Alemania ha despertado de su hegemonía europea, siempre disimulada por el peso de su atribulada historia, para encontrarse con que es un gigante con pies de barro ante un mundo cambiado en el que tiene que navegar con nuevos radares. La guerra en Ucrania ha forzado al canciller Scholz a aumentar sus presupuestos de defensa y a buscar con urgencia alternativas al suministro de energía que todavía viene de Rusia.
Putin era un socio con el que Angela Merkel hablaba ruso y de quien el excanciller Gerhard Schröder se convirtió en empleado al dejar el cargo en Berlín. Fue la gran puerta giratoria de la historia. Putin era un aliado energético cómodo y hoy es su peor enemigo. Los errores a largo plazo son los más peligrosos porque necesitan mucho tiempo para corregirse.
Se da la triste paradoja de que lo que se paga todavía a Rusia por el gas que administra a su antojo a Alemania y a otros países europeos, España entre ellos, sirve para financiar la guerra de conquista de Putin, que, unilateralmente, quiere recuperar un imperio perdido. Alemania ha cambiado de rumbo y ha dejado de ser pacifista a partir del discurso de Scholz en el Bundestag a los tres días de la invasión de Ucrania. Europa, principalmente la que fue sometida a las directrices del Kremlin después de Yalta, no tiene otra opción que seguir sus pasos.
Se están cambiando los parámetros de la economía y de la seguridad. La energía también puede venir del sur y Scholz tendrá que convencer a Macron para que agilice los trámites del gasoducto que está encallado en unos quinientos kilómetros en las dos vertientes de la frontera pirenaica.
Qué obsesión tienen los franceses, históricamente, en que los Pirineos sigan siendo un muro difícil de franquear en vez de un lugar de paso natural y beneficioso, especialmente desde que formamos parte de la UE y a pesar de los millones de franceses que visitan nuestro país, del comercio y de la gran influencia de la cultura francesa en los ambientes más cultivados en Catalunya y en España.
Lo cierto es que Scholz tiene que dar un golpe de timón, dejar de depender de Putin y liderar una Europa desconcertada, convulsa, con cambios políticos de gran calado en el horizonte. Los movimientos de simpatía o de comprensión hacia Putin son relevantes en partidos de extrema derecha y de izquierda radical en Francia, Italia, España y Hungría.
Tanto Scholz como Macron saben que Rusia existe, es muy poderosa y tiene capacidad de alterar el orden internacional. Rusia ha condicionado la política mundial desde que a Napoleón se le ocurrió la triunfal excursión militar por las estepas rusas en el invierno de 1812 que Chaikovski inmortalizó en su célebre obertura y que Tolstói describió en la gran novela Guerra y paz. La participación de la Rusia de Stalin en la derrota de Hitler fue determinante.
Rusia se rige por los parámetros de un Estado muy débil y un instinto maquiavélico de todos los dirigentes que han gobernado aquel inmenso país desde tiempos de Pedro el Grande. Y Putin no es una excepción. El imperio soviético se desmoronó con la perestroika de Gorbachov, pero la obsesión expansionista de los rusos perdura.
Las relaciones de Alemania y de Europa con Rusia no descansan solo en la energía y el comercio, sino en las alianzas y las guerras que han condicionado la historia mutua en los últimos mil años.
Alemania no afrontará sola el envite. Necesita a Francia y al resto de Europa, también a Gran Bretaña. Putin puede conquistar parte o toda Ucrania con los muertos rusos y ucranianos que haga falta. Pero el sentimiento patriótico de los ucranianos y su independencia respecto al Kremlin están sellados para generaciones futuras.
En este tablero global hay dos piezas fundamentales y decisivas. China es la segunda potencia mundial y sus intereses se extienden en todos los continentes. Su poderío militar lo está exhibiendo abiertamente en el estrecho de Taiwán.
La gran incógnita es si el próximo presidente de Estados Unidos mantendrá los vínculos atlánticos y hará causa común con Europa en la defensa de la democracia, las libertades y el comercio abierto. Joe Biden lo intenta hacer a pesar de que no son pocos los que recriminan la dependencia europea de Washington. La alternativa me parece mucho peor y más arriesgada. La historia del siglo XX habla por sí sola.
Publicado en La Vanguardia el 17 de agosto de 2022
Pienso que existe una dependencia Europea de Washinton pero no lo olvidemos que aun existe una dependencia total de Moscu y que si no hubiera sido por la URSS, que murieron unos 25.000.000 de soldados, en la 2ªª Guerra Mundial, junto con el Gral. invierno y la intervención y los grandes bombardeos de los Estados Unidos. pues los Nacis de Hitlerestarían, actualmente doinando Europa de Norte a Sur. aplicando sus criminalidades por doqier.
En resumen, tenemos una deuda inpagable con la URSS, Estados Unidos y la Gran Bretanya de la Commonwealth.
Que por cierto, Europa entera y Estados Unidos y todo el mundo capitalista. ayudaron primero a Hitler en su lucha por el poder, ect.
, luego le hicieron la guerra y mientras los grandes oligarcas mundiales se hicieron, aun, mas billonarios, ect.
Aunque murieron mas de 60.000.000. de seres humanos.
Pero los millonarios de la guerra, aun siguen ahí.
El ser humano de Cain y Abel somos unos inverosimiles criminales indiferentes y tolerantes del mal, del sufrimiento, de la pobreza, las necesidades, las desigualdades económicas, ect, ect,
No soy pesimista, pero es que es la realidad es esa.
Cain es criminal, pero,,, Abel es tolerante e indiferente ante lo que hace Cain.
Vease la historia de la esclavitud, … la antigia y la moderna actual.
Abel tampoco se salva, … incluso con la bendición Urbe et Orbi.
Alerta ya estamos Sr. Foix!
Pero poco podemos hacer.
I a un pam de nas, veiem com no respectem ni un minut de silenci per les victimes del 17A. No anem be i podria ser que fos veritat que tenim lo que ens mereixem.
Pasarem fred aquest hivern tot i que els clatallots se sentiran around the world.
Alemania está en una situación difícil. No es una potencia nuclear, y por ello no tiene poder disuasorio. Es muy triste que para tener influencia y poder en el mundo tengas que ser una potencia nuclear, pero parece un hecho. Ahora, tendríamos que dejar de consumir gas y petróleo (Europa no tiene estos recursos) lo que implica un cambio en la vida de los europeos. Si no hacemos nada, el chantaje seguirá.
Resulta penoso el bloqueo de Francia a la Península Ibérica ¿Qué es lo que teme? ¿A nuestra agricultura? ¿Continua el pensamiento de que África empieza en los Pirineos? No lo sé. Todo indica que la UE sigue sin una unidad política y económica suficiente porque pesan mucho las identidades nacionales y los intereses contrapuestos. No será fácil abandonar el gas ruso, pero es imprescindible hacerlo. España no debería comprar gas ruso, y promocionar la instalación de placas solares en todos los tejados de los edificios, así como aumentar el parque de energía eólica.
Europa es incapaz de defenderse por si sola de un ataque ruso (hemos de considerar que varios países europeos tienen fronteras con Rusia). Es poco probable que ocurra, pero la probabilidad no es cero. Sin el apoyo de los EE.UU. no parece que tengamos un poder disuasorio importante. De todos modos, una guerra de ese tipo sería la III Guerra Mundial. No es descartable dadas las tensiones entre Rusia, EE.UU. y China. Un desastre para la humanidad, confiemos en que prevalezca la prudencia y no se pisen las líneas rojas.
Pienso que la Democracia, es un buen sistema político de gobernar, hasta que se convierte en una CORRUPTOCRACIA y todos quieren mandar y tener el poder decisorio y todos los privilegios del dinero y los ingresos millonarios,ect.
Es cuando la Democracia se convierte en DICTADURA DEMOCRÁTICA ORGÁNICA.
Donde y cuando todos quieren opinar, mandar, dirigir y mangonear dictatorialmente.
En resumen : » El poder corrompe »
En Dictadura y en Democracia.
La corrupción es una característica de la condición humana. Es imposible que no exista corrupción en cualquier sistema político, la tentación de usar el poder en beneficio propio es casi un rasgo biológico de la evolución. Es evidente que la corrupción se debe evitar y perseguir por el daño social que provoca. La educación, que no solo ir al colegio o instituto, podría ayudar a formar personas que rechacen la corrupción y tengan valores éticos muy sólidos. Es revelador que la «corrupción» parece algo casi natural cuando en la enseñanza algunos alumnos tratan de copiar para superar los exámenes y esto no está mal visto, si lo consigues te llaman listo o lista, si respetas las reglas te llamaran tonto o tonta.
Seria possible accedir a aquest article en català sense ser subscriptora de La Vanguardia? Ho veig interessant per treballar a l’aula de Socials a Sescundària!
Gràcies!