El fútbol europeo compite con el fútbol local, el nuestro, el de cada ciudad, el personal de cada seguidor. Cuando Messi, Cristiano y Neymar maravillaban al mundo con su juego espectacular, sus resultados y sus títulos se podía decir sin complejos que La Liga española era la mejor competición de Europa. Esos genios han acampado en equipos con presupuestos procedentes de estados petrolíferos, multimillonarios rusos o norteamericanos y han acaparado la atención global y sus audiencias millonarias.
He de confesar que los fines de semana miro la cartelera europea con prioridad a la española. El PSG-Manchester City del 28 de septiembre lo preferí al Real Madrid-Sheriff en el Bernabéu. El partido estrella del domingo fue para mí el titánico enfrentamiento en Anfield entre Jürgen Klopp y Pep Guardiola jugándose el liderazgo de la Premier. Me interesó más que el RCD Espanyol-Real Madrid que se saldó con una justa y poco frecuente victoria de los pericos contra los blancos. Enhorabuena a los espanyolistas.
También en el fútbol se aplica la ley de la gravedad relativa a la calidad, uno de cuyos índices es la potencia económica de cada club. La falta de dinero impide a Laporta fichar a los mejores y tampoco puede prescindir de Koeman por razones presupuestarias. El Barça puede superar su precariedad porque La Liga ya no es cosa de dos. Pero cuidado con los prestigios de los equipos millonarios. El PSG perdió el domingo ante el Stade Rennais y el Bayern fue derrotado en casa por el Eintracht. El Barça en Europa tiene cero puntos tras dos jornadas. Peligroso. Otro apunte para Florentino, Laporta y la Juventus. Los tres equipos de la frustrada Superliga han perdido fuelle.
Publicado en Mundo Deportivo el 5 de septiembre de 2021
Parece ser que el problema del Barça es de calado, arrastra quiebra tecnica,dicen que en 5 años lo solucionan, si claro ganandolo casi todo los proximos 4 años. Asi que cuando el rio suena….como minimo proveerse para la tormenta.
La Lliga fa figa.
El Barça una mica el pena.
Tot plegat es prou tristot.