La guerra en Ucrania ha entrado en una nueva dimensión con el compromiso de la entrega de decenas de tanques de Estados Unidos y de Europa para resistir la probable nueva ofensiva de Putin cuando llegue la primavera. Zelenski ha conseguido aglutinar las voluntades políticas occidentales y se ha convertido en un icono de la resistencia ante una invasión injustificada de su país.
Europa entiende en su conjunto que la guerra de Putin contra Ucrania es también un ataque a los valores de las democracias occidentales. O se frena a Rusia en el Donbass o habrá que hacerlo en territorio OTAN, ya sea en los países bálticos o en Polonia.
Europa está en la práctica en guerra contra Rusia. Y la historia nos ilustra que un conflicto en el interior del continente suele ser largo, devastador y con miles de muertos.
Por ello hay que empezar a pedir cuentas a Zelenski, que, además de combatir al ejército ruso, tiene que hacer limpieza de la corrupción que ha convivido impunemente con el Gobierno, también en los once meses que ha durado la guerra. Zelenski ha cesado a ocho altos cargos de la presidencia, del Ministerio del Interior y el de Defensa. Un juez del Tribunal Supremo tuvo que abandonar el cargo acusado de corrupción.
Periodistas independientes y grupos cívicos comprometidos con la transparencia han denunciado los signos externos de riqueza de personajes vinculados con el Gobierno, circulando con coches de alta gama por la capital y pasando días de vacaciones en la Costa Azul o en zonas turísticas españolas. No es raro ver matrículas ucranianas en coches aparcados en hoteles de cinco estrellas de las costas mediterráneas. Ucrania ocupa el deshonroso puesto 122 en el ranking de corrupción, según el índice de percepciones de corrupción internacional.
A estas alturas del conflicto hay que exigir a Zelenski la mayor transparencia posible dada la estratosférica ayuda militar y económica entregada a Ucrania. Es buena señal la purga de altos cargos acusados de corrupción. Hay que apoyar a Zelenski, pero sería un gran error hacerlo sin pedirle cuentas sobre cómo se utilizan los recursos que, en principio, son a fondo perdido para combatir a Putin. No hay que olvidar el espectro del régimen corrupto de Saigón.
Publicado en La Vanguardia el 27 de enero de 2023
Nos lo ha dicho todo: «Europa entiende en su conjunto que la guerra de Putin contra Ucrania es también un ataque a los valores de las democracias occidentales. O se frena a Rusia en el Donbass o habrá que hacerlo en territorio OTAN, ya sea en los países bálticos o en Polonia.»
No estoy de acuerdo. Europa no entiende, se doblega y sirve a EE UU.
Usted, mejor que yo, sabe de qué va el fregado, y con el anterior párrafo da su conformidad a las correrías de la OTAN.
Putin, señor, es uno entre demasiados, los cuáles, incluido usted, nos quieren mentalizar de que LA PAZ ES LA GUERRA; tomó la frase de Orwell, que aunque él la expuso, había sido lema desde que el hombre se bajó de los árboles.
¡No he os aprendido nada!
¿Qué se arregla enviando tanques? Sólo se logra incrementar la hostilidad con Rusia. Por otra parte esta guerra es muy mediática, se busca poner a todos de parte de Ucrania y si lo que dice el artículo nos lo tomamos en serio, que no dudo que lo sea…¿ a qué se está jugando? ¿De dónde viene el lujo? ¿quién está ganando dinero y con qué? Realmente es poco claro, en todo caso, en mi opinión ¿por qué nos hemos de entrometer nosotros si no es en vías de paz? Nos estamos entrometiendo en vías de guerra mandando armas, me parece totalmente inoportuno!
La ministra Robles ya le esta dando 3en1 a los oxidados Leopard que tenemos aparcados quien sabe donde.
Zelenski ha cesado a medio gobierno por corrupcion y su señora esposa ha estado en Davos dando la vara y exhibiendo palmito al tiempo que pedia ayuda para…. para que?
la UE se equivoca en no promover una taula de dialeg que por aqui sabemos que de poco sirve pero desinflama.
Que no prenguem mal tots plegats!
El gobierno mas progresista de la historia va a destinar este año a defensa el mayor gasto militar de la historia.
Con el debido respeto a nuestro huésped y comentaristas: La guerra es una mierda. Intentar limpiarla es prácticamente imposible. Se le podrán pedir cuentas a Zelenski, pero por debajo, a su lado y por encima de él habrá muchos que no rendirán cuentas nunca. Recordad aquello de “…palas, picos y azadones, tres millones…” de cuando le pidieron cuentas a un militar más o menos victorioso.
Para empezar habría que pedir cuentas a los que aportan dinero y material. ¿De dònde sale?
Aquí cerquita se podría preguntarle al rey emérito cómo estan los tanques Leopard I que se fabricaban en Sevilla con licencia alemana y que no se pudieron vender a la Arabia saudita porque no tenían las direcciones electrónicas de tiro (que luego intentó reproducir INDRA sín éxito). Luego la ministra dijo que estaban “en un estado lamentable”.
De las guerras los únicos que rinden cuentas son los vencidos: Vae victis. Así que habrá que esperar a que se acabe…