La política se vuelve más interesante en cuanto se ve más de cerca, desnuda, ella misma. Las predicciones de analistas y tertulianos sobre lo que va a ocurrir en los próximos dos meses son bastante inútiles. Los políticos no siempre hacen lo que les conviene ni siquiera lo que los periodistas de su confianza ideológica les sugieren.
Las crisis son propias de la democracia que no es otra cosa que un instrumento para arbitrar los intereses contrapuestos de los ciudadanos. Lo propio de las democracias son las crisis. Y las soluciones sólo surgen después de transacciones, discusiones, cesiones y tener en cuenta los puntos de vista del otro.
Con la derrota de Pedro Sánchez en la investidura se vuelve al punto cero. No habrá candidato hasta que el Rey designe de nuevo a un aspirante después de despachar nuevamente con todos los partidos políticos. Los trámites terminan el 23 de septiembre y si no hay una investidura las elecciones se celebrarían el 10 de noviembre.
¿Qué ocurrido para que después de tantas reuniones no se haya conseguido investir a un gobierno? La confianza entre los principales protagonistas lo ha hecho inviable. Pedro Sánchez no se fía de Pablo Iglesias y los podemitas pretendían entrar en el gobierno para controlarlo y dominarlo. Querían el gobierno entero, dicen los socialistas después de la debacle de hoy. No han tenido en cuenta nuestras fuerzas, dicen los de Pablo Iglesias. El resultado es que las izquierdas han sido incapaces de tejer una alianza sutil pero sólida y despejar el panorama para los próximos cuatro años.
Pablo Iglesias es un líder que ha perdido apoyos intelectuales y políticos en su propio partido. Errejón se ha ido, Monedero se apartó hace tiempo, en las discusiones internas el autoritarismo gana sobre los debates abiertos.
Pedro Sánchez no quería dos gobiernos en uno. Normal. La izquierda radical no entiende de matices ni de centralidad. Quiere controlar más que servir a los ciudadanos. Pretende cambiar la sociedad a golpe de discursos. Los socialistas pensaron que ante la posibilidad de repetir elecciones o con la amenaza de meter en el gobierno a un partido que actuaría en paralelo, Ciudadanos o incluso el Partido Popular saldrían al rescate sacrificando sus posiciones para evitar que el gobierno dependiera de Podemos o de los independentistas catalanes.
Uno de los grandes derrotados de esta crisis, por el momento, me parece que es Albert Rivera que no se ha movido ni un centímetro de sus posiciones de campaña. Se ha convertido en un partido nacionalista español, como le recriminó uno de los fundadores de Ciudadanos, Francesc de Carreras. Tenía la oportunidad de convertirse en el clásico partido bisagra, centrista, árbitro de situaciones complejas, y hacerr y deshacer gobiernos como hicieron muchos años los liberales alemanes. Rivera ha querido ser la oposición pero no es solo el tercer partidos.
La posición de Pablo Casado ha sido más inteligente. No ha gritado. Ha aceptado la gran derrota de las urnas y se dispone a ser oposición dura en los próximos meses, si es que no hay nuevas elecciones. La derecha clásica que se ha turnado en el poder en los últimos cuarenta años empieza a darse cuenta que el discurso tremendista la ha conducido a los 66 escaños que ahora dispone en el Paramento.
Voces como las de Núñez Feijóo, presidente de Galicia, suenan a corrección de fondo. Deberíamos ofrecer la posibilidad de que el PSOE no gobierne con los independentistas. Si Pablo Casado jugara la carta de la investidura, desde una oposición tan dura como quiera, podría recomponer un partido que en un año ha perdido millones de votantes y mucho poder. La política depende mucho del calendario, de hacer las cosas cuando tocan, a su tiempo.
La intervención de Gabriel Rufián parecía la de un estadista que ha dejado sus principios independentistas intentando hasta última hora que la investidura saliera adelante. Oriol Junqueras, desde la cárcel, es más realista que Carles Puigdemont desde Waterloo.
El conflicto catalán volverá a estar en el centro del debate político español a partir de la próxima Diada y después de conocerse la sentencia del procés. Lo más importante no es lo que ocurra en las calles sino cómo se comportan las instituciones después del fallo del Supremo.
La situación es fluctuante y un tanto peligrosa. Los políticos harían bien en poner las luces largas y pensar que no estamos en una crisis coyuntural sino en un conflicto que tiene tantas incógnitas como salidas inesperadas. Pedro Sánchez debe volver a intentarlo abriéndose a nuevas alternativas que no dependan exclusivamente de Pablo Iglesias.
Alternativas hay, pero muy complicadas….
La «solución Moisés»: la permuta Sánchez-Borrell.Manuel Conthe
https://www.expansion.com/blogs/conthe/2019/07/26/la-solucion-moises-la-permuta-sanchez.html
Sr. Foix y compañeros y compañeras del blog : Soy consciente de que repito siempre la misma letania, pero es que van trasncurriendo los días, las semanas, los meses y los años y seguimos empantanados sin acuerdos, sin dialogo y negociaciones de tira y afloja reales y positivos, con un sin gobierno ejecutivo real que desesperanza a los ciudadanos y aleja a los grandes inversores nacionales y principalmente a los inversores extranjeros.
Aunque a los inversores buitres y de rio revuelto SI QUE, les interesa el rio revuelto y su ganancia de pescadores, por el SIN GOBIERNO POSITIVO Y EJECUTIVO.
Asi que me pregunto : Si cuando la transcisión española de la Dictadura Franquista a la Democracia Parlamentaria, fué posible el llegar aun acuerdo de dialogo, ENTENDIMIENTO, NEGOCIACIÓN de intereses, beneficios y reparto de poder y de riqueza entre los partidos políticos que ejercian el poder ejecutivo y todos los demás partidos políticos importantes de la oposición al gobierno,…. ¿ Porque ahora es tan imposible ?
Y pienso que para entenderlo bién,…tenemos que situarnos en aquellos años anteriores de la dictadura de sus actuaciones y de el terrorismo consiguiente en contra de la larga dictadura.
Los personajes que lograron y consiguieron la transición a la Democracia erán personas con experiencia vivida real, otras edades y la suma de todos ellos, hizo posible el entendimiento entre todos los partidos políticos españoles de todas las tendencias y el resultado positivo de conseguir la transición positiva a la democracia parlamentaria en todas las Españas.
Aunque las predicciones son complicadas y arriesgadas, creo que los analisis al menos aqui, estan acertados. Las «fuerzas» para negociar se basan en el poder real de cada fuerza, en la confianza o compromiso, y en el grado de cesión por cada parte. Ahora no ha sido posible, no tengo claro que sea o no posible en septiembre. No tengo claro si ciudadanos ante la fuga de importantes cargos, recapacitara. En Catalunya el escenario es distinto, depende de la sentencia del proceso, porque cada posible resolución tendra sus consecuencias. En todo caso no me preocupa si sale alguien en Sep o si hay nuevas elecciones, me preocupa, que TODOS los politicos con su argumentario repetitivo demuestran que estan totalmente caducados, muy alejados de las prioridades socioecomicas que demandan la economia mundial, si no se habla de politica industrial..mal vamos.
Ramón, estoy de acuerdo en todo.
Sr. Foix y compañeros del blog : He leido y meditado su artículo de hoy, » Pedro Sánchez no puede apartarse de la centralidad «. También he leido y sumado las respuestas de José A. Garcia y de dogbert y estoy totalmente de acuerdo en todo.
Por mi parte, opino que la inmensa mayoría de humanos ciudadanos españoles, catalanes incluidos, queremos y nos conviene preferiblemente, un gobierno de CENTRO democrático, donde se respete la dignidad, la opinión del interlocutor, sea dialogantey negocie honradamente los intereses y los beneficios ECONÓMICOS, de ejercisio del PODER EJECUTIVO y basicamente de CONTROL efectivo de la CORRUPCION del poder aplicado tanto, desde el partido que este en el poder, como desde el partido que este en la oposición.
En esto, su señoría Albert Rivera empezo bien, pero está acabando muy mal.
Está perdiendo su oportunidad, sino la ha perdido ya.
El resto de señorias votables, pues idem de idem.
No cambiarán porque actualmente son presuntamente, panzacontentos y no lo necesitan.
¿ Para que cambiar, si ya les va bien ?
Como se dice al final del artículo: la situación puede ser peligrosa, creo que ya lo es, hace tiempo. No nos damos cuenta del riesgo hasta que ocurre lo que parecía imposible. España es un país más de centro-derecha o socialdemócrata que de izquierda radical; los votantes lo dejaron claro el día 28de abril. Los dos nuevos partidos fueron útiles en un momento crítico, ahora parecen un estorbo.
Aitor Esteban ha reñido a la vasca a Pablo Iglesias de manera inteligente.
Rufian ha estado de nota y creo que Tarda aun esta con los ojos enlagrimados.
Rivera va a lo Salvini como comenta Juliana.
Casado esta desubicado.
Laura Borras ha estado antigua.
El cantabro, la canaria y otros exotismos han estado sorprendentemente bien.
Hay alguien mas?
Si… alguien mas y el candidato. Un candidato de plexiglas arropado por una camarilla de bajo vuelo.
La situacion como apunta el Sr. Foix puede derivar en peligrosa.