Los datos en la Liga no son malos a pesar del susto de Almería. Siete puntos sobre el segundo, solo ocho goles encajados, con un calendario favorable convierten al Barça en favorito. No entiendo que Xavi Hernández muestre un enfado pasional contra árbitros, contra sus jugadores y contra la fatalidad de una derrota.
Está bien que el entrenador diga que “estoy cabreado porque hemos hecho el peor partido del año”. Pero los sentimientos y las emociones, incluso los cabreos, hay que dejarlos para el gran público. Un entrenador tiene que comerse los sapos él solo, salvar a sus soldados y tener las maletas hechas sabiendo que su oficio tiene unos índices de siniestralidad muy elevados.
Ronald Koeman, su antecesor, lo dijo bien claro: “quiero disfrutar sean ocho años o tres meses y, cuando no, a jugar al golf cinco días a la semana”.
El Barça no necesita ahora broncas sino aliento y preparación física y emocional para salvar con dignidad una temporada apeado a las primeras de cambio de la Champions y de la Europa League y con el escándalo Negreira a la espera de una explicación clara y convincente por parte de Joan Laporta.
El jueves visita el Santiago Bernabéu para medirse con el Madrid en uno de los tres Clásicos en poco más de un mes. El buen rollo con el vestuario es imprescindible para salir vivo y con los dos títulos. Las pequeñas cosas importan mucho. La ausencia de Pedri y Dembelé se nota. Pero Ter Stegen, Araujo, Alba, De Jong, Gavi y Ferran pueden alimentar el instinto de gol del desconectado Lewandowski, ahora nuevamente de baja. La motivación, la táctica y la estrategia corren a cargo de Xavi. Sin lamentos ni enojos.
Publicado en La Vanguardia el 28 de febrero de 2023
Los titulares de los articulos del Sr. Foix cuando la cosa va de futbol son del todo «enrollados»
En esta ocasion pasando con sigilo y nombrando solo de pasada el megaescandalo Negreira que deberia bajar al mes que un club a jugar con el Sants y el Gramenet, habla de Xavi el alegrias, que efectivamente deberia lavar la ropa sucia en casa.
Ni un pam de net!