Los medios británicos todavía abren noticiarios sobre las catastróficas medidas de seguridad cargando la responsabilidad en el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, en la gendarmería francesa y, muy de pasada, en las entradas falsas que supuestamente provocaron lo que podía haber sido una desgracia.
Pero el Madrid ganó una nueva Champions, la decimocuarta, y la historia la escriben los vencedores. El barcelonismo lo veía venir, lo temía y finalmente sucedió después de que Ancelotti derrotara por la mínima al Liverpool en la final tras pasar por encima del PSG, el Chelsea y el Manchester City.
El triste consuelo del Barça es haber quedado segundo en la Liga. Y nada más. Parecía que el cambio de Koeman por Xavi sería el reinicio que necesita el Barça para regresar a las elites de referencia europeas. Cuando el Madrid triunfa el Barça palidece. Y al revés.
Lo que preocupa a muchos es si existen los mimbres para recomponer el cesto. El fichaje de Lewandowski puede ser un buen parche. Pero Xavi tiene que apostar por la juventud y no por animadores como Dani Alves. La veteranía de Piqué, Busquets y Alba es un gran activo pero el equipo tiene que construirse sobre valores como Pedri, Gavi y Ansu Fati.
Cuando las circunstancias cambian, también tiene que cambiar el juego. Ya no estamos en tiempos de Alcántara, Samitier, Kubala o Cruyff. El fenómeno Messi es único e irrepetible. El estilo Barça no es estático, ni fijo, ni eterno. Las maneras propias son buenas mientras se gana pero inadecuadas si no se consiguen frutos. Ni Xavi ni Laporta aguantarían una larga travesía desértica.
Publicado en Mundo Deportivo el 31 de mayo de 2022
Los mitos se escriben así
Por qué en Catalunya solo hay un equipo importante y con prestigio internacional? En este sentido no nos podemos comparar con los Países Bajos, Portugal y CC.AA.
La historia la escriben los ganadores, pero, esa historia es una pequeña parte de la verdadera. El fútbol es un deporte, solo eso tendría que ser. También es un escape para las frustraciones que genera nuestra sociedad. Al mismo tiempo es una salida para la violencia psicológica y la agresividad. Se observa en las celebraciones de los goles. Creemos ganar si nuestro equipo gana, pero es un espejismo. Emociones, sí, eso es, y un cierto sentido de la vida.
Disfrutar del fútbol rs un placer. Convertirlo en una dependencia es un transtorno.
Por qué a una niña o a un niño de un mes o menos se le hace miembro de un equipo de fútbol? Qué libertad tiene para escoger? Somos practicantes de una religión laica?