Los hechos son que el Barça es el que más goles ha marcado en la Liga (67); Messi es el máximo goleador (23); jugará la final de la Copa contra el Athletic y se encuentra a cuatro puntos del líder después de una exhibición goleadora (1-6) en el siempre incómodo estadio de Anoeta. Hacer predicciones en el fútbol es un riesgo inútil. Pero viniendo de la humillación del Bayern en Lisboa, no se esperaba una reacción tan sólida en una temporada de pandemia, elecciones por en medio y sin ningún fichaje multimillonario.
Jan Laporta ha heredado muchas cosas cuando lleva una semana como presidente tras una clara victoria y la azarosa captación de los avales imprescindibles para tomar posesión. Pero hay una herencia que explica el cambio de ánimo y de actitud de los veteranos y jóvenes canteranos.
Se llama Ronald Koeman (58 años el domingo) que ha devuelto la moral de victoria que ha caracterizado al Barça en lo que va de siglo. Conoce bien la institución, fue el autor del gol que dio la victoria en Wembley en la Champions de 1992 y tiene carácter para imponer su criterio en un vestuario que había arrebatado el mando porque había un vacío de autoridad. Piqué dixit.
Ha trazado puentes entre los genios y los jóvenes incorporados, se ha mantenido al margen de las campañas para conquistar la presidencia, ha exigido disciplina y preparación física. Sin un acuerdo personal y estratégico con Messi, seguramente se habría estrellado. Pero ahí está, ante la posibilidad de ganar dos títulos. La gran pregunta es si ha convencido a Messi para quedarse.
Publicado en Mundo Deportivo el 23 de marzo de 2021