La artillería pesada vuelve a golpear tierra europea. No hay un mecanismo para detener las bombas mientras Putin siga bombardeando y los ucranianos resistan los ataques con la ayuda militar y política occidental. La guerra se extiende y ha empezado a cruzar la frontera adentrándose en territorio ruso.
La opinión pública no es consciente de que estamos en guerra contra Rusia. Los gobiernos occidentales sí lo saben y actúan en consecuencia enviando armas pesadas al presidente Zelenski. No solo para defenderse, sino para debilitar al ejército de Putin, que ha mostrado hasta ahora una estrategia ineficaz con unas tropas inmaduras para entrar en combate.
Rusia está librando una guerra contra Estados Unidos y sus aliados en el escenario de Ucrania. Cada día que pasa sin un alto el fuego o un armisticio es más probable que el conflicto se traslade a otros países de la zona sin descartar que un día nos encontremos en que las hostilidades se estén librando en territorio OTAN. Cuando las guerras entran en la fase de confrontación abierta ya nadie se pregunta por las razones y las causas. Se trata de derrotar al enemigo.
Pienso que se está a tiempo de detener la barbarie que ha matado ya a decenas de miles de soldados de ambos bandos, ha deportado a medio millón de ucranianos a Rusia y ha desplazado a más de once millones, cinco de los cuales han huido a otro país.
En el año 1910 se publicó La gran ilusión, un libro de Norman Angell que probaba que la guerra era imposible. Fue un récord de ventas en todos los idiomas europeos. Sus tesis se convirtieron en dogma en los ambientes académicos, periodísticos y políticos. La guerra era imposible por la interdependencia de las naciones y por las inevitables consecuencias que conducirían a “un desastre comercial, a una ruina financiera y a un gran sufrimiento humano”.
Y, sin embargo, llegó la Gran Guerra (1914), la siguiente (1939) y todas las otras terribles guerras del siglo. Me viene a la mente la historiadora Barbara Tuchman cuando afirmaba que todos los gobiernos de todos los tiempos saben lo que no deben hacer y, sin embargo, lo hacen, aunque sea para su propia perdición. Hay que parar a Putin, pero mientras los rusos le sostengan en su afán imperial veo inevitable la extensión del conflicto en otras partes de Europa.
Publicado en La Vanguardia el 29 de abril de 2022
China empieza a construir una imagen de liderazgo político internacional y de neutralidad para facilitar sus relaciones con Occidente: EEUU y la UE. Para ello debe separarse de Putin https://uscnpm.org/2022/03/12/hu-wei-russia-ukraine-war-china-choice/
Cuando Rusia pierda el apoyo de China acabara la guerra
Hasta ahora China ha sido como siempre pragmatica, pero si el conflcito se alarga, a China no le interesara cargar con Rusia en sus espaldas
Pienso y medito. Rusia tiene culpa, pero Estados UNidos y el mundo occidental y oriental también.
No es necesario que haga mas comentarios, porqie wara bien claro los intereses invisibles de los oliarcas y los políarcas, ect.
Y vuelvo a repetir SOMOS INVEROSIMILES y actuamos CONTRA NATURA
Ejemplo el COMERCIO DE ESCLAVOS Y LA BENDICION URBI ET ORBE, ect.ect.durante más de 3 siglos y siempre, ect.
Los politicos no tienen capacidad de resolución, si no tienen a una institucion supranacional potente para ejecutar acciones en contra de paises no democraticos.
Es muy lamentable, pero tiene razón. Estamos en guerra y aún no somos conscientes de ello. Es probable que se produzcan ataques con armas nucleares tácticas si alguien se ve desesperado. La evolución de una guerra es impredecible, como la propia existencia humana.
Sin embargo, no está clara la decisión final europea, hay intereses en juego que pueden favorecer a Rusia. Se está complicando mucho la situación socioeconómica, y la inestabilidad social que puede aprovecharse.por partidos extremistas.