Joseph Ratzinger habló de la duda como espacio de encuentro para hablar de lo más sagrado y lo más prosaico. Su renuncia puede interpretarse como un gesto de responsabilidad al no sentirse capaz de desempeñar su ministerio
Poco se puede añadir a las reflexiones de carácter teológico y moral que se han escrito estos días con ocasión de la muerte de Benedicto XVI. La valoración de su pontificado irá perfilándose a medida que pase el tiempo y como consecuencia del estudio de su inmensa obra escrita antes y después de ser cardenal o Papa. Leer a Joseph Ratzinger es entrar en el ámbito de la razón para familiarizarse con la fe en Jesucristo.
Su obra más emblemática sea quizás la Introducción al cristianismo, publicada paralelamente a los hechos de Mayo de 1968 en París, en la que el joven teólogo alemán plantea que nadie puede sustraerse al gran dilema humano: “Quien quiera escapar de la incertidumbre de la fe caerá en la incertidumbre de la incredulidad, que jamás podrá afirmar de forma cierta y definitiva que la fe no sea la verdad”.
Es interesante cómo situa la pugna entre la fe y la duda que ha recorrido la historia de la humanidad. Es ley fundamental del destino humano, dice, “encontrar lo decisivo de su existencia en la perpetua rivalidad entre la duda y la fe, entre la impugnación y la incertidumbre. Quizá justamente por eso, la duda, que impide que ambos se encierren herméticamente en lo suyo, pueda convertirse ella misma en un lugar de comunicación”. La duda como espacio de encuentro para poder hablar de las cosas más elevadas y prosaicas como se pudo apreciar en el diálogo entre Joseph Ratzinger y el filósofo Jürgen Habermas en el que estas dos mentes privilegiadas debatieron sobre Europa, la ubicación de la religión en la modernidad y sobre cómo el cristianismo es o no es una religión ilustrada.
Pasearse por las miles de páginas escritas por Benedicto XVI es bucear en el pensamiento de un teólogo racionalista que aborda la conexión entre conceptos tan esenciales como la libertad individual y la justicia social, entre conciencia y verdad, entre democracia y Estado, en el mundo relativista de la posverdad en el que la subjetividad y el poder de la mayoría pretenden relegar a los valores absolutos.
Dedica muchas páginas a la verdad, a los valores y al poder del Estado y de la Iglesia. Hoy en día, dice, preferimos hablar de valores que de verdad para no entrar en conflicto con la idea de tolerancia y el relativismo ambiental. Para Ratzinger no es propio de la Iglesia ser Estado o una parte del Estado, sino una comunidad de convicciones. La Iglesia “no debe erigirse en Estado ni querer influir en él como órgano de poder. Cuando lo hace, se convierte en Estado y forma un Estado absoluto que es, precisamente, lo que hay que eliminar. Confundiéndose con el Estado, destruye la naturaleza del Estado y la suya propia”.
En su discurso con motivo de la recepción como miembro asociado extranjero en la Académie des Sciences Morales et Politiques del Institut de France en 1992 habla de los principios morales de las sociedades democráticas. Ante la distinguida audiencia francesa dijo que la libertad es para todos y para que las fuerzas morales de la historia continuen siendo fuerzas morales del presente y para que surja con fuerza renovada aquella evidencia de los valores sin la que no es posible la libertad común.
Joseph Ratzinger sostiene que el Estado no es fuente de verdad ni de moral, no es absoluto. El concepto de Estado que quiso construir una raza pura y el que propiciaba la llegada de un hombre nuevo quedaron sepultados en el siglo pasado.
El pontificado de Benedicto XVI ha entrado en la historia y se verán sus luces y sus sombras a la luz de los hechos y las palabras que tanto manejó el papa alemán. En uno de sus textos afirma que la “esperanza en el cielo no está en contra de la fidelidad a la tierra: es esperanza también para la tierra. Esperando lo más excelso y definitivo, los cristianos debemos y tenemos que llevar esperanza también a lo provisional, al Estado en el mundo”.
Uno de los episodios por los que será recordado el papa Ratzinger es su inesperada renuncia, hecha en latín y sin coerción alguna. Un amigo me hace ver que posiblemente es la ética del sentido de la responsabilidad, concepto introducido por Max Weber, el que le llevó a abandonar su ministerio porque ya no se sentía capaz. Un gesto que no se había producido en más de seis siglos y que podría ser más frecuente en el futuro.
Publicado en La Vanguardia el 4 de gener de 2023
RATZINGER / BENET XVI DAVANT LA MORT
Ningú s’escapa de la mort. Ni reis, ni presidents que combaten contra els drets i les llibertats nacionals dels pobles com Catalunya, ni dictadors, ni monarques fugitius, ni jutges del Tribunal Constitucional i del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya d’Espanya, ni savis, ni científics, ni ignorants, ni rics, ni pobres, ni policies patriòtics, ni espies, ni repressors, ni víctimes, ni creients, ni agnòstics, ni ateus, ni la bona gent, ni Papes. També Joseph Ratzinger (16 abril 1927) / Benet XVI (19 abril 2.005 a 28 febrer 2.013) s’ha trobat davant la mort.
2.- El Papa signant com Joseph Ratzinger / Benet XVI va escriure una obra de tres volums sobre “Jesús de Natzaret”, publicats entre els anys 2.007 i 2.012. Aquests volums, de lectura recomanable, han estat traduïts al català, llengua que sobreviu malgrat ser menyspreada pel règim espanyol d’ara i des de fa segles.
3.- Ratzinger / Benet XVI es refereix a un gran crit de Jesús a la creu: “Déu meu, Déu meu, per què m’has abandonat?”. Comenta: “No és un crit d’abandó qualsevol (…) Assumeix en ell mateix tot el turment de tots els homes que sofreixen en aquest món per l’ocultació de Déu. Ell duu davant el cor de Déu mateix el crit d’angoixa del món turmentat per l’absència de Déu (…) El crit en l’extrem turment és al mateix temps certesa de la resposta divina, certesa de la salvació, no solament per a Jesús mateix sinó per a ‘molts’ (…) Sempre de nou ens trobem en l’abismal avui del sofriment. Sempre, però, també la resurrecció i el sadollament dels pobres s’esdevenen ja ‘avui’”. Sobre la mort de Jesús a la creu, Ratzinger / Benet XVI comenta: “Ell verament va arribar fins a la fi, fins al límit i més enllà del límit. Ell va realitzar la totalitat de l’amor. Es va donar ell mateix”.
4.- Un precedent d’aquests escrits es, per exemple, el llibre “Dios y el mundo”, conversa amb el periodista Peter Seewald a l’any 2000 sobre les grans qüestions d’avui. Ratzinger / Benet XVI diu: “Una de les tasques de l’educació cristiana i de la predicació és proporcionar-nos la confiança de que amb la mort ens dirigim a la veritable vida. Això també ens pot ajudar a superar la por al que es desconegut, o al menys a la por purament física, i a regalar la tranquil·litat de la mort”.
5.- El periodista pregunta a Ratzinger / Benet XVI si te por a la mort. Aquest contesta: “Com jo també conec tots els meus defectes, mai perdo de vista el pensament del judici. Però tampoc l’esperança de que Déu sigui més gran que el meu fracàs”. El periodista li pregunta si pensa en tot això. Ratzinger / Benet XVI contesta: “Sí, doncs quan mes un envelleix més s’apropa aquest moment”. El periodista planteja una qüestió personal sobre on està ara el seu germà que va morir quan només tenia 14 anys. Ratzinger / Benet XVI contesta: “Està amb Déu. Penso que aquí hem d’abandonar les nostres categories de localització merament materials. Al igual que no podem ubicar a Déu en un determinat sostre de núvols, també el mort manté una altra relació amb la matèria (…) En tot cas, hauríem de desembarassar-nos de la idea de que el finat tindria que ser fitxat en un punt geogràfic. Enlloc d’això, seria preferible dir-nos: ‘Està amb Déu’; és a dir, d’una forma nova en la realitat de l’univers i, així, també a prop meu”.
He llegit la vostre resposta. Sou talentut. Teniu experiencia d’anys y anys. Sou un savi.
Bon any i anys. Sempre.
Albert Peris
Magistral!
Como siempre un escrito más para enmarcar de nuestro querido
Maestro, Sr. Foix.
Asimismo compartir el comentario de dogbert……
Gràcies i salutacions
Gracies Francesc!
Recibo palos por aqui con cierta asiduidad y tambien por ello le agradezco su comentario.
Saludos cordiales
La duda es fuente de perfeccion. Dudo luego existo!
Sin duda estamos despìdiendo a un hombre sabio, que ante la duda permanente, permanentemente se iba acercando a Dios y asi produciendo textos de un gran cuajo intelectual.
La fe, no ens enganyem, es como el flamenco, se lleva dentro pero hay que cultivarla y regarla con dudas que en sus respuestas nos acercan al Dios Universal.
Descanse en paz un hombre sabio y valiente.
Sr Lluis, he llegit l’article : «El papa sabio,, que dió un paso al lado.»
I m’he enrecordat de cuan era petit, que els 4 .o 5 any , em deian que el papa i la mama m’habian fet a mi.
I que Deu ho habia fet tot. A les hores es cuan els hi vareig preguntar ¿ A Deu qui la fet ? I em varen respondre, que Deu s´habia fet a ell mateix.
Aquesta resposta es …. NO COMMENT
Nomes la Naturales cosmica la pot mrespondre, doncs no es un ser huma, pero evoluciona sabiament i continuament.
I no es RES , pero ho es TOT.
I em torno a quedar amb el NO COMMENT….. Doncs es la REALITAT.