La propaganda forma parte de la guerra. Hasta ahora la practica con más eficacia y mayor realismo el presidente Zelenski que se pasea por los parlamentos más importantes de las democracias ofreciendo una imagen de mártir y resistente. Un hombre que sabe que tiene las de perder pero que se queda, alienta a los suyos y denuncia la invasión no provocada por Putin. El presidente ruso no habla en ningún parlamento, ni siquiera en el suyo, en la Duma, porque las decisiones las toma el personalmente.
El presidente ruso ha convocado en su larga mesa de Moscú a varios líderes occidentales, les ha mentido sobre sus intenciones, ha abierto una guerra innecesaria y sangrienta contra un país vecino y no ha conseguido que la invasión de Ucrania se convirtiera en una guerra relámpago. Ha causado diez millones de desplazamientos en el interior del país, de los cuales más de tres millones han huido al extranjero.
Putin tiene la fuerza y Zelenski tiene las simpatías del mundo democrático occidental. En su alocución de hoy refiriéndose al terror de Mariúpol ha dicho que “será recordado en los siglos venideros”. Putin está utilizando artillería, aviación y bombas sobre teatros y edificios civiles en los que se refugiaba población civil.
El conflicto será largo porque la ocupación de un país por una fuerza exterior desproporcionada no equivale a ganarse las mentes y las voluntades de sus gentes. Las imágenes de destrucción son propias de las guerras más sangrientas. Al no poder dominar la capital y las principales ciudades en las primeras semanas, Putin recurre a la fuerza bruta, a los ataques a la población civil, a la destrucción de edificios de viviendas y a una guerra de atrición que pretende ganar por agotamiento psicológico del enemigo.
Ganará pero nunca conquistará el corazón del pueblo ucraniano que se ha sentido humillado por un ataque desproporcionado. El relato de la guerra no lo construye la fuerza de Putin sino la valentía y resistencia de Zelenski. Es un error catastrófico absoluto, peor que un crimen. Putin podrá tener y aumentar su poder en Rusia pero queda aislado dentro de la inmensidad de su territorio.
La invasión de Ucrania marca el futuro inmediato de la política global. China se beneficiará desde el punto de vista estratégico pero la inestabilidad creada por la guerra de Putin no conviene a sus intereses de gran economía mundial. Europa se ha fortalecido, hasta ahora, y ha aprendido varias lecciones derivadas de su precaria política energética y la necesidad de fortalecer su política de seguridad y defensa.
Habrá que ver qué ocurre en Moscú en los próximos meses pero si la guerra se prolonga demasiado su posición será precaria. Las draconianas leyes aprobadas por el Kremlin, con penas de hasta 15 años para quien cuestione la versión oficial de la guerra, y los efectos de las sanciones internacionales provocan una monumental fuga de cerebros. En Rusia hay contestación a la guerra que se divulga por las redes sociales y por los muertos que llegan desde Ucrania.
Esto es una guerra, horrible como todas las guerras, pero lo de Hitler fue un Holocausto, que es mucho peor. Si en cada guerra mostrasen las imágenes que vemos y se hiciera el seguimiento que se hace, todo aquel que la causase sería igual de monstruo. Pero los medios nos hacen ver a unos monstruos más que a otros, ¿dónde se habla de las otras guerras? a veces hablan misioneros de que existen guerras de las que no se habla y son igual de terribles. Conclusión se habla de lo que interesa que se hable por intereses que no se saben y al oyente, lector o televidente se le puede influir grandemente con lo que se le da, con eso juegan. Con todo esto quiero decir que esta guerra no es más terrible que otras, solo lo parece por todas las imágenes que nos bombardean. Naturalmente también hay mucha información bien intencionada y verídica, però también interesa por otra parte derrocar a Putin y aislar a Rusia, no solo por la guerra, naturalmente hablo de EEUU.
Uno ganara el relato otro la guerra, y ambos modificaran las relaciones mundiales que se complicaran porque nadie ve una instititución supranacional capaz de poner orden. Si observa mas gasto miliar en una Europa más unida.
PUTIN BOMBARDER, JUAN CALOS CONDECORAT, PEDRO SANCHEZ TRAIDOR
1.- Vladimir Putin és un bombarder que envaeix amb la força bruta Ucraïna, actua contra la població civil, viola la seva sobirania nacional. No és un fet nou ni en l’actual Europa. Tristament. (“Bombarder: Soldat, especialment aviador, encarregat del llançament de bombes”. Diccionari de la llengua catalana)
2.- El bombarder Putin es dedica a condecorar també a determinats personatges. El president rus va lliurar al rei Juan Carlos I el Premi Estatal de Rússia, màxim guardó d’aquest país en una solemne cerimònia celebrada a la sala Alexandre del Gran Palau del Kremlin (19 de juliol del 2012). El president rus i el rei espanyol s’intercanviaren mútuament cordials paraules d’agraïment i elogi. Cal preguntar si el monarca emèrit, vivint avui com un rei a Abu Dhabi, manté aquell discurs favorable al dictador rus. També cal preguntar si el seu fill, Felipe VI, i el president del Govern espanyol, Pedro Sánchez, han exigit o no a Juan Carlos que retorni la condecoració que va rebre del bombarder Putin.
3.- Pedro Sánchez, però, segueix al sud d’Europa la política de Vladimir Putin a l’esta d’Europa. Putin viola per tots els mitjans la sobirania d’Ucraïna. Sánchez viola els drets nacionals del poble sahrauí quan accepta la sobirania del Marroc de Mohamed VI sobre el Sàhara Occidental en contra de les resolucions de les Nacions Unides. Pedro Sánchez, ¿traïdor? ¿hipòcrita? ¿traïdor i hipòcrita alhora?
Pienso que el principal enemigo del nuevo Hitler, es Èl… MISMO. … Y acabará igual. Pienso que provablemente tardará unos 5 ó 6 años. Como le ocurrió a Hitler.
Pero mientras tanto, el mundo tendrá que sufrir y aguantar su locura criminal y a los que le secundan, porque les dice las palabras y el discurso, que quieren oir.
¡ That’s the question !