Una de las novedades en la política norteamericana es la puesta en marcha de un detector de mentiras, un polígrafo, que pone en evidencia las falsedades que el presidente Trump emite sobre cualquier tema desde su cuenta de Twitter o desde el despacho oval.
Los diarios de referencia se dedican a contrastar lo que dice el presidente con la realidad de los hechos. La media de sus dos años en la Casa Blanca es de una mentira diaria. El último episodio se produjo en la madrugada del miércoles cuando Trump dibujó una crisis humanitaria en la frontera con México y que para resolverla necesitaba la aprobación por parte del Congreso de una partida de cinco mil millones de dólares para terminar de construir el muro entre los dos países. Hizo un llamamiento al corazón y al alma de los norteamericanos.
En una reacción sin precedentes, varias cadenas nacionales emitieron la respuesta inmediata de la líder demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi, y del líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, corrigiendo las cifras ofrecidas por Trump, pidiéndole que reabra los departamentos cerrados por falta de presupuesto y que se olvide de la obsesión de construir el muro con México.
Los dos demócratas le acusaron de manufacturar una crisis para cumplir una obsesión que tiene a más de un millón de funcionarios norteamericanos rehenes al no cobrar sus salarios. Le dijeron que Trump ha invocado el miedo sin basarse en los hechos. La Casa Blanca ha divulgado una serie de estadísticas sobre la inmigración que no son ciertas.
Magnificar crisis y crear estados de miedo e inseguridad es propio de líderes que no quieren pasar por la necesaria discusión en las instituciones democráticas de los temas que afectan a mayorías y minorías. Se da la circunstancia de que en estos momentos el número de migrantes que cruzan la frontera es el más bajo de los últimos años.
Desde la Casa Blanca se ha informado que en la frontera se habían detectado unos cuatro mil terroristas sospechosos o identificados, una cifra que fue desautorizada por otro consejero de la Casa Blanca a las pocas horas.
Se ha puesto en marcha un movimiento en Estados Unidos para denunciar las mentiras que salen de la presidencia o del Gobierno. Simplemente, acudiendo a los datos que suelen ser, paradójicamente, oficiales. Para la supervivencia de la democracia habrá que recuperar la solvencia de los pronunciamientos públicos sobre hechos comprobables.
Esta iniciativa que viene de abajo se impondrá también en Europa donde se construyen discursos sobre mentiras. No sólo en el caso del Brexit sino también en las tonterías que sueltan a diario Salvini en Italia o Viktor Orbán en Hungría. A Harold Macmillan le preguntaron un día qué era lo que más temía en política. La respuesta fue categórica: los hechos. Las fantasías y las mentiras hay que desmontarlas con la realidad que con frecuencia está en los documentos oficiales. La libertad de prensa también está en revelar las mentiras oficiales.
Publicado en La Vanguardia el 10 de enero de 2019
Sr.Foix: he leido en algún sitio que el promedio de mentiras diarias que solemos decir es de 4…la mentira más habitual es decir «»estoy bien «»…si Trump ha podido llegar a ser presidente será porque gusta creer sus mentiras y su mentira más grande es vender «»conmigo vais a estar bien»»…
Un bon article que molt bé és paral.lel al procés i declaracions del nostre «Trump».
Siguiendo con la politica espectaculo (de pena) hoy hemos asistido a un nuevo fasciculo de la «internacionalizacion» del via crucis catalan de invierno, desde Bruselas y Ginebra.
I tot aixo qui ho paga?
» I tot aixo qui ho paga ? «Es el mateix que em pregunto, dogbert.
Aquesta gent no viuen la realitat. Tampoc els d’aqui de España i de Cataluña incluits.
Penso que la edat, la falta d’experiencia de la vida viscuda, la cobdicia i la corrupció tambe hi ajudan.
La suma de tot plegat es que …No viuen la realitat.
Cada dia esta mas claro, estamos en transición, entrando en una nueva época,donde debe ir muriendo las viejas recetas ideológicas, las viejas mentiras, cada dia hay menos cartas escondidas. Ver un cambio de época es un lujo, participar es un reto.
Las fantasías y las mentiras hay que desmontarlas con la realidad…las mentiras de Cat, del Brexit, de Rusia, de China, de EEUU, de Venezuela, de Esp….Quizas sean menos mentirosos en Japón, Suecia,Dinamarca,Holanda ?
No es pot culpar només els dirigents mundials (dits populistes, Trump, Salvini…), o les xarxes socials. La premsa en general contribueix a disseminar les «fake news» de tota mena.
A casa nostra només fa falta llegir els diaris de Madrid i alguns de Catalunya per adonar-se que estem instal·lats en la mentida i la manipulació per imposar una idea d’Espanya que no tots compartim; o per equiparar els presos polítics i exiliats catalans amb simples delinqüents.
Sr. Foix : Vuelvo a repetir … Mr. Trump no vive la realidad, igual como Hitler.
En España y en Cataluña, algunos políticos idem de idem. Tampoco viven la realidad. Pues no se trata de separatismo, sino de abuso de corrupción y abuso del poder, por parte de algunos presuntos.
El poder corrompe, incluso a los incorrompibles tolerantes.
Mienten mas que hablan.
La pelicula espectaculo (malo) es lo que se lleva.
Y a tot plegat de todo esto como lo llamamos Sr. Foix?
Los tiempos están cambiando ? O siempre ha sido asi ? https://www.youtube.com/watch?v=pMclqZqDyuc https://www.youtube.com/watch?v=m-UlI7qN26s Ver un cambio de época es un lujo, participar es un reto. La actual transición científica y tecnológica puede hacer superar viejas ideas caducadas, viejas ideologías,viejos frentismos.
Paolo Nutini muy bien!
Gracias Ramon
Feliz Año
Feliz año.