Lo mejor del partido hay que buscarlo en la estadística. El empate a cero ante el Girona aumenta a trece puntos la distancia sobre el Madrid cuando faltan diez jornadas. Fue un choque confiado, entretenido, gris. El Barça no tuvo delantera de campeón, con un Ansu Fati al que le falta la madurez, con un Raphinha desorientado y con un Lewandowski incapaz de marcar los goles que habitualmente coloca con maestría. El taconazo del último minuto a pase de Araujo pudo haber significado la victoria pero el internacional polaco solo ha marcado cuatro goles desde la interrupción de los Mundiales. Anda poco preciso.
No hubo un jugador determinante en el área. Solo la entrada de Jordi Alba significó anoche un mayor ímpetu ofensivo. Es cierto que el Barça ha conseguido una vez más no encajar ningún gol y esta vez no fue por los probados méritos de Ter Stegen. Araujo y Gavi fueron los mejores ante un Girona que jugó su partido y tuvo una ocasión clara de marcar.
Quedan treinta puntos en juego. Todo es posible, pero Xavi no puede perder más puntos en el Camp Nou y conseguir una victoria fuera para asegurar el título.
Los gritos de “Messi, Messi” en el minuto diez fueron más tímidos y minoritarios que en el Clásico de Copa. Sería un error fichar a Messi para jugar. Su gloria la recordarán las generaciones futuras como el más grande de todos los tiempos.
Los vítores a Gavi en el minuto 30 indican el olfato del gran público. A Mateu Lahoz le gustan las tertulias con los jugadores. Faltan Pedri, De Jong y Dembélé. Si se consigue la Liga se compensará la incompetencia en Europa este año.
Publicado en Mundo Deportivo el 11 de abril de 2023
No creo que Messi vuelva al Barça y menos cuando el equipo baje a segunda por meritos «negreiros» i per tenir els dirigents mes babaus que mare ha parit.