La expulsión masiva de un centenar de diplomáticos rusos de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Ucrania es un hecho sin precedentes en las relaciones de Occidente con Rusia. Ni en los tiempos más tensos de la guerra fría se había producido una respuesta tan contundente para echar a tantos espías rusos camuflados como diplomáticos en las embajadas del Kremlin.
Los espías abundan en el mundo de la diplomacia. Los ha habido en todos los tiempos y en todos los gobiernos. Suelen tener un trabajo en un consulado o en una embajada. O trabajan por cuenta propia como académicos o agentes comerciales. Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia los han reclutado en los ámbitos sociales e intelectuales más inesperados.
La sorpresa es que Donald Trump ha expulsado a 60 rusos que Washington considera espías entre los que se cuentan doce que trabajan en las Naciones Unidas. Alemania, Francia, Polonia, España, República Checa, Lituania, Dinamarca, Italia, Ucrania y Canadá han expulsado en total más de treinta.
Esta operación colectiva se produce con Gran Bretaña en trance de separarse de Europa y con un Donald Trump que ha sido acusado de beneficiarse de las órdenes de Putin para maniobrar en las redes sociales que le habrían ayudado a ganar las elecciones en Estados Unidos.
El exespía Skripal y su hija se recuperan del intento de asesinato por un gas letal, una práctica habitual del Kremlin con los enemigos políticos en el exterior. Pero esta reacción no puede obedecer sólo a un caso concreto.
La reciente victoria de Putin, que le permitirá ser presidente hasta el 2024, inquieta a Europa y a Estados Unidos, que saben de las intenciones de Putin para recuperar el prestigio y territorios perdidos en el desmoronamiento de la Unión Soviética en 1991.
La mutua expulsión de espías o diplomáticos tiene poca incidencia real. Pero son gestos que significan una desconfianza mutua de fondo. La denuncia a Facebook y a la empresa Cambridge Analytica por haber manipulado los perfiles de cincuenta millones de clientes con fines políticos tiene mucho que ver con este nuevo campo de batalla abierto en las relaciones internacionales que escapan del ámbito de la diplomacia y también del espionaje clásico.
La libertad que facilitan las nuevas tecnologías se está convirtiendo en una nueva forma de esclavitud que hemos suscrito con empresas occidentales que ventilan nuestra intimidad con los datos que voluntariamente les hemos entregado. Rusia ha utilizado la tecnología occidental para defender intereses poco claros.
Publicado en La Vanguardia el 29 de marzo de 2018
El Ministerio de Finanzas de China anunció el viernes la introducción de nuevas deducciones y exenciones tributarias a los fabricantes de semiconductores, en un intento por limitar la dependencia de chips extranjeros en un momento de alta tensión con Estados Unidos sobre transferencias tecnológicas.
Las ambiciones chinas han molestado a los reguladores extranjeros, que han bloqueado muchos intentos de adquisición por parte de firmas chinas que pretenden acelerar su desarrollo a través de transferencias tecnológicas.
La historia economica nos advierte que en una guerra economica no hay vencendores ni perdedores, todos pierden.
¿Como actuar ante el dumping comercial? ¿Como actuar ante los paises parasitarios? ¿Como actuar ante el espionaje industrial? ….practicas mercantilistas, practicas monopolisticas
Ademas relacionado con el tema que China le va bien tener un tercio de la deuda estadounidense.
Poseer letras del Tesoro de Estados Unidos ayuda a que la economía de China crezca manteniendo su moneda más débil que el dólar. Mantiene las exportaciones chinas más baratas que los productos estadounidenses. La mayor prioridad de China es crear suficientes empleos para sus 1.400 millones de personas.
Estados Unidos permitió a China convertirse en uno de sus mayores banqueros porque el pueblo estadounidense disfruta de bajos precios al consumidor. La venta de deuda a China financia programas del gobierno federal que permiten que la economía de los Estados Unidos crezca. También mantiene bajos los tipos de interés de los Estados Unidos. Pero la propiedad de China de la deuda de Estados Unidos está desplazando el equilibrio económico del poder a su favor.
China tiene tanto de la deuda de Estados Unidos, asi se asegura de que el valor del yuan sea siempre menor respecto al del dólar estadounidense, debido a su estrategia económica de mantener competitivos sus precios de exportación. Lo hace por mantener el yuan a una tasa fija en comparación con una “canasta de divisas” de la cual la mayoría es el dólar. Cuando el dólar cae en valor, el gobierno chino utiliza dólares que tiene a mano para comprar bonos del Tesoro. Recibe estos dólares de compañías chinas que los reciben como pagos por sus exportaciones. Las compras del Tesoro de China aumentan la demanda del dólar y por lo tanto su valor.
El problema grave es otro, toda esta estratégica de ingeniería económica acaba permitiendo la forma en como China se apodera de la transferencia tecnológica de EEUU ¿pasa lo mismo con Rusia?
Rusia, si cumple las normas internacionales no debe ser tratada como un enemigo, lo mismo vale para china.
El juego de espias, es lo de siempre, nada nuevo.
El problema real es como se espia los avances cientificos, como se realizan las copias y la transferencia tecnologica.
Sr.Foix: siempre es necesario para las grandes potencias tener un enemigo…así se justifican miles de millones en gastos militares…
Si quereis leer lo último que he escrito: https://bit.ly/2GqYelL
Buena Pascua y todo eso.
Un saludo,
Recuerdo esto: https://bit.ly/2pRXGih
Rusia ha considerado que su seguridad es mayor si controla fronteras más allá de Bielorrusia y Ucrania, o Rumanía, Bulgaria y Polonia. No sé, pero del mismo modo que la UE desea un entorno geográfico de seguridad y depende para ello de que los EEUU se comprometan en la defensa de Europa, Rusia desea recuperar un poder que perdió de modo humillante: sabe que la UE ahora es débil y que se puede desestabilizar aprovechando las contradicciones e intereses de sus miembros. Stalin pudo haber llegado hasta París… O no, Tony Judt lo explica en Postguerra.
El titulo del articulo del Sr. Foix de ahora mismo suena un poco a Hazañas Belicas.
Si hay un contador planetario de injerencias en asuntos ajenos entre bloques, creo que Occidente debe copar el podio.
Putin y Rusia no nos deben asustar para nada. Por descontado el Gran Hermano es occidental y si que asusta a traves del poder de sus redes ciberneticas, consumistas y de aborregamiento mil por cien.
no me creo que Rusia no utilice las redes ciberneticas, hay cientos de casos, donde se sospecha que estan manipulando…