Una de las características del sistema político británico es la rapidez con que se efectúan los cambios de gobierno. Un trayecto de unos dos kilómetros entre Downing Street y el palacio de Buckingham, media hora de conversación con la reina, deshacer el recorrido y plantarse delante de un micrófono en plena calle para comunicar al mundo que ya se es primer ministro. El mismo día se nombran los miembros del gobierno y cuanto antes se acude al Parlamento para dar cuenta de los planes del nuevo ejecutivo.
En Estados Unidos transcurren casi tres meses entre la victoria presidencial de primeros de noviembre y la inauguración del mandato alrededor del 20 de enero siguiente.
Los traspasos de poder pueden ser casi automáticos o bien alargarse para que el cambio se pueda efectuar con más tranquilidad. En cualquier caso, tanto en Londres como en Washington todo el mundo sabe a qué atenerse respecto a algo tan fundamental en política como es el calendario.
El sistema español no es ni mejor ni peor. Es lento, farragoso, retórico e incierto. Inaugurar una legislatura requiere un debate de investidura en el que el candidato propuesto por el Rey a presidir el gobierno tiene que obtener una mayoría absoluta en una primera votación y simple en la segunda.
Lo más importante no es obtener la investidura sino lo que venga después. Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy gobernaron con mayoría absoluta, pero también tuvieron que buscar apoyo en otras fuerzas, casi siempre en los partidos nacionalistas periféricos, para poder gobernar. CiU y PNV han sido las muletas necesarias para que socialistas y populares tuvieran mayorías suficientes a cambio de cesión de competencias, partidas presupuestarias o favores políticos.
Las circunstancias cambiaron radicalmente desde el momento en que el bipartidismo español perdió la hegemonía, y PSOE y PP ya no pueden turnarse, porque no consiguen siquiera una mayoría suficiente en las elecciones. El problema de Pedro Sánchez no es solamente los apoyos que ha tenido que mendigar para ser investido. La cuestión está en que sólo tiene 120 escaños y no podrá aplicar el programa socialista, sino que deberá atender cuando menos las demandas de Pablo Iglesias, de Unidas Podemos, y ni aun así será suficiente para aprobar leyes orgánicas, que necesitan una mayoría absoluta del Congreso.
Ser investido es un requisito previo, pero gobernar es aprobar los presupuestos –todavía nos regimos por los últimos de Cristóbal Montoro–, presentar leyes y gestionar las cuestiones públicas con la cultura de un gobierno de coalición, hasta ahora inédito en la democracia española.
La novedad, pues, es que dos izquierdas competirán desde el seno del gobierno para sacar adelante leyes en las que las ideas socialdemócratas tendrán que adaptarse o ser corregidas por la izquierda radical de Unidas Podemos. Los seis diputados del PNV no serán suficientes para inclinar la balanza, aunque las intervenciones de su líder en el Congreso, Aitor Esteban, lo sitúan entre los diputados más serenos, más solventes y más de fiar.
Visto el griterío, los insultos y la intransigencia de muchos diputados en el debate de investidura, todo hace pensar que la legislatura será bronca y de confrontación continua. Las insinuaciones de Pedro Sánchez a Pablo Casado para hablar en un futuro de pactos puntuales en la legislatura parecen ahora muy improbables. Pero la colaboración entre los dos partidos mayoritarios será necesaria para no torpedear un gobierno que nace en precario.
La gobernabilidad en España dependerá una vez más de lo que ocurra en Catalunya. Las divisiones entre los dos grandes partidos independentistas son cada vez más patentes, y es probable que en unos meses se celebren elecciones para determinar si la hegemonía del independentismo la tiene Oriol Junqueras, todavía desde la cárcel, o la consigue Carles Puigdemont. No hay que olvidar que en las elecciones europeas del mes de mayo pasado, uno de cada cuatro catalanes entregó el voto al expresident que residía en Waterloo.
ERC ha sido decisiva para investir a Pedro Sánchez. Se ha abstenido. Su comportamiento político en los últimos meses ha sido errático en el Congreso, pero los resultados de las dos últimas elecciones la han situado como primera fuerza de Catalunya. ¿Es de fiar ERC? La misma pregunta cabe formularse respecto al PSOE de Pedro Sánchez o Unidas Podemos de Pablo Iglesias si se juzga lo que decían hace dos meses y lo que han acabado haciendo. Vivimos tiempos en los que la mentira es el mensaje, es decir, todos los políticos se sirven de ella para confundirnos.
La apuesta de ERC por facilitar el gobierno de coalición Sánchez-Iglesias es un acto valiente y arriesgado. Si sale bien, puede conseguir la hegemonía del independentismo. De lo contrario, volverán a ganar los de siempre. Lo más relevante es que se va a hablar para empezar a desencallar el conflicto catalán.
Publicado en La Vanguardia el 8 de enero de 2020
Sr. Foix y Compañeros/as del blog, opino idem de idem.
Sr.Foix: Esto será como siempre ha sido…ellos primero y nosotros después y nosotros además, pagando la fiesta que ellos viven cada día más cara…
Fransesc, en Pensiones, Educación, Sanidad…. las valoraciones son realativas.
En SEGURIDAD JURIDICA no. Hay o no hay Seguridad Jurídica.
Muy pronto sabremos si hay un cambio.
Mi convencimiento es que los servicios públicos sigan siendo públicos y que se invierta lo necesario, no solo que no se apliquen recortes a los mismos si no que se incremente la inversión en la medida de lo posible.
Quizá el término seguridad jurídica no fue el apropiado. Pero es el que se utiliza para denunciar la ausencia de un marco «seguro» para las empresas, normalmente multinacionales en países díficiles. Yo lo aplico a áreas de negocio que llevan a cabo empresas multinacionales en «ausencia de regulación», también en «la falta de seguridad» para para todos frente a una contratación de servicios fraudulenta, o que no cumple lo acordado, también a las usurpaciones de la propiedad privada de pequeños propietarios.
Es el término apropiado.
También para los casos que añades.
Mi comentario no era una crítica.
Solamente una apreciación mas.
De momento solo puedo sentir escepticismo y malas vibraciones, cuesta ser optimista si se hace un repaso de lideres políticos y su exposición de estos en el Congreso.
Su fin prioritario es llegar al poder y mantenerse.. Por degracia eso es lo que transmiten
Tinc molts dubtes que ERC aguanti la tensió. L’ atacaran per totes bandes.
Demà rebran una altre decepció, quan el Suprem negui el permís a Junqueras per assistir a la Reunió del Parlament Europeu.
Por decir algo: política económica socialmócrata, mejorar el estado del bienestar (pensiones, inversión en educación y sanidad), seguridad jurídica, seguridad en las calles, política en lugar del proceso de Kafka… y más Europa.
A lo mejor luego se me ocurre algo más.
Francesc Pujols que era un cognon inmenso escribio que por el solo hecho de ser catalanes, llegaria un dia en que iriamos por el mundo y lo tendriamos todo pagado.
Este dia aun no ha llegado y lo que hacemos de momento es cargar con el pecado original de ser catalanes y tener la culpa de todo, incluida la muerte de Manolete.
El hartazgo ya es mucho. Nos nacen los primeros catalanes de la decada de uno en uno, en el Pais Vasco, de dos en dos, mellizos y buen guapos.
De mayor quiero ser vasco.
Asi, es Aitor, es el hombre que se puede escuchar.
No se lo que durara este gobierno, pero hay que dar un margen de confianza, porque si algo sabemos es que sin cierta unión y colaboración es imposible realizar las reformas estructurales que necesita el pais. Si unidos sera muy dificil competir, con frentismo sera imposible, y 3 años ya se han perdido.
El ejemplo es el siguiente….El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha telefoneado al presidente del Gobierno para «darle la enhorabuena y tenderle la mano de los empresarios para conseguir lo mejor para España», ha tuiteado el propio Garamendi https://www.elconfidencial.com/…/ceoe-colaboracion-sanche…/… En un escueto comunicado, CEOE y Cepyme han remarcado su «total colaboración con el nuevo Gobierno en la tarea de conseguir lo mejor para nuestro país»