Carlo Ancelotti dijo que no le gusta hablar de “esto”, se refería a los árbitros, para proclamar que no fue penal el que permitió al Girona arrancar un punto en el Santiago Bernabéu. Normalmente no hace falta que un técnico del Madrid tenga que rebajarse a hablar de los árbitros porque raramente les perjudican. La prensa madridista y su entorno minimizan un arbitraje favorable y se ponen frenéticos cuando creen que el equipo ha sido perjudicado. Según la reglamentación vigente fue penal y fue bien anulado el gol de Rodrygo.
El ruido mediático que sale del Bernabéu, en todo caso, asusta a la profesión más insultada desde el anonimato de la pasión colectiva de las gradas. A la Liga le quedan dos jornadas antes del largo parón del Mundial de Qatar. Xavi puede pasar las Navidades muy pegado al Madrid y con posibilidades de ganar la competición si consigue crear ilusión en un equipo que por segundo año consecutivo pasa a la segunda división europea. Tras la meritoria victoria en Valencia, con un Lewandowski providencial, Xavi habló por primera vez de un nuevo factor: la ansiedad. Su equipo, dijo, había sido presa de la ansiedad como consecuencia de la eliminación de la Champions.
Cuidado, que la ansiedad tiene muchas acepciones médicas y psicológicas. Una de ellas es la de salir de la zona de confort en la que se encuentra un individuo o un colectivo. También es el miedo a un peligro externo o interno. En cualquier caso, Xavi no se refería, supongo, a la célebre melodía de Nat King Cole. Necesitamos un diagnóstico con urgencia.
Publicado en La Vanguardia el primero de noviembre de 2022
Ansiedad ya tenia Nat King Cole y fijate!
El fútbol actual, en la liga española, parece una especie de balonmano. Es bastante aburrido. La circulación del balón en el centro del campo resulta muy repetitiva. Los jugadores no se arriesgan al uno contra uno. El juego es especulativo, pocos cambios rápidos de balón a larga distancia, un deseo de perder el esférico obsesivo. Cada dia es más plomizo, se supone que se acude a ver un espectáculo para disfrutar.
Error: un miedo enorme a perder el balón que, al final, se acab pardiendo al no desplazarlo hacia el campo contrario con velocidad.