Como advirtieron George Orwell y Aldous Huxley, el que domina el lenguaje puede colonizar la mente de un pueblo. Ya no existe un Ministerio de la Verdad orwelliano, pero la policía de la moral atemoriza a las mujeres iraníes, y las fake news o las posverdades han salido de la simbología de las dictaduras y se han infiltrado en el escenario de las democracias liberales.
Timothy Snyder apunta que “la transición de la democracia al culto a la personalidad empieza cuando un líder está dispuesto a mentir siempre con el objeto de desacreditar la verdad. La transición se completa cuando no se sabe distinguir entre verdad y emociones”.
Las teorías conspirativas ya no son propias de regímenes autoritarios que manipulan la realidad de los hechos para mantener el poder, sino que llegaron a la presidencia de Donald Trump, en la que se empezó a utilizar el viejo concepto del Estado profundo, el deep State, acuñado en la Turquía de los años cincuenta. Se trataría de una organización en la sombra, infiltrada en la Administración y en los medios, para minar la autoridad del presidente. La oscuridad es buena, llegó a decir Steve Bannon, el principal asesor electoral de Trump.
Los tres mil policías que el miércoles detuvieron a 25 alemanes sospechosos de querer asaltar el Bundestag y las máximas instituciones de Berlín estaban desarticulando un grupo numeroso de personas de doce länder que pretendían, según la policía, destruir lo que ellos consideran el Estado profundo que controla el país, es decir, el Estado federal y la república democrática.
El grupo se cobija bajo el título de Reichsbürger, ciudadanos del Reich, que, según la ministra del Interior, tiene odio a la democracia, al Estado y a las personas que están al frente de las instituciones.
El tema no es menor porque se ha producido en el país más importante de Europa y porque entre los detenidos están un príncipe, un juez y un ex alto cargo militar.
Quizás uno de los factores más preocupantes de la situación actual en el mundo es la indiferencia a la verdad que se observa en todas partes y la tendencia a seguir las corrientes conspirativas que se basan en rumores, falsedades o medias verdades que dibujan escenarios falsos y perturbadores.
Publicado en La Vanguardia el 9 de diciembre de 2022
VERITAS LIBERAVIT VOS
Lo que vengo dicieno,,,,Esos individuos de extrema acciòn, sean de de derechas ó de izquierdas, dicen al pueblo ó la masa humana, sin criterio y deviles ó cortos de mente, , lo que ya ellos quieren oir,
Vease al Furer Hitler, que empleó el mismo metodo, Empezó con mentiras y acabo luego con hechos crtiminales, pero la masa le siguió, y lo ejecuto sin pensarlo, ni recapacitarlo, ect.. Porque les decía lo que ellos querían oir.
Hitler poseía la virtud del verbo de convencer a las masas sin criterio ó sin sentimientos, ect.
Y cuando mas grande sea la mentira y importante sea la persona, que la diga, pues más creida, seguida, secundada y ejecutada a ciegas será- Vease a Trump, en UU,EE,
En cambio si nosotros decimos verdades , no seremos tenidois en cuenta. Yo mismo soy un ejemplo.