No es prudente cantar victorias que no se han producido. El Barça ganó la Copa del Rey de baloncesto ante un Madrid confiado que se enfadó por escrito para protestar contra el árbitro. El equipo de Florentino exhibe sobriedad mientras gana. Pero este año ha llamado por teléfono sobre la marcha a Luis Rubiales, presidente de la Federación, afeándole un error del VAR. No es de caballeros reaccionar en caliente.
La inesperada y justa victoria del Girona situó a nueve puntos al Real en la Liga. No hubo protesta ni siquiera por la expulsión de Sergio Ramos, el jugador que cosecha más tarjetas rojas que nadie. No fue un día de buen recuerdo para los blancos. Es la foto fija del día de hoy, no la final.
El Barça reinicia en Lyon su andadura europea. Y no pasa por un buen momento a pesar de liderar cómodamente la Liga. Tiene dos visitas próximas al Santiago Bernabéu que marcarán la temporada. El partido contra el Valladolid fue mediocre. Messi no tuvo el mejor día aunque marcó de penalti y fue el que con más peligrosidad acosó al portero Masip.
A este Barça, con Valverde renovado, le falta ilusión, rapidez y coordinación. Se nota la ausencia de Arthur y la fragilidad de las rotaciones aleatorias. Boateng no es un nueve adecuado. Los cuatro valores más seguros – Messi, Piqué, Ter Stegen y Alba – no son suficientes para garantizar un doblete o un triplete. A espabilarse tocan. Sancho amigo, dijo don Quijote, no me engañes, ni quieras con falsas alegrías alegrar mis verdaderas tristezas.
Publicado en Mundo Deportivo el 19 de febrero de 2019
Sr.Foix: peor sería estar nueve puntos por detrás, pero es cierto que hay bajón…