El president Tarradellas solía preguntar de vez en cuando, al final de su vida, cómo estaba la Federación Socialista Madrileña. Sabía que las luchas entre los socialistas madrileños habían causado grandes sustos a la República por las discrepancias de fondo entre el sector de Largo Caballero y el de Indalecio Prieto y Julián Besteiro.
En la votación que se registró en el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid para suceder, mejor dicho, desbancar, al presidente Alcalá Zamora y elegir a Manuel Azaña después de la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, se produjeron muchos altercados hasta el punto que el caballerista Luís Araquistain le propinó una solemne bofetada a Julián Zugazagoitia que representaba el sector más moderado del socialismo español que lideraba Prieto.
Aquellas discrepancias de fondo en el seno del socialismo español fueron importantes a la hora de frenar la deriva frentista que se había instalado en el gobierno salido de las urnas y que condujeron al levantamiento de Franco cinco meses después. Las memorias de los pesos pesados del PSOE, escritas ya en el exilio, dan cuenta de los planteamientos irreconciliables entre las dos facciones del socialismo madrileño.
Sería absurdo establecer paralelismos entre lo que está ocurriendo ahora en el Partido Socialista de Madrid con las tensiones fratricidas de la Federación Socialista Madrileña en los tiempos de la República. Pero la derrota en las elecciones del martes, dejando al PSOE en la tercera posición, detrás de Díaz Ayuso y de Mas Madrid de Mónica García, ha creado una tensión con dimisiones, recriminaciones y nombramiento de Junta Gestora.
Las victorias tienen muchos padres pero las derrotas son huérfanas. El líder de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, ha presentado su dimisión por el descalabro de Angel Gabilondo. Se da la paradoja que el candidato Gabilondo fue impuesto por Moncloa que hizo la lista entera, dirigiò la campaña y la estrategia, apartó al partido de Madrid y quien dimite por los resultados es el secretario general del PSOE madrileño. De pasada, se convocan primarias en el PSOE andaluz con la participación de Susana Díaz cuyas desavenencias políticas con Pedro Sánchez son bien conocidas.
Qué mal momento tuvieron en Moncloa cuando decidieron desbancar al PP de la presidencia de Murcia, con el apoyo de Ciudadanos, provocando una sacudida en la política española que ha causado una victoria incuestionable de Díaz Ayuso en Madrid, una crisis en el socialismo madrileño, la salida de Pablo Iglesias del gobierno y de la política y un Angel Gabilondo que paga los platos rotos de una estrategia que diseñó Pedro Sánchez con la ayuda de su gurú particular, Iván Redondo. Gabilondo, hombre al que tengo por honesto y con la cabeza lúcida, ingresó en el hospital por una arritmia y, en cualquier caso, no tomará posesión como diputado de la Asamblea de Madrid. Nadie sospechaba un efecto mariposa de estas magnitudes.
Aun no veo claro la estrategia de Illa en Catalunya…pero tampoco veo la de ER, ni la de Puigemont, ni otros…ni CUP, buenos estos ultimos si, mas tension y frentismo
El efecto mariposa también afectará a Barcelona. Ya se hacen encuestas del PSC para valorar la gestión de Colau.