El Barça vuelve a ser líder por defecto del adversario perpetuo. Es divertida esta alternancia con el Madrid. Quedan once partidos y cualquiera de los dos puede llevarse la Liga. Pero al margen del título cabe considerar tres cuestiones. La primera es que ya no hay un solo equipo indiscutible en la Liga. La segunda es que tanto el Barça de Messi como el Madrid que fue de Cristiano notan el paso del tiempo, también el peso de los títulos, y necesitan un reinicio.
La tercera es que la calidad de los equipos segundones convierte en proeza ganarles en este final de temporada. Se acabaron los 105 goles del primer año de Pep Guardiola, los 115 de Tito Vilanova y el récord de los 116 con Luis Enrique. Incluso Tata Martino llegó a los 100. Ganar esta Liga se puede presentar como un dramático episodio del último momento, como las dos últimas de Tenerife. Gracias Jorge Valdano.
Si las cosas están así, veo precipitado e improcedente los silbidos, los pañuelos y las pancartas contra Bartomeu. Nadie se atreve contra Florentino después de la pobre imagen que los hombres de Zidane dieron ante el Betis. El pase a cuartos en la Champions está en manos de Guardiola que ganó (1-2) en el Bernabéu y le espera el martes 17 en Manchester.
Sería un error agitar el espantajo de las elecciones anticipadas cuando se está vivo en las dos principales competiciones y un genio como Messi y un veterano como Piqué se empeñan en arrastrar al equipo hacia los dos títulos. Ter Stegen y Ansu Fati van a contribuir.
Un último y emocionado adiós a Luis Racionero, un gran culé inconformista.
Publicado en Mundo Deportivo el 10 de marzo de 2020
El futbol del Barça i del Madrid
es enguany trist, avorrit, decebedor.
Falta ilusió, imaginació, força, joc d’equip,
equilibri entre els jugadors nous i joves amb els mes experimentats.
Els seus jugadors cobren massa, i el diner ho embruta tot.
Les directives i les direccions tècniques no estan a la altura del 2020.
El periodisme esportiu també falla amb els seus tòpics.
El futbol requereix seny i rauxa,
somni i un xic dausteritat,
noblesa i elegància,
saber guanyar i saber perdre.
Humanitat en un món massa inhumà.
Aquest any si que farem una Cuaresma de recolliment!
Digamos que el Barça es el menos malo