La siempre agitada tensión mediática alrededor del Barça transcurre como si estuviéramos en tiempos normales. Y no lo estamos porque el virus está alterando la vida de más de la mitad de la humanidad. El deporte se ha detenido y el fútbol también. Los Juegos Olímpicos de Tokio se han aplazado y la Eurocopa de naciones ha quedado suspendida. No se sabe si la temporada ha terminado o no a pesar de las presiones económicas para preservar los calendarios y cumplir los contratos de los derechos televisivos.
Miren, depende de si se controlan los efectos devastadores del virus. Y también de lo que decidan las autoridades sanitarias, políticas y deportivas. En el Barça se libra una campaña electoral al margen del virus. Entre los que gobiernan el club y los que aspiran a sustituirlos. La pugna entre las elites de estos dos colectivos se remonta a 1978 cuando Josep Lluís Núñez ganó la presidencia sin pertenecer al club del ‘porró’, como repetía el malogrado Ernest Lluch.
Es un juego bronco y despiadado, de traiciones y acusaciones sin probar, de dimisiones forzadas o rupturistas. Como en todos los sistemas democráticos en los que se pierden las formas en las campañas para alcanzar el poder.
Bartomeu ganó las elecciones ampliamente y puede agotar su mandato hasta que termine en 2021. Aprovechar las incógnitas de viabilidad económica que plantea el virus para torpedear el último año de una presidencia es una temeridad. Lo que hacen falta son ideas sobre cómo se gestionará un gran club con ingresos muy mermados. Es el paradigma el que ha cambiado.
Publicado en Mundo Deportivo el 14 de abril de 2020
Pan y circo, como siempre el Barça es un tranpolin social de las élites burguesas, como es natural todos quieren posicionarse.
El paradigma fue J.L. Nuñez que viniendo de fuera de ese entorno revolucionó el club escándalo del victimismo que lo amenazaba lo cual aún no han digerido muchos.
Sí, es más que un club.
Premsa esportiva i virus
1. El que s’escriu en aquest article, “El Barça i el virus”, pot aplicar-se a la premsa esportiva. També les dues darreres línies… “Lo que hacen falta son ideas sobre cómo se gestionará un gran club con ingresos muy mermados. Es el paradigma el que ha cambiado”.
2. El virus, sembla, canvia el paradigma o model de molts aspectes… del Barça, del futbol, de l’esport, de la societat. El món immens del Barça, català i universal, tant convuls aquests dies de Setmana Santa i de confinament, ha de ser objecte de reflexió i debat pels afeccionats, pels socis (el qui subscriu es el soci número 1424). I per la ciutadania en general perquè es veritat que el Barça, perseguit sempre per totes les dictadures d’Espanya, totes, és més que un club.
3. El canvi de paradigma també ha d’afectar a la premsa esportiva (diaris de paper i on line, ràdio, televisió, internet…). Ha de replantejar el seu estil, els seus continguts, les seves opinions, la seva funció esportiva, cultural, formativa, social. Fins a quin punt aquests media afavoreixen la creació d’una bombolla buida de contingut o faciliten un entreteniment sa, intel·ligent, cívic.