El Barça termina el año como líder. El Madrid pinchó ante el Athletic y queda a dos puntos. Un rastreo por crónicas publicadas y escuchadas, tertulias varias, manifestaciones de Zidane y Valverde , impresiones de jugadores implicados… me dan el siguiente diagnóstico. La prensa blanca nos habló de un baño madridista en el Clásico y la de ayer relataba el gran partido del Madrid en el Bernabéu.
De mañana escuché sobre el buen momento del equipo de Florentino con el añadido que no marca. Hay que meterla, decía Zidane al terminar el partido. El hecho es que en 180 minutos no han marcado ni un gol y el último que metieron en Valencia fue gracias a la desesperada al portero Courtois . Qué fidelidad a un equipo que juega muy bien pero que no acierta a marcar. La autocrítica es muy tenue en la capital donde lo que más se lleva es el triunfalismo.
En el barcelonismo hay mucha más exigencia, críticas aún cuando las cosas van razonablemente bien, cuando se termina el año líderes en la Liga y primeros de grupo en la Champions. No es como antes, es el argumento que nunca cesa. Ciertamente, no es como el equipo del Sexteto cuyo décimo aniversario se celebró el sábado.
De aquella epopeya quedan Messi , Busquets y Piqué en el equipo y Pep Guardiola en el City. Fueron grandes tiempos pero cada momento tiene su propia dinámica, sus grandezas y miserias, sus resultados. Y los del Barça son buenos, aunque sea en circunstancias nuevas. La Liga es el gran trofeo. Por lo que se vio en el Clásico, la Champions no será ni para el Barça ni para el Madrid. Se puede quedar en el norte de Inglaterra.
Publicado en Mundo Deportivo el 24 de diciembre de 2019