No se recuerda una desorientación semejante en tiempos de paz. La incertidumbre no es local sino global. El personal sanitario ha mejorado sustancialmente el tratamiento de los enfermos de coronavirus que son ingresados por millares cada día en todo el mundo. El virus es el mismo pero la experiencia en detener su malignidad ha hecho que en esta segunda ola de contagios la mortalidad no sea tan severa.
Mientras llega la tan deseada vacuna seguirá la confusión. Las medidas que toman los gobiernos tienen un fundamento sanitario pero son de carácter político. Cuando se analicen sociológicamente los resultados de las elecciones norteamericanas es probable que aparezca el espectro de la pandemia como uno de los factores clave de la derrota de Donald Trump.
El todavía presidente empezó siendo negacionista, burlándose de la mascarilla, desafiando las recomendaciones de Anthony Fauci, el epidemiólogo de cabecera, y apareciendo como el hombre fuerte que vencía la malignidad de la pandemia.
Hoy mismo se han detectado más de ciento cincuenta mil de nuevas personas contagiadas en Estados Unidos y el número de fallecidos acumulados se acerca al cuarto de millón. En vez de estudiar la terrible pandemia, Trump se ha dedicado en los últimos días a hacer propaganda de la vacuna que sacará Estados Unidos sin mencionar que es fruto de una cooperación con otra empresa alemana y, además, no es la única que se está probando en muchas partes del mundo.
Un político no puede hacer de médico. Y tampoco puede dar órdenes a los médicos para que le suministren un diagnóstico y una terapia a medida. Al ser una enfermedad de dimensiones públicas, los gobiernos han intervenido sin tener en cuenta el parecer de la comunidad científica.
No ha habido transparencia. El doctor Fernando Simón, por ejemplo, no ha facilitado todavía el nombre de quiénes forman parte del equipo de expertos y la cifra oficial de fallecidos no coincide con la que suministran dos organismos oficiales que añaden más de veinte mil víctimas a las oficiales. Los colegios de médicos de toda España, excepto el de Catalunya, han pedido su dimisión.
En España se ha hecho política con la pandemia. Como en Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia y también en Suecia. Los enfrentamientos entre el ministro Salvador Illa y la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso son lamentables e impropios de gobiernos responsables. Es la salud ciudadana lo que está en juego.
Sr. Foix : Estoy meditando despues de leer su artículo … » Los políticos ante una pandemia descontrolada. » … y pienso que… No hay nada peor que … ocupar el poder ejecutivo, de gobernar y …no tener el talento creativo, previsor del presente y del futuro, necesarios para llevar a cabo con éxito, la función de gobernar.
Observo que aquellos que creen ó tienen el modus viventi asegurado en grande, ya desde temprana edad, aunque sean inteligentes, no son adelantados previsores, ni del presente ni del futuro.
Ejemplo : Henry Ford, que venia de familia necesitada y trabajadora,…desoues de pasar varias experiencias y aprendizagues, ext…
llegó a conseguir montar una fábrica de automóviles, de montaje en cadena, ect.
Y un buen día se le ocurrió, aumentar el sueldo ó salario a sus trabajadores,… alegando, que quería que sus trabajadores, pudieran adquirir los vehiculos que fabricaban.
También se le ocurrio establecerles, la jornada laboral de trabajo, en 8 horas diarias, en lugar de las 12 horas, que se hacian en aquel momento.
Fué Henry Ford, el que ideó y puso en marcha efectiva estos cambios vitales, y no fueron los sindicatos ni los empresarios.
Necesitamos talento previsor y preventivo del presente y del futuro, como los Estadistas, que ahora brillan por su ausencia. Nos faltan Henry’s Ford y sobran clarlatanerias de políticos ineptos,para prevenir.
No comment.
P.D.
Pienso que ahora que la Pandemía del Virus del Covit-19, parece que con la Vacuna, ha empezado la esperanza de hallar la solución, de parar la multiplicación del mortal virus Covit-19,… es posible que deje de hablarse a todas horas y en todos los medios audio visuales, del importantisimo tema … y empiece a darse tambien, importancia al tema del modus viventi vital, de nuestra sociedad humana.
Porque necesitamos emprendedores talentudos, con ideas creativas de artículos de consumo, consumidores, PUESTOS DE TRABAJO y cotizantes al Estado y a la Seguridad Social.
Mucho ruido y pocas nueces. Mucho hablar de la Pandemia, pero poco hablar de sus consecuencia de provocación de hambruna extendida globalmente, por doquier.
Aunque no lo parezca aún. Al menos para los privilegiados dirigentes de élite del poder ó que viven en la abundancia y la opulencia multimillonaria en euros, dolares ó Libras esterlinas, ect.
Necesitamos emprendedores que vuelvan a fabricar los artículos que antes fabricabamos en España, incluida Cataluña.
En lugar de fabricarlos en China y todo el sudeste Asiatico.
Aun somos IDIOTAS … ( en griego )
La Pandemia del virus va por buen camino de solución, pero no olvedemos que LA FALTA DE MODUS VIVENTI , también MATA Y A GRAN ESCALA PLANETARIA.
No comment…
Necesitamos emprendedores talentudos, capaces de crear artículos de consumo, también de crear puestos de trabajo bien remunerados y satisfechos, que puedan consumir los artículos ó productos, fabricados por ellos mismos.
Al estilo talentudo,…de Henry Ford.
La solución es facil… Solo hay que copiar el sistema y el como.
Asi se hizo aun más multimillonario. En lugar de despedir personal trabajador, para ganar más.
Debemos de crear consumidores y cotizantes al Estado y a la Seguridad social.
Rudolph Matas, hijo de Narcís Hereu Matas natural de Girona y de Teresa Jordá de Sant Feliu de Guíxols (Girona) (Había renunciado al apellido paterno) los 19 años recibió su título de médico en 1880 en Nueva Orleans.
El Dr. Matas publicó las conclusiones del Dr. Carlos J. Finlay para erradicar la fiebre amarilla. Por ello fue encargado de llevar a cabo las mismas hasta la erradicación de la fiebre que producía la muerte con el vómito negro.
Hasta dicho momento se había cobrado 17.000 muertes solo en la región del Valle del Misisipi y Nueva Orleans
Seguro que no tuvo los problemas de los médicos con la actual pandemia.
Uno se pregunta si es que los buenos se fueron y aquí solo quedamos los pusilánimes.
Estamos teniendo posiblemente la peor hornada de políticos de todos las tiempos. No aciertan en la economía, no haciertan en el terreno laboral, tampoco aciertan en la cultura etc. etc..Exigimos que la política se haga más humana, más cercana a la realidad al ciudadano de a pié
Pepe, suscribo totalmente su comentario.
Estamos en manos de los peores.
No hay que olvidar que la ciencia requiere de un estudio. Cuando se parte de una situación desconocida, el prueba- error es mayor. Además en este caso estar bajo los focos mediáticos, convierte en bandazos las políticas y desconcierto en la poblacion.