La Liga es larga y queda mucho tiempo para recuperar los dos tropiezos en los primeros tres partidos. El barcelonismo no soporta la mediocridad si se saben los sueldos de muchos de sus jugadores, equiparables a los de los grandes ejecutivos internacionales. Se les exige dedicación, esfuerzo, entreno, y una concentración en el trabajo. El capricho para fichar a Neymar ha cubierto la dispersión de algunos jugadores que hemos conocido por los periódicos.
Es cierto que Messi, Luis Suárez y Dembélé están lesionados y Valverde ha tenido que recurrir al infantil Ansu Fati, con unos destellos geniales, para tapar la desorientación del actual campeón de Liga. Por cierto, una Liga que no se celebró como ha sido habitual con la participación del barcelonismo en las calles.
Bartomeu no ha desmentido que sus movimientos para fichar a Neymar no fueran un exigencia de Messi y Piqué. Gerard Piqué es un personaje dotado de grandes habilidades. Es un gran defensa y un barcelonista incuestionable. Una persona con gran futuro profesional. Un vestuario no es un cuartel pero exige una cierta disciplina.
Gerard Piqué y Arturo Vidal ganaron 352.950 y 134.460 euros respectivamente en una sesión de póker en Barcelona. Nada que objetar. Pero es que, además, es el principal accionista del Andorra y el jueves viajará a Nueva York para organizar la nueva versión de la Copa Davis. Admirable. Pero su principal tarea es liderar la defensa del Barça. Que cada uno cumpla con su deber, que diría el almirante Nelson.
Publicado en Mundo Deportivo el 3 de septiembre de 2019
El futbol vive en otra realidad que me alegro de haber abandonado.
Sr.Foix: Cuando existen tantos intereses económicos, alrededor del mundo del fútbol, al final uno no sabe cuales son las prioridades reales que tienen jugadores y directivos…