Cuesta entender cómo los británicos han perdido tontamente más de dos años discutiendo sobre cosas contradictorias e imposibles. El plan de Theresa May sobre el Brexit fue derrotado por 230 votos de diferencia en el Parlamento. El plan B era una copia del original y el plan C consiste en volver al punto cero, regresar a Bruselas, pedir una revisión del acuerdo ya alcanzado y después volver a Londres sin saber exactamente qué se pretende. El desconcierto británico salpica también a una UE que no quiere ser víctima de las trifulcas internas de la política y la sociedad británicas.
Es sintomático que el speaker John Bercow haya sido noticia global sobre su sarcástica ironía para mantener el orden en los Comunes. No se recuerda tantas sesiones, tan largas y acaloradas, tan retóricas, sobre un mismo tema, durante tanto tiempo.
Los que protagonizaron la aventura del Brexit, Nigel Farage y Boris Johnson entre otros, han desaparecido de la primera línea informativa. Se descubrieron sus mentiras y su sectarismo y han pasado a segundo plano por su frivolidad y su rancio nacionalismo.
Los británicos han perdido la brújula que les condujo por todos los rincones del mundo. Pensaban que podían hacer y deshacer en Europa, como lo habían conseguido siempre y ahora están confundidos.
George Steiner debe de estar desconcertado también porque ensalzaba de los ingleses la desconfianza de lo abstracto y lo ideológico, lo que les proporcionó su envidiable historial de tolerancia, de irónica inmunidad a lo intelectualmente carismático. Decir intelectual a un británico es casi un reproche o una burla. Esto es cosa de franceses. Los ingleses han sido reacios a las discusiones inútiles, a los furores y a los compromisos cerebrales. Han preferido un pragmatismo lleno de ironía envuelto en la indiferencia.
Londres es la capital más cosmopolita y más multicultural del mundo. Votó en contra del Brexit, pero en el país ganaron los secesionistas por más de cuatro puntos. Han sido ellos los que se han metido en un laberinto del que no saben cómo salir. No pueden ahora trasladar a Bruselas los problemas que ellos mismos se han creado sin que Europa interviniera para nada.
Antes de que se abran nuevas negociaciones sobre el Brexit, muy improbables en este momento, habría que preguntar a los amigos británicos qué quieren exactamente. Irse o no irse de Europa. Lo que es incompatible es gozar de las ventajas sin aceptar las obligaciones de formar parte de la Unión.
Ni estar a medias ni salir a medias. Europa hará bien en esperar una respuesta clara. Es improbable que Theresa May pueda ser la interlocutora adecuada si no cuenta con el apoyo de su Parlamento ni el de los suyos. Ya no rige el viejo lema latino de divide et impera que utilizaron los británicos en Europa y en sus colonias. Europa no puede convivir con un socio de pleno derecho que se siente en desgana permanente.
Publicado en La Vanguardia el 31 de enero de 2019
Pero mi opinión es que nunca ha estado dentro ni sentido la Comunidad Europea sinó para lucrarse.
Sr.Foix: si por algo se han significados los amigos británicos siempre es por querer quedar por encima de todos y de todo…
Lo mejor: Europa no puede vivir con un socio con desgana permanente.
Nunca a tenido socios, tal como ellos mismos dijeron, solo intereses.
Por mucho que regateen la salida, es hora de que Europa no puede tener un porta-aviones de los EEUU dentro de la Unión.
Máxime cuando ahora a EEUU le sobra la Unión.
Estic d’acord amb l’article menys amb el títol.
Els britànics amics?.De qui?. Brexit, vol dir que marxen del club. D’un grup que mai s’han sentit integrats.
Per pertànyer a la UE has de sacrificar la soberania i la llibertat vers al grup…..ells no estan preparats…..
Algunos compartimos esa «desgana permanente», aunque no quisiéramos excluirnos (o que nos excluyan) de la UE.
Probablemente porque apenas percibimos las ventajas y, en cambio, sufrimos las imposiciones.
Las subvenciones nos pasan de largo, los aranceles nos resultan mínimos, el euro (o los euros) se nos queda corto y el «prestigio» de ser europeo, francamente subvalorado, cotiza poco en el mundo.
Si el Brexit sirve para algo será para hacernos ver a los demás, los no británicos, que en la UE no es oro todo lo que reluce y las actitudes de los gobiernos resultan pacatas, estrechas y conservadoras.
No creo que los países escandinavos estén equivocados permaneciendo fuera de la UE.
El paraguas protector de los tribunales de Derechos Humanos va a quedar pequeño cuando los catalanes imploren por la justicia que no encuentran en el zarrapastroso, corrupto y polvoriento sistema judicial español.
No sé, no sé. Es posible que los votantes a favor del Brexit sean los abstrusos y paletos habitantes de los Midlands, pero que siguen confiando en el Pais de la Esperanza y la Gloria / Wider still and wider shall thy bounds be set ;
God, who made thee mighty, make thee mightier yet.
Play https://www.youtube.com/watch?v=R2-43p3GVTQ from the Proms 2014
Los únicos países escandinavos que no están en la UE son Islandia (320.000 habitantes) y Noruega (7 millones de habitantes y mucho petróleo). El resto (Suecia, Finlandia y Dinamarca), sí forman parte de la UE, o sea que su afirmación no es correcta.
Respecto a subvenciones de la UE, a mí, desde luego, tampoco me llegan, pero le aseguro que a los agricultores sí, hasta el punto de que muchos de ellos no podrían sobrevivir si no fuera por la PAC (Política Agraria Común).
Y, finalmente, permítame que le diga que tengo mis dudas de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (que, por cierto, no tiene nada que ver con la Unión Europea) acabe condenando a España por el juicio del «procés», porque ya se cuidará el Tribunal Supremo español de evitar ninguna vulneración del derecho a la defensa de los encausados, que es lo único que puede valorar el Tribunal de Estrasburgo. Recuerde que, cuando se puso en marcha toda esta operación, se decía que Europa acudiría en defensa de Catalunya, «porque no pueden prescindir de nosotros», y ya ve cómo acabó la cosa: recogiendo los líderes europeos el Premio Princesa de Asturias y diciendo que lo de aquí es un tema interno de España (a diferencia de lo de Venezuela, por cierto), No digo que todo lo que ha hecho el Tribunal Supremo esté bien: sólo mantengo que no hay porqué esperar que desde fuera vengan a resolver nuestros problemas.
Me parece que mas de un britanico, como buen isleño le gustaria estar en la isla y estar en el territorio.
Siguen amarrados a un tiempo que conocieron y en el que vivieron a expensas del expolio de sus colonias.
Siempre han jugado a la contra, al reves y a lo que haga falta, con su decadente (auque inteligente) flema y fair play.
Son gente mal comida y poco soleada.
Conducen al reves y han querido mantener su divisa al tiempo que pertenecer a un club con moneda comun para todos sus miembros (ay! menos ellos)
Que quieren?
Seguir en la procesion y repicando?
Decadentes, despistados, arruinados, nostalgicos. British!
Sr. Foix : Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que nos dice en su artículo de hoy… » Amigos britániccos ¿ Qué queréis ? »
Claro que… El conducir por la izquierda de los británicos, ya nos debiera dar una pista… Me preunto …¿ Porque lo hacen ? … ¿ A que obedece este comportamiento de los británicos ingleses ?
Para entender la mentalidad británica y el conducir por la izquierda, hagamos un repaso a su intervención en la historia de España y del Reino de Aragon ó de Cataluña. Vease a partir del año 1714…Ó a partir del año 1936. Vease también Gibraltar.