No son falsas noticias sino bombardeos sobre edificios civiles y viviendas habitadas. La televisión es el gran adversario para Vladimir Putin. Estamos viendo los efectos devastadores de bombardeos, misiles y obuses que destruyen casas y matan personas.
Es una guerra no provocada entre un gran ejército y un país que se defiende de una invasión en toda regla. Más de tres semanas de guerra y no se ha controlado la ciudad de Jarkiv, cerca de la frontera, que el Kremlin dio por conquistada en la primera semana de la contienda. Tampoco se ha ocupado la capital, Kyiv. No es solvente la información de los dos bandos. Es la guerra. Pero la presencia del presidente Zelenski en la televisión global, en los hospitales, recibiendo a tres primeros ministros de países de la OTAN en la capital indica que la capacidad de resistir de los ucranianos es muy alta.
Pero lo que es evidente es los efectos de la destrucción. Desde Washington ser habla de crímenes de guerra y el presidente Joe Biden calificó a Putin de “criminal de guerra”. Bombardear hospitales, teatros en los se refugiaban cientos de ucranianos, escuelas y bloques de viviendas está considerado como un crimen por la Convención de Ginebra.
Estamos en un punto en el que un acuerdo de paz, armisticio, tregua o detención de las hostilidades son improbables. Ninguna de las dos partes puede presentarse en una mesa de negociaciones con batallas ganadas. Los rusos no avanzan porque la resistencia de los ucranianos es más dura de lo esperado. Están estancados. Pero a medio plazo entrarán en la capital y en las ciudades importantes porque son más poderosos y tienen más armas destructivas.
Pero no conseguirán doblegar a los ucranianos que recordarán durante años las barbaridades cometidas por órdenes de Putin. Puede conquistar todo el país pero la resistencia será dura y continuada, en forma de guerrillas o de emboscadas. Rusia no tiene ejército suficiente, ni funcionarios, ni espías para controlar un país de 44 millones de habitantes que se ha plantado ante una invasión no provocada.
Varios millones han huido a otras partes del país o han escogido el camino del exilio. Pero son muchos más los que se han quedado y están padeciendo la devastación de los bombardeos. Vemos en la televisión que el frente pasa por la sala de estar, la cocina o el dormitorio de viviendas en las que ancianos han preferido quedarse en casa que huir sin saber adonde.
Putin sigue hablando con Macron y su ministro Lavron despacha por teléfono los ruegos de gobiernos occidentales para que se detenga las matanzas y la destrucción. Es improbable que escuche las súplicas. Putin no reconoce el derecho de Ucrania a existir como país independiente y el temor de los países que formaron parte del imperio soviético o del Pacto de Varsovia temen que pueden ser los próximos en ser atacados.
Mientras no termine la operación Ucrania, Putin no tendrá fuelle para acometer agresiones a otros países vecinos. Pero si seguimos sus discursos, esta guerra no es solo contra Ucrania sino contra todos sus aliados, es decir, la Unión Europea, la OTAN y los que han condenado la invasión están en guerra contra Rusia.
Vienen tiempos difíciles para todos. Europa notará de muchas formas los efectos de la guerra que se traducirán en protestas de carácter social debido a la subida de precios, las huelgas de transportistas, disminución del consumo, aumento del paro y todas las consecuencias derivadas de una guerra.Por último, no hay que descartar que Putin sea también víctima de su aventura mala calculada. Si queda estancado en las planicies de Ucrania durante unos meses su autoridad totalitaria puede ser discutida por sus más inmediatos colaboradores.
Totes les guerres són brutes també els que van fer els americans a Irak, Siria, Afganistan… i crims de guerra també van ser les bombes atòmiques de Hiroshima i Nagasaki.
El que passa és que els EEUU son la primera potència econòmica actualment, després de que les farmacèutiques americanes venguesin les vacunes per als millons d’habitants d’europa, per triplicat, i què passa? doncs que tenint tant poder ecònomic dominen en aquest moments el món. Es facil comprar les agències que distribueixen les notícies EFE, etc… tothom sap que darrere les notícies hi ha ideologies i tothom deuria saber que la guerra freda continua, s’està fent molt seguiment en aquesta guerra, cosa que amb altres no es feia cap seguiment de que passava amb els refugiats, només per sobre, les ONG parlaven de camps de refugiats i també algunes notícies, també se’ls-hi tencaven les portes d’europa pel color de la pell i la mala propaganda però també hi havien dones i nens, gent gran… i molts innocents, a la cap i a la fi persones que patíen, tota guerra és terrible. Però sembla que lo que va fer EEUU llavors no fos quasi bé res, ningú els hi ha demanat cap explicació, ni ha comdemnat a ningú per cap crim de guerra, que els americans són els bons i el altres els dolents, és un judici simplista que fa molta gent però darrera sempre hi ha interessos, lo que està fent Putin està malament, però que ho critiqui qui té guerres igual de terribles a les esquenes és una mica hipócrita. El que passa és que ningú exigirà mai res a EEUU és una batalla perduda. Ara ja els hi va bé que es carreguin al seu enemic nº 1, Rusia. Mentre tant cal anar alimentant el foc de les emocions i possar a la gent en contra… cosa que a les altres guerres no passaba, nigú critacava obertament a cap president de EEUU que promogués una guerra, sempre hi havia una escusa que ho justificava i tots ho trobavem bé a nivell notícies, cap debat criticaba res… cap diari… només manifestacions al carrer que alguna vegada sortien per la tv.