Luis Enrique ha decidido prescindir de Sergio Ramos en la Eurocopa que empezará el viernes con un Italia-Turquía en Roma. Era el capitán natural y el jugador imprescindible durante años en la selección española. Pero la novedad más relevante es que el técnico asturiano, de carácter y espíritu libre, no ha convocado a ningún jugador del Real Madrid.
No recuerdo una decisión semejante en una competición internacional. No sé si el equipo de Florentino dispone o no de algún jugador apto para competir en la Eurocopa. Las ágoras deportivas nocturnas han afeado esta ausencia de blancos y Luis Enrique ya se puede preparar si no consigue un resultado discreto. El empate a cero con Portugal la semana pasada sacó a los ‘hooligans’ de rigor a vitorear el nombre de Sergio Ramos. En ambientes futbolísticos y políticos de la capital se considera una afrenta que el Madrid no defina cualitativa y cuantitativamente la marcha de la selección.
El nacionalismo futbolístico también existe y hay quien considera que el equipo que representa España debe contar necesariamente con jugadores del Real Madrid. Es una visión un poco estrecha, chata y primaria. Pronto sabremos el papel de la selección de Luis Enrique en la Eurocopa. El éxito será suyo y el fracaso también.
Pero no será porque ningún jugador del Madrid haya sido convocado. Las dudas de que Aymeric Laporte, central francés nacionalizado español y jugador del Manchester City, sobre su identificación con la selección al ser convocado por Luis Enrique, son la prueba más evidente del nacionalismo futbolístico más exclusivo.
Publicado en Mundo Deportivo el 8 de junio de 2021