Será muy dificil mantener la coalición entre Pedro Sánchez y Unidas Podemos hasta las elecciones de diciembre.
El gobierno Sánchez está en frenética campaña electoral. El presidente y todos sus ministros colocan los mismos eslogan sobre los logros económicos, la inflación controlada, bajada del paro y va Tezanos con una encuesta del CIS que le da dos puntos por encima del PP. Hoy he asistido a una conferencia del ministro Albares en el Cercle de Economía que ha aprovechado su discurso de apertura para hablar de la guerra de Ucrania, mucho de Marruecos y, de pasada, del salario mínimo interprofesional. No ha respondido sobre el estado de las relaciones con Argelia tras el giro copernicano de la política exterior española respecto al Sahara Occidental.
Quedan tres meses para la primera cita electoral. Todo suma. Sánchez se ha ganado el prestigio en los foros internacionales, prepara la presidencia rotatoria española de la Unión Europea, habla un inglés muy correcto y ha logrado por fin que el presidente Biden le considere como un aliado de referencia.
Al margen de que el presidente y sus ministros se dedican más a atacar al Partido Popular y a Vox que a responder las preguntas que le formula la oposición en sede parlamentaria, Sánchez tiene un problema serio en el seno del gobierno de coalición. No puede disimular las divisiones profundas entre el PSOE y Unidas Podemos en el seno de la coalición.
Los gobiernos coaligados no son fáciles ni una balsa de aceite. Pero en los parámetros europeos el comportamiento está más o menos previsto en los pactos firmados para la investidura y la formación del gobierno. Aquí se improvisó demasiado en el abrazo inesperado y súbito entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sin bajar a los detalles de los prsogramas de los dos socios.
No es que haya un gobierno dentro del gobierno sino que los dos partidos tienen posiciones contrapuestas en puntos relevantes de las leyes que aprueba el consejo de ministros. En política exterior, ayer mismo, la ministra Ione Belarra se pronunciaba en contra de la involucración de España en la guerra de Ucrania mientras el ministro Albares defendía con contundencia la posición del gobierno con los aliados en lo que calificó la guerra de un solo hombre, Putin, contra la civilización.
Las leyes promovidas por la ministra Irene Montero se han elaborado con precipitación hasta el punto que la del “sí es sí” tiene que ser modificada para que no se reduzcan penas a condenados por delitos de violencia machista. No es cuestión de sensibilidades sino de culturas políticas distintas que conviven en el mismo gobierno y que se airean en declaraciones públicas día sí y día también.
La confrontación abierta me lleva a pensar en que estas discrepancias públicas pueden obedecer a estrategias previstas en el guión electoral de los dos partidos. La primera es que Sánchez alimente las desavenencias para justificar, según vayan las elecciones de mayo, una ruptura de la coalición y seguir gobernando en minoría hasta final de año. La segunda es que a Unidas Podemos le convenga también preparar una salida del gobierno acusando a los socialistas de cualquier desviación ideológica.
La vicepresidenta Yolanda Díaz podría tender puentes entre los dos partidos coaligados. Pero si de Pablo Iglesias depende, y su influencia es innegable en la formación morada, no le va dar oportunidad alguna a la que fue su sustituta y aliada en Unidas Podemos. Ya lo dijo Adenauer: hay enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido.
Si la coalición anda a la greña en lo que resta de legislatura será más que incómodo para las dos formaciones. El electorado, por regla general, castiga la división en los gobiernos y en los partidos.
Amb diferents opinions no hi ha res a dir.Mol be Albert.
He leido el artículo y estoy de acuerdo
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Pienso que los políticos hablan mucho, pero nunca se habla de la realidad en que viven en todo el mundo, por ejemplo, en España tenemos personas de êlite, en el futbol, y privilegiados tambien de élite, que cobran sueldos indecentes de millomes y millones de euros, mientras millones de personas cobran sueldos miserables, trabajando muchas horas y no pueden llegan a fin de mes,
Este tema es la vida real, pero los políticos no lo viven plenamente, porque ellos se aumentan presuntamente, su sueldo ellos mismos, cada año.
Este tema es tabu. Sin comentarios.
Hace un par de columnas, Francesc se extrañaba de la falta de comentarios a uno mas de los excelentes y documentados articulos del Sr. Foix. La ultima columna no ha tenido mejor cosecha de comentarios. Sera que efectivamente el acuerdo con las tesis de nuestro anfitrion es total por parte de los lectores y no hay que añadir una palabra mas. Sera.
Hoy el Sr. Foix nos hace una cronica de la perorata del ministro Albares en el Cercle. Efectivamente le preguntaban la hora y respondia con el dia de la semana. Es muy muy flojo. Pueden leer sus aportaciones en Linkedin. De pena.
Hace tres columnas el Sr. Foix titulaba en el Mundo Deportivo «Xavi y las tablas de la ley» (?)
Estoy seguro que nuestro anfitrion rompera el silencio sobre el tema del Barça y los arbitros, que esta en todos los medios menos en el Mundo Deportivo. Debe ser por un addendum de las tablas de la ley (ley de quien?)
Los comentarios a esta esperada columna del Sr. Foix serian (seran?) innumerables.
Buen fin de semana
Oh! leo en LV digital un articulo sobre el tema arbitral i el mes que un club. Ya tiene 167 comentarios y en progreso.
Nada de zozobras en el gobierno de coalicion Sr. Foix, dele al «peloto»»metes mas goles»»ganas partido»