Lo más probable es que el Barça juegue la Champions. Incluso que se sitúe en segundo lugar de la Liga aunque sea a trancas y barrancas con un Madrid que ya ha pasado por la Cibeles. Estamos en modo final de torneo y el objetivo es demasiado discreto. Pero lo importante no es que pasemos un año en blanco sino cómo se afronta la próxima temporada que quedará truncada por los Mundiales de Qatar.
Busquets aporta el talento de los veteranos. Su gol fue decisivo. Piqué no acaba de recuperarse de sus dolencias. Dani Alves le pone entusiasmo pero su apuesta tendría que caducar en junio. Alba pedalea con voluntad y todavía es decisivo. Los que fueron genios en la era Messi piden ser relevados por razón de edad si Xavi Hernández quiere construir un equipo ganador.
El partido contra el Mallorca tuvo algunos destellos como el gol de Memphis y el aplauso caluroso del público cuando entró Ansu Fati. Ferran Torres no es determinante para el gol y Dembélé no sabemos si continuará. Se cuenta con la probada calidad de Pedri, de baja, y con figuras como Araujo y Gavi.
Los cuatro últimos encuentros en el Camp Nou han sido decepcionantes. Es sintomática la baja asistencia y la ausencia de miles de socios que se quedan en casa. La retórica y las promesas de Laporta están bien siempre y cuando los resultados las acompañen. En el campo falta un líder y un espíritu y estilo ganadores. Pero hay tiempo para empezar de nuevo.
Publicado en Mundo Deportivo el 3 de mayo de 2022
El fútbol es un deporte. Ganar es importante. Disfrutar del juego más según mi parecer. Mi criterio es que si un deporte me genera ansiedad y no placer, lo mejor es dejarlo correr. Y pasarme al voleibol u otro deporte en el que no me importe mucho si gana a o b.