La grandeza de Leo Messi, el primer goleador de la Liga, es que recibió los aplausos que le obsequió el Villamarín haciendo filigranas en la zona defensiva, con dos driblings y un caño, muy cerca de Ter Stegen, como si fuera un robot de inteligencia artificial. Pienso que Messi ha alcanzado la madurez de los genios. Pura artesanía. No se preocupa sólo de marcar goles, que los marca abundantemente, sino de establecer una relación íntima con el balón, con los compañeros de equipo y con cualquier aficionado al fútbol que lo contempla en directo o a la distancia en el ancho mundo. Hay ratos que no se le ve. Pero está y en su universo mental entran todas las variedades con el balón.
Puede fallar un penalti o goles cantados. Esto es lo de menos. Lo que ha hecho Messi en el Barça es engrandecer la talla de sus entrenadores, desde Rijkaard a Valverde pasando por Guardiola, Vilanova y Luis Enrique. Ha puesto un barniz de excelencia a muchos de sus colegas que brillan con luz propia pero en combinación con Messi han obtenido notoriedad universal.
Ronaldinho fue también un genio pero su combinación con el argentino convirtió a aquel Barcelona en un mito que todavía perdura. Los títulos son importantes. Y el Barça los busca con una perseverancia muy intensa. Pero el legado de este equipo estará en su estilo con la marca inconfundible de Messi. Luis Suárez dice que lloró cuando fichó por el Barça. Forman el mejor tándem del momento en la Liga. Su complementariedad con Alba es artesanal. Sergi Roberto, Rakitic y Busquets se han hecho más grandes a su lado. Cabe destacar su modestia, sus pocas palabras, los escasos gestos que prodiga en el campo. Lo suyo es inventarse jugadas que superan al adversario y que constituyen una pizarra de todas las variables posibles con el balón. No me importa pasarme en elogios a posiblemente el jugador más completo que yo recuerde. A la altura de los más grandes como Pelé, Di Stéfano, Kubala, Bobby Charlton y Cruyff. El fútbol después de Messi será otra cosa. Y la huella que dejará en el Barça será imborrable.
Sr.Foix: a Messi hay que aplaudirle hasta con las orejas…
Messi es un magnifico espectaculo en si mismo. Este Barça es un prodigio de equipo y de actitud. Y ganan y nunca tienen bastante y ante Valverde por el que no daba ni un duro, me quito el sombrero.
Como espectaculo solo es superable por una sesion de las venideras en el Parlament que aun pareciendo imposible pueden superar anteriores performances.
Un no parar!
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Certament, Sr. Foix, Messi és magnífic, com a jugador i com a persona, i deixarà sens dubte una petjada imborrable.