La falta de público ha convertido el fútbol en algo así como la metáfora de un vídeo juego.
Sin ánimo de minusvalorar las cinco victorias seguidas del Barça fuera de casa, me parece interesante señalar que el fútbol ha perdido el público presencial desde que la pandemia apareció en nuestras vidas, hace ya diez meses. El factor campo cuenta menos, o no cuenta, porque el silencio en los estadios ha convertido el fútbol en algo así como la metáfora de un video juego.
Los audios ambientales que emiten desde algunos campos son una trampa, una simulación de una atmósfera que no existe. El público se libera de sus frustraciones o fantasías, se desgañita sin rubor contra el árbitro, un jugador, el entrenador o la Junta. La libertad de gritar contra lo que uno crea conveniente no tiene límites. Se crean complicidades con el equipo y la gradería se convierte en juez severo de la marcha del partido. El pañuelo es el recurso desesperado contra el palco cuando van mal dadas.
Ahora se escucha el eco de palabras secas y rotundas que descubren el estado anímico de entrenadores o jugadores. Añoro los días de fútbol con más de 80.000 aficionados dirigiéndose hacia el Camp Nou. Todo era fiesta, tumulto, susurros entre amigos, familiares o vecinos de asiento. El fútbol sin público no tiene nada que ver con el combate social entre aficiones que tantas veces he vivido en los viejos estadios ingleses. Se observa el fútbol como un laboratorio lejano, frío, sin personalidad ni pasión. Afecta también a laviabilidad económica de los clubs y al precio de los derechos de televisión. Que acabe pronto la pandemia.
Publicado en Mundo Deportivo el 26 de enero de 2021
Las televisiones llenan las gradas de trampantojos y murmullos enlatados.
Tot es molt de persiglas Sr. Foix.
LA SOLUCIÓ AL SILENCI FRED dels estadis de futbol és molt fácil. Els tribunals de justicia (justicia?) espanyols poden sentenciar que la gent vagi al camp. No cal que els jutges facin cas dels metges i dels experts en coronavirus. Han de fer com el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (d’Espanya) i obligar a fer eleccions quan ells vulguin. Qui será responsble que hi hagi més contaminats i morts pel virus després de les eleccions?. Els jutges no son ni seran responsables. Els jutges sempre son justos. Els jutges no s’equivoquen mai.