y la perfección no coinciden siempre. La oligarquía de la estética se reserva siempre la última palabra. La Academia es la que escribe el relato.
Publicado en Mundo Deportivo el 21 de noviembre de 2017
Sr.Foix: si el fútbol quiere sobrevivir en esta época de espectáculos deportivos diarios, ha de variar muchas cosas, empezando por los arbitrajes y acabando por permitir más cambios tácticos en un partido…al tiempo…
No sigo prensa deportes, pero el Barça con Valverde no juega mal, el problema es que el fútbol ya no da mas de si. El otro día lo veía con niños y para ellos ya es demasiado lento, pasan pocas cosas para mentes acostumbradas a vídeo juegos, internet, chats….. con ver los goles en el youtube ya tienen suficiente.
El fútbol Francis ha iniciado su declive como espectáculo, ya nos es difícil acertar una quiniela de diez, once o doce resultados, lo cual indica que los aficionados ya saben el resultado final de muchos encuentros…