Lluís Permanyer se pasea por la vida como un periodista culto, curioso, irónico, trabajador y moderno. Y por encima de todo, independiente de cualquier corriente cultural o política, con criterio propio, observador de la realidad humana y urbanista de la ciudad de Barcelona y de sus personajes.
Desde que le traté en aquella redacción de La Vanguardia de la calle Pelai me ha impresionado siempre su elegancia desinhibida, su educación, su porte, la gran capacidad de hablar sobre cualquier tema añadiendo toques sutiles de humor en las cuestiones más variadas. Eran tiempos en los que en las redacciones se conversaba, se debatía, se bebía y nos reíamos todos de todos. No había tantas prisas.
Permanyer es periodista pero sus docenas de libros sobre Barcelona le proyectan como un gran escritor de lo cotidiano, del detalle, del civismo de las gentes y de los aciertos y errores de los gobiernos municipales desde hace más de medio siglo. Le acompaña una prodigiosa memoria y un archivo personal valiosísimo.
Me consta su trato personal y confidencial con Miró, Tàpies, Oriol Bohigas y el poeta J.V. Foix. Te puede recordar literalmente una frase dicha por alguien alguna vez en algún sitio. Su voz es inconfundible en la radio y su figura es acariciada por las cámaras de televisión. Ha escrito la que es, posiblemente, la mejor biografía de Josep Maria de Sagarra.
La cultura de Permanyer no es retórica ni ampulosa. Lleva muchas lecturas a sus espaldas. Sus retratos biográficos son ricos en detalles que perfilan la humanidad de sus personajes. Ya desde su juventud le adornan la libertad de su bigote, su cabellera desorganizada pero cuidada, su perfil señorial que con el tiempo se ha convertido en una estampa de distinción barcelonesa. Diría que es el último noucentista.
Publicado en La Vanguardia el 2 de julio de 2022
El cronista de Barcelona.
Todo un personaje.
Hojala ni hagués molts com ell.
La florida redacción del Sr. Foix empleando en cada escrito su nombre preciso me hace leerlo dos veces, en términos culinarios la conjunción de verbo, adjetivo y predicado es ‘al punt’ como un buen entrecot.
Desgraciadamente lo que se, ha sido suficiente para leer y admirar a personajes como Permanyer, Luis Foix y otros.
He leído poco, mi gran anhelo trabajar para el matrimonio con sus cuatro hijos con carreras superiores. Como dice la canción «me olvidé de vivir» y a mis noventa años y tres meses es tarde para hacer un paso atrás. Que Dios lo bendiga Se. Foix.
Un senyor de Barcelona!