Los jugadores más caros se permiten extravagancias y caprichos porque quienes les ficharon han de justificar su decisión. El Barça salió con un punto del Metropolitano por un inopinado gol de Dembelé que Valverde hizo salir a la desesperada en los últimos minutos. El francés confraternizó con el equipo que le había recriminado su falta de integración. Pero a las pocas horas sabemos que Dembélé (21 años) insinúa sus intenciones de irse del Barça en enero.
Posiblemente al PSG que podría devolvernos a Neymar atenuando en unos cuantos millones la vuelta del brasileño. Todo esto es muy poco serio y pone en evidencia la inestabilidad emocional, la inmadurez, de muchos genios que no saben qué hacer con el dinero, con su tiempo y con sus ambiciones. Leo Messi y otros muchos son excepciones bastante ejemplares.
El Barça se puede permitir un verso suelto como Dembélé. Pero tiene que cumplir los mínimos de integración que justifiquen su fichaje super millonario. Se necesita estabilidad y estar en lo que se hace. Esta observación vale también para Gerard Piqué con tantos frentes abiertos fuera del Barça. La temporada marcha bien pero Bartomeu tiene que poner los faros largos, ir rejuveneciendo la plantilla, dar a Valverde los instrumentos que necesita y conseguir dos títulos importantes.
Messi se conjuró a ganar la Champions y mañana podría clasificar al Barça para octavos como primero de grupo ganando al PSV. Queda mucho camino. La gran batalla, con un Madrid desnortado, se va a librar en la Liga con nuevos e inesperados actores.
Publicado en Mundo Deportivo el 27 de noviembre de 2018
Sr.Foix: Los faros largos y pasar la ITV…