La histórica derrota de Theresa May en el Parlamento abre muchos interrogantes sobre el futuro del Brexit, de Gran Bretaña, de Europa y del mundo democrático. Todas las salidas de la crisis comportan inseguridad política, jurídica y económica.
Gran Bretaña perdió un imperio y no ha encontrado su papel en el mundo. Es una frase pronunciada por Dean Acheson, secretario de Estado bajo la presidencia Truman, al comienzo de la guerra fría. Los británicos han sido amigos y enemigos de todos los países europeos a lo largo de toda la historia. Aprovecharon las dificultades de los débiles para debilitar a los fuertes. No tienen amigos ni enemigos, sólo intereses, sentenció lord Palmerston hace casi dos siglos.
La idea de la unidad de Europa no partió de ellos. La combatieron hasta que en 1963 solicitaron su ingreso recibiendo un solemne no del general De Gaulle. Ingresaron en 1973, lo ratificaron en un referéndum en 1975, Thatcher consiguió dejar de ser contribuyente neto a Bruselas, no entraron en Schengen ni tampoco se unieron al euro pensando que la City seguiría siendo el polo financiero principal de Europa. Ningún país ha tenido las facilidades de escoger una Europa a la carta como han gozado los sucesivos gobiernos de Londres.
Pero, curiosamente, varios primeros ministros se estrellaron en la siempre ambivalente política europea británica. El referéndum del 2016 fue la última aportación de desafecto. Cameron cayó por Europa y May, sea cual fuere su futuro a corto plazo, se ha ganado el epitafio que constará en su losa política: “Fue derrotada por el Brexit”. Dicho de otra manera, perdió por no haber entendido que el aislacionismo, el “yo primero”, el crear espacios nacionales con toques xenófobos y populistas, no son compatibles con la apertura económica, cultural, y social que impone la creación de otras fronteras de carácter virtual que no conocen muros.
Las dos democracias más sólidas y venerables, Gran Bretaña y Estados Unidos, están estancadas en proyectos de retirada, endógenos, proteccionistas, levantando muros o distanciándose de sus aliados políticos y económicos. El Brexit se produjo en el 2016 y Donald Trump ganó en el mismo año.
No es una revolución conservadora como la que iniciaron Thatcher y Reagan en los años ochenta sino un movimiento nacionalista destructivo que se reproduce en diferentes escalas con la AfD en Alemania, las Cinco Estrellas en Italia y el aumento de partidos extremos que ahora no quieren destruir Europa sino cambiarla haciéndola menos solidaria y más débil.
El fracaso del Brexit nos afecta a todos porque es un síntoma de las divisiones profundas que sacuden a todas las democracias. Si no se consiguen recoser los rotos producidos hasta ahora será muy problemático recuperar la paz cívica en Europa.
Publicado en La Vanguardia el 17 de enero de 2019
Sr.Foix : Pienso que mientras, algunas ( porque no son todas ) de las principales malignas mentes de la codicia, la corrupció y el poder existentes en Gran Bretaña, al igual que en España ó cualquier otro pais del mundo, están maquinando y haciendonos perder un tiempo precioso, con su maquiabélico invento de su maldito Brexit, que debería ser dedicado y empleaado para hallar la solución satisfactoria, para mejorar y crear una sociedad del bienestar para toda la humanidady principalmente para todos nuestros descendientes.
Mientras ahora la sociedad humana pierde el tiempo con el Brexit inventado por los codiciosos corruptos en su afan de poder y riqueza multimillonaria.
Para España y Cataluña idem de idem,pues los que van de Bar y Cenas de bracete con los del Peiz al Cove, siguen y siguen…
Volvemos a : » El poder corrompe » incluso a los tolerantes silenciosos, que los pasamos por alto, porque creemos de buena fe, que no son también culpables. Que si lo son también.
I de tot el que ha passat, està passant i passarà amb el Brexit, el Catexit, el Trumpexit, l’Eurexit, el Worldexit, i tota la resta de grans «exits» … si fos possible -que no ho és ni ho serà- demanar responsabilitats d’una manera totalment objectiva, … com creu que es repartiria el pastís? Qui treuria millor nota?… Potser els poders polítics, el poble (en diuen «ciutadans» a casa nostra… però el nom no fa la cosa), els mitjans comprats, els poders fàctics, la puta pela, …? Sí. Ho sabem. Tots plegats. És clar… Però qui creu que s’emportaria la matrícula d’honor?
El meu punt de vista, amb total ignorància sobre els temes politics i mès dels britànics, es primer de tot que no sabem si finalment haurà Brexit.
Si els anglesos marxen ens adaptarem, si es queden també i si un cop han marxat i al cap d’un temps volen reingressar, els obrirem les portes i els donarem la Benvinguda.
Els anglesos volen ser lliures i negociar el que els interessa amb qui els interessi…..
Ens afecta, clar que si. També ens afecta qualsevol moviment dels politics dels paisos més poderosos.
Sr. Foix : No oblidem que els anglesos circulen per l’esquerra i la resta circulem per la dreta. No comment.
P.D. Pienso que en el Reino Unido, al igual que en España, Cataluña y todo el resto del mundo la grave crisis actual empezó con la codicia y la corrupción, luego siguió con la toleránciaa¡ de todo ello y aun siguen y siguen los que van de Bar y Cenas de bracete con los del Peiz al Cove.
Que son aún el verdadero poder invisible.
Mientras la miseria y el desamparo de millones de personas sigue y sigue …
Así es Albert…