Era el final de los años cincuenta del pasado siglo. El maestro, Ramon Capell, un hombre muy exigente consigo mismo y más exigente todavía con la cincuentena de alumnos de la escuela municipal de Maldà, en la Vall del Corb, hacía un parón a media mañana. Todos sacábamos el vaso del pupitre y formábamos la cola hacia un gran bidón con unos veinte litros de agua en el que se habían disuelto unos polvos de lo que llamábamos leche americana.
Me tocó algún día remover el líquido con un bastón que se había cortado de una encina del camino. El maestro se me antoja ahora como un personaje de la novela Tiempos difíciles , de Dickens, dando un cucharón de sopa a los niños hambrientos en la primera industrialización inglesa.
Sería un error inspirarse en la eficacia china sin valorar la falta de libertades que comporta el régimen de Xi Jiping
Aquella leche en polvo era una pequeña parte de las ayudas norteamericanas como recompensa de la administración Eisenhower al régimen de Franco tras la firma de los tratados de 1953 que establecían bases americanas en Zaragoza, Torrejón, Morón y Palos. Estábamos en plena guerra fría cuando se aprovechaba todo para combatir al bloque soviético.
La contrapartida más importante fue el desbloqueo internacional de la dictadura que en 1956 entró en las Naciones Unidas. Con las ayudas económicas y militares, Eisenhower blanqueó el régimen ante las democracias occidentales. El abrazo Eisenhower-Franco en la visita oficial a Madrid en 1959 coincidió con el comienzo del fin de la autarquía.
El plan Marshall, que comportó una ayuda de 14.000 millones de dólares de la época, de 1948 a 1952, a los países devastados por la guerra, no alcanzó a España por haberse alineado con el eje nazi-fascista entre Hitler y Mussolini en la guerra mundial.
El amigo americano ha acampado sobre Europa desde que el presidente Woodrow Wilson introdujo el concepto de seguridad colectiva y el derecho de autodeterminación de los pueblos en la conferencia de París de 1919 al término de la Gran Guerra. La entrada de F.D. Roosevelt en la guerra en 1941 fue decisiva para derrotar al nazismo, así como la intervención del Ejército Rojo de Stalin desde el Este y la resistencia épica y en solitario de Churchill desde el primer momento.
La alianza militar entre Washington y Moscú duró muy poco y la confrontación entre las dos potencias se libró en los campos militar, ideológico, económico y diplomático. Cientos de miles de soldados norteamericanos se quedaron en Europa al terminar la guerra. El bloqueo de Berlín impuesto por Stalin en 1948 fue sustituido durante un año por el puente aéreo que permitía sobrevivir al Berlín occidental con decenas de aviones americanos, británicos y franceses que aterrizaban a diario en el aeropuerto de Tempelhof.
La OTAN fue el paraguas militar liderado por Estados Unidos a partir de 1948 que tendría su réplica en el Pacto de Varsovia de 1955. Las fronteras habían sido diseñadas implícitamente en la cumbre de Yalta entre Churchill, Roosevelt y Stalin. Las democracias de Europa occidental estuvieron tuteladas y protegidas por Washington hasta la caída y desmoronamiento de la Unión Soviética en 1991.
John Kennedy acudió a Berlín en 1963 para proclamarse berlinés en el célebre discurso desde el Ayuntamiento de Schöneberg, al lado del alcalde Willy Brandt. Hacía dos años que se había levantado el Muro que cayó en 1989 y ante cuyas paredes se presentó Ronald Reagan unos meses antes para decirle a Mijaíl Gorbachov: “Eche abajo esta pared”. Y el Muro cayó sin disparar un tiro.
La complicidad entre Europa y Estados Unidos era una realidad en todos los campos. Helmut Schmidt decía que Washington era el aliado más importante pero París era el más cercano. Felipe González se fue a ver a Reagan en 1983 después de haber ganado las elecciones con el compromiso de salirse de la OTAN y regresó a España como un atlantista más con la promesa de hacer el referéndum que ganó muy ajustadamente en 1986.
Esta coincidencia de intereses y de políticas de alianzas continuó con Bush padre, Bill Clinton, Bush hijo, Barack Obama... hasta que Donald Trump dio un giro inesperado con el “América primero” rompiendo la tradición de alianzas y del “poder suave” americano enunciada un siglo antes por Woodrow Wilson.
La llegada de aviones chinos cargados de productos sanitarios y personal para ayudar a combatir la pandemia del coronavirus es más que un gesto puntual. En los últimos ochenta años Europa sabía que Estados Unidos estaba en la lógica atlantista. Formalmente lo sigue estando, pero el espíritu de colaboración se ha desvirtuado. Y es muy deseable recuperarlo cuando otro presidente llegue a la Casa Blanca.
Como advertía Moisés Naím, las sociedades democráticas pueden caer en la tentación de enamorarse de China sin tener en cuenta que es un régimen sin libertades individuales y no cree ni practica la democracia. Pero Pekín pretende arrebatar el liderazgo mundial a Washington, que parece refugiarse en la doctrina Monroe de “América para los americanos”, formulada en 1823. Los primeros perjudicados serían Estados Unidos y el resto de democracias.
Publicado en La Vanguardia el primero de abril de 2020
Sr. Foix : Siempre me fijo en las poses de los brazos, de las manos y las miradas de los personajes, que aparecen en las fotos.
Aqui observo la pose decidida de las manos, de los brazos y de la mirada de Angela Merkel, e incluso se deduce un idem de Macron, dirigido todo a Donald Trump, que permanece de brazos cruzados, sosteniendole la mirada firme, secundado por el ministro japones ó su colega, el presidente chino.
Pienso que el Mercado Comun Europeo, es un estorbo para ellos y empiezan a estar enfrentados. Las consecuencias podrían ser gravisimas. Y ahora solo nos faltaba la endemia del covid-19, que deseqhilibrará y desestabilizará todoel sistema Económico- Financiero mundial y global. Aunque los grandes inversores especuladores buitre, aprovechran la ocasión de apoderarse una vez más de las grandes empresas, ect. a precios de chatarra.
En fin. Lo dejo ahi, pués ya todos lo sabemos y lo también lo presentimos.
Una buena clase de historia Lluís.
Dejo este fragmento:
Emanuel Macron, como Pedro Sánchez en España y Giuseppe Conte en Italia, ha reaccionado tarde: mientras aquí se declaraba el Estado de Alarma, en el país vecino de mantuvieron las elecciones municipales, y las primeras medidas, como el cierre de los colegios, comercios y otros lugares públicos llegaron también tarde. Sin embargo, Emanuel Macron, ahora, presumiblemente impresionado con lo que está sucediendo tanto en Italia como en España, está desplegando toda una serie de medidas expeditivas: la declaración de quince días de cuarentena, toda una serie de medidas sociales, la compra de mil millones de máscaras (procedentes de China en aviones Antonov rusos), cinco millones de pruebas del coronavirus, la orden de triplicar el número de camas equipadas con respiradores (pasando de 5.000 a 15.000). Para Enmanuel Macron «Francia está en guerra». El número de casos positivos en Francia es de 52.836, el número de bajas es de 3.532, y el recuperados es 9.522.
http://www.elinconformistadigital.com/2020/03/31/cuarenta-en-espana-dia-17-por-francesc-sanchez/
Estimado Luis,
Confinado en mi casa de la Segarra, con mi familia en un dia frio.
Recuerdo cuando el cura o la Señorita (asi llamabamos a la maestra), Ramona Vall, de les Pallargues (debia ser familia del gran leridano Josep Mª Vall Companys), nos daba a los alumnos, la leche en polvo, que nos llegaban en unos bidones de carton muy duro de unos 200 kg.; la «llet americana» en nuestro argot.
Mi primer viaje a Asia fue el 6 de marzo de 1980, hace 40 años…, por razones profesionales, y he visto la evolucion de Japon, Korea, Taiwan, la «Main China», y los del sur de Asia.
No soy sociologo, ni experto en nada, soy un «teoricamente jubilado», que ha vivido y observado mucho y que comparte en gran medida el articulo del Sr. Foix.
Como complemento sin controversia, querido Sr. Foix, mi reflexion esta en observar que, los sistemas de gobierno en nuestro mundo occidental, con su democracia y las libertades «luchadas» entre otros,por los de la generacion del 68 (yo hacia 3er curso de ingenieria), no estan acabando de dar la «respuesta» a las necesidades de la «gente», y esto nos puede conducir a una situacion de inestabilidad de consecuencias imprevisibles.
Este doble modelo, el de los chinos y el nuestro, con un «arbitraje» de EEUU que hasta hoy era estabilizante y hoy no sabemos, (es la tesis de su articulo), ¿hacia donde nos puede llevar?.
Yo no lo se.
Cuidaros y «Riesgo cero»
Brunet de Bellmunt
La decisión de romper la alianza con Europa ha sido un error muy grave de Trump. Quizás aplicó un enfoque como si se tratará de un negocio en Las Vegas, e infravaloró las consecuencias y la aletaoriedad que es muy difícil de controlar si no eres precavido y prudente. También algunos países de la UE han optado por algo parecido: Hungría, Polonia. Y con otro enfoque Alemania, Holanda, Austria y Finlandia parecen creer que toda la población del sur de Europa somos unos viva la vida. Esto es ignorancia, y es lamentable porque implica que no nos conocemos, no somos autocríticos y sí el sur es especial en ciertos temas pero no se puede tratar a la totalidad como si su comportamiento fuera igual que el de unos pocos. Nosotros tenemos que mejorar pero ellos también. Tampoco reconocen que la mayor parte de las grandes empresas que hay en España son propiedad de Alemania y Francia, o de los EEUU.
De acuerdo con su comentario José A Garcia y también con el artículo del Sr. Lluis Foix.
Me permito una apostilla. Entiendo que se refiere a los políticos que no reconocen que la mayor parte de las grandes empresas que hay en España son propiedad de Alemania Francia o EEUU.
Creo que es así porque los políticos ven las cosas a través de cristales deformantes. A su conveniencia.
Los Propietarios, Empresarios, Inversores o como quiera llamarles, que, no los Estados, ven las cosas como son realmente. Sin filtros, afortunadamente.
Gracias por su comentario. Sí, los políticos deben buscar el bien común, conciliando intereses contrapuestos y con la honradez en todos los casos como valor indispensable.