El PP necesita algo más que caras nuevas

Pablo Casado no ha superado la crisis creada por sus propias contradicciones.

Pablo Casado tendrá que irse sin gloria y con el abandono de los que fueron su guardia pretoriana hasta hace dos días. Teodoro García Egea, el seveero secretario general, ha dimitido y el presidente es un cadáver político en ambulancia hacia el cementerio de los que pudieron ser y no fueron.

Las agonía política de un dirigente es ingrata. Ocho horas reunido con sus más directos colaboradores para acabar anunciando que se irá es más que incómodo. Recuerdo la larga tarde que Mariano Rajoy pasó en un restaurante madrileño mientras en el Congreso se debatía la moción de censura que lo envió a su profesión de registrador de la propiedad.

El espectáculo del acoso y derribo a que ha sido sometido me parece innecesario. Es indecente que quienes le aplaudían sus ocurrencias hasta hace muy poco le hayan ido abandonando como los náufragos que se tiran al mar cuando el barco se hunde. Se ha quedado solo y sin horizonte en la política. La democracia tiene sus protocolos que se observan también en las horas oscuras.

El problema no es de personas sino de maneras de hacer política. De coherencia en el discurso y en las actitudes. El Partido Popular tiene que reiniciar su sistema operativo y reconocer que los casos de corrupción que le han afectado durante años no pueden aparecer como normales. Fue la corrupción lo que le costó el cargo a Mariano Rajoy y el futuro de la populista Isabel Díaz Ayuso dependerá en buena parte sobre qué hay de cierto en la comisión o retribución de 55.000 euros a su hermano por gestionar la importación de mascarillas procedentes de China. La corrupción es la lacra de la política que ha enviado a muchos gobernantes a su casa. ¿Se acuerdan de Juan Guerra, el hermano de Alfonso? Influyó mucho en el desgaste y en la caída del que fue todopoderoso vicepresidente del gobierno con Felipe González.

El Partido Popular es necesario para el buen funcionamiento de la democracia española. Hay muchos millones de votantes conservadores como los hay en todos los países europeos. Ocupan la centralidad en unos momentos en que partidos de derecha extrema se abren paso y condicionan el discurso de la derecha clásica. Lo mismo ocurre con la socialdemocracia y los partidos que crecen a su izquierda.

No sé lo que ocurrirá en el Partido Popular en España ni qué pasará en el partido de Madrid con Díaz Ayuso al frente. Pienso que se necesitan caras nuevas, discursos centrados, personas preparadas que se dediquen al servicio de los ciudadanos. Me atrevo a predecir que ni Pablo Casado ni Isabel Díaz Ayuso son el futuro tras esta crisis.

  7 comentarios por “El PP necesita algo más que caras nuevas

  1. Hay aún bastantes incognitas….La incógnita Casado..» https://articulosclaves.blogspot.com/2022/02/la-incognita-casado.html Las agonía política de un dirigente es ingrata-El espectáculo del acoso y derribo a que ha sido sometido me parece innecesario-El problema no es de personas sino de maneras de hacer política. De coherencia en el discurso y en las actitudes-Pienso que se necesitan caras nuevas, discursos centrados, personas preparadas que se dediquen al servicio de los ciudadanos. «L.Foix

    https://www.foixblog.com/2022/02/22/el-pp-necesita-algo-mas-que-caras-nuevas/

  2. La oposición hecha por el PP al PSOE y en particular a Pedro Sánchez nunca fue de mi agrado, pues más que oposición con sentido de estado, era acoso y derribo sin razón aparente.

    Ahora bien, coincido en que es indignante como se han sucedido los acontecimientos. Una explicación sería que el PP ya estaba envenenado desde hace tiempo como para precipitar las cosas.

    Y como no hay mal que por bien no venga, creo que seria bueno que el nuevo PP que salga de todo esto hiciera una oposición con sentido de estado, y que eso parara los pies a la extrema derecha.

  3. Creo que lo más lamentable es que los votantes premien a políticas como la Sra. Ayuso, es una demagoga sin grandes escrúpulos. Y si el lema de unas elecciones es poder ir al bar y no usar mascarilla, entonces el problema no es solo de la clase política. Las personas tenemos que informarnos y poseer espíritu crítico para poder llegar a un criterio de responsabilidad social cuando votamos. El populismo, tanto de derecha como de izquierda, es un engaño.

    • Ciertamente, es preocupante que los votantes no parezca que tengamos sentido crítico como para votar a según quién, ni tampoco sentido democrático como para aceptar los resultados de unas elecciones. Basta ver lo que ocurrió en las elecciones de EEUU. Aunque mucho de ello puede deberse a la transformación de los medios de comunicación, la competencia entre ellos, y la desinformación que a mi entender se da en las redes sociales.

  4. Estoy de acuerdo con nuestro anfitrion, ni Casado ni Ayuso llegaran muy lejos en politica. Ahora bien si estas caras nuevas que nececita el partido popular (crespuscular) son tipo Feijoo, lo tienen fatal.
    Un individuo que se codeaba con narcos y que visitaba Andorra sin que le constara, no es fiable ni de fiar.
    Miercoles y 23F.

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