Si el principal pilar de un sistema vive en una mentira, no es nada extraño que la mayor amenaza para el sistema sea vivir en la verdad. Son palabras de Václav Havel, escritas en una cárcel de Checoslovaquia, antes de convertirse en presidente de su país y el referente político y moral que venció al totalitarismo.
La humillante dimisión de la primera ministra Liz Truss tiene mucho que ver con las mentiras vertidas en la campaña del Brexit del 2016. El Reino Unido no había estado nunca tan dividido social y territorialmente. El Partido Conservador está abocado a unas elecciones anticipadas a pesar de tener una mayoría de casi 80 diputados, conseguida por Boris Johnson en diciembre del 2019.
Johnson salió de Downing Street el 6 de septiembre y ahora planea volver. Ya dijo Marx, inspirado por Engels, que la historia sucede dos veces: primero como tragedia y después como farsa. Desde que David Cameron sometió a referéndum la permanencia en la Unión Europea en junio del 2016, el Brexit se ha llevado por delante a cuatro primeros ministros. El quinto se conocerá en unos días.
El sucesor de Truss tendrá que administrar un país cuyos últimos gobiernos nacieron de la burda explotación de muchas mentiras incubadas en el seno de una minoría de ideólogos supremacistas del partido que más tiempo ha gobernado el Reino Unido. Como es frecuente en casos de crisis extrema, son los suyos los que han echado a Truss, que ha permanecido solo 45 días en el poder. Su salida ha sido patética, el mandato más breve de la historia.
La portada de The Economist era ayer sarcástica. Titulaba “Welcome to Britaly, un país con inestabilidad política, bajo crecimiento y subordinado a los criterios del mercado”. Prometían un Singapur sobre el Támesis, un paraíso fiscal, una vuelta a las glorias pasadas que ha sepultado la historia. Y se han encontrado con la dura realidad de una sociedad multicultural pero hipernacionalista, sin aliados y con problemas serios para retener a Escocia e Irlanda del Norte dentro del Reino Unido.
La madre de todas las democracias entra en el taller de reparaciones. Lo verdadero se acaba imponiendo sobre lo falso. No se puede hacer comedia y vestir la realidad de fantasías debatiendo sobre temas que no son ciertos. Al Partido Conservador le espera una temporada en la sombra.
Publicado en La Vanguardia el 21 de octubre de 2022
El Sr. Lluis Foix ya nos da el mensaje mas importante, de su artículo : » Las mentiras tienen un precio »
Y luego, cuando escribe la frase . » Lo verdadero se acaba imponiendo sobre lo falso. » …en el último parrafo.
Tmbien os he leido a Salvador de Lleida, a dogbert, a RM…
Sumados todos, estamos de acuerdo en que, la clave principal, es la que nos indica Lluis Foix.
Resumieno : » La verdadero se acaba imponiendo sobre lo falso » ( Lluis Foix )
Lp mismo en U.K. ,,,como en España, Cataluña, en Rusi, la URSS, ó en la China…ect.
Y paso al NO MORE COMMENT
Pienso que lo triste y lo dramático para que se imponga la verdad, es que
antes pasaremos por la sangre, ,sudor y lágrimas.
«Subordinado a los criterios del mercado» pues en este caso el mercado ha penalizado su bajada de impuestos con cargo a mas deuda…ha sido su banco central el que ha tenido que salvar la libra esterlina de las malas deciciones politicas, de las decisiones de politica economica apresurada.
A veces no comment_amos nada Albert porque estamos estupefactos.
O sucede tambien que poco a añadir a lo que escribe el Sr. Foix.
Lo del Reino Unido(?) y lo de Italia tiene tela.
Las imagnes de China con la invitacion a irse a Li Juntao del comite del partido tambien son de impacto.
La estupefaccion es general. Incluido el señor Trias i Vidal de LLobatera.
¿ Es posible que nadie mas. de su opinion ó criterio al respecto, sobre el tema y el mensaje del artículo, del Sr. Lluis Foix ?
Pues solo diré…. NO COMMENT.
«Lo verdadero se acaba imponiendo sobre lo falso».
¿En España también?
Estoy de acuerdo en todo lo que nos dice, en su artículo de hoy, pero en especial con todo lo que nos dice en su último parrafo. …. Pues es la realidad pura.
Pienso que Inglaterra en Europa era un puntal importante, pero sin Europa Unida, NO ES NADA, aunque se respalde en EE.UU.